Las vacaciones constituyen un derecho del que gozan los trabajadores, dado que el reposo es condición mínima para que el empleado renueve la fuerza y dedicación para el desarrollo de sus actividades. Ellas no son un sobre sueldo sino un derecho a un descanso remunerado. Por ello, la compensación en dinero de las mismas está prohibida, salvo en los casos taxativamente señalados en la ley, puesto que la finalidad es el efectivo descanso del trabajador. Una de las excepciones es en caso de que los trabajadores se desvinculen del servicio, y no hayan gozado de su derecho al descanso remunerado, caso en que pueden recibir una indemnización monetaria.
 

Las vacaciones como acreencia laboral, es un derecho que se otorga a los trabajadores con el propósito de reconocer el desgaste natural derivado de la prestación continua e ininterrumpida de sus servicios por un lapso considerable de tiempo. Y que, en principio, le corresponde a la autoridad competente de cada Estado, conforme lo ha señalado la Organización Internacional del Trabajo, determinar el período mínimo de servicios que dan derecho a su reconocimiento. Precisamente, en el caso colombiano, la autoridad llamada a señalar las condiciones para acceder a las vacaciones, como derecho y garantía prevista en las normas laborales, es el legislador.
 

Las vacaciones constituyen un derecho del que gozan todos los trabajadores, como quiera que el reposo es una condición mínima que ofrece la posibilidad de que el empleado renueve la fuerza y la dedicación para el desarrollo de sus actividades. Las vacaciones no son entonces un sobre sueldo sino un derecho a un descanso remunerado. De ahí que su compensación en dinero esté prohibida, salvo en los casos taxativamente señalados en la ley, puesto que la finalidad es que el trabajador efectivamente descanse.