RÉGIMEN LEGAL DE BOGOTÁ D.C.

Desde una perspectiva de derechos humanos, la pobreza puede ser vista como una condición humana caracterizada por una privación sostenida o crónica de las capacidades, oportunidades, seguridad y poder necesarios para disfrutar de los derechos sociales, culturales, económicos, políticos y civiles.

En el año 1994 los gobiernos de 179 países, incluyendo el nuestro, reunidos en el Cairo, se comprometieron a mejorar la calidad de vida de las mujeres y de las familias facilitando el acceso a la salud y a la educación, al medio ambiente sano y a los derechos reproductivos.

Igualmente, en el mes de septiembre del año 2000 en la ciudad de New York, los representantes de 189 naciones se reunieron en la cumbre del milenio con la coordinación de Naciones Unidas, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional y ratificaron la declaración del milenio como un compromiso para reducir la pobreza en el mundo, siendo este el problema madre de la mayoría de los males.

En Colombia el PIB per cápita se mantiene por debajo de los niveles de 1997 y la pobreza continúa elevándose. La falta de crecimiento económico frenó la mejora de los indicadores de desarrollo humano. El factor que más impacto ha tenido en el crecimiento de la pobreza es el desempleo, mientras que la educación y el tamaño de los hogares son los factores que más contribuyen a su reducción.

En términos de las Metas del Milenio, el esfuerzo propuesto es inmenso ya que se requeriría duplicar en una década el ingreso per cápita, reducir la mala distribución del ingreso, repensar la distribución del gasto social, buscar el equilibrio estructural y la correlación entre lo local y la universalidad.

Han sido grandes los esfuerzos adelantados a nivel mundial en busca de un desarrollo sostenible en esta materia, pero no se ha logrado un avance significativo que permita que la población que se encuentra en situación de miseria y pobreza cuente con los mecanismos suficientes para lograr salir de estas denominadas trampas de pobreza.

Encontramos que uno de los factores que inciden de manera tajante en el aumento de la pobreza en Colombia es sin lugar a dudas el desplazamiento forzado, el cual es la manifestación de los graves conflictos por los que atraviesa el país. Nuestra capital es la principal ciudad receptora de familias expulsadas de las zonas en conflicto, engrosando de esta forma los cordones de miseria existentes en la ciudad, que en los últimos tres años presenta un aumento del 44%, reflejadas para el año 2004 en 5.316 declaraciones registradas por la Personería, 7274 para el año 2005 y 7636 hasta septiembre de 2006, lo cual es preocupante ya que a la capital llegan diariamente 37 familias desplazadas que representan 100 personas, las cuales se ubican principalmente en las localidades de Usme, Ciudad Bolívar, Bosa, San Cristóbal, Suba, Engativá y Kennedy¹.

Según cifras publicadas por el periódico EL TIEMPO, basadas en un estudio de la Secretaría de Hacienda, respecto a la distribución del ingreso encontramos:

*El 40% de los ingresos que se generan en la ciudad lo percibe tan solo un 7% de la población.

*El ingreso promedio del 10% de los hogares más ricos es 28,8 veces más grande que el que recibe el 10% de los hogares más pobres.

*Mientras la franja de hogares más pobres sobrevive prácticamente con la mitad de un salario mínimo al mes ($217.949), los de la franja más rica tienen un ingreso de $6.291.142.

*Un 20% de los hogares bogotanos y que apenas suman 395 de los casi 2 millones que hay en la ciudad, concentran hoy el 55% de los ingresos mensuales. El otro 80% no alcanza a sumar ni la mitad de este ingreso.

*El 10% más rico de la ciudad, recibe ingresos per cápita que son, en promedio 49 veces más altos que los del 10% más pobre.

*El ingreso per capita mensual promedio en la franja más pobre de la ciudad es de $51.842, en la franja más rica ese ingreso es del $2.529.000. Lo cual significa que para que una persona de la franja más pobre (por debajo de la línea de indigencia) logre recibir lo que gana en promedio una persona de la franja más rica en solo un mes, necesita esperar cuatro años de su vida.

*El 84% de la población de la ciudad está ubicada en los estratos 1,2 y 3.

*El gasto promedio mensual de los hogares de estrato 5 y 6 se ubican en un promedio de $6.375.000, en los hogares de estrato 1,2 y 3, se gasta entre $791.000 y $1.800.000 mensuales.

*El 65% del gasto de los hogares se destina a cubrir alimentación, salud, educación y vivienda, mientras que en actividades como ir a cine o a un concierto se gasta apenas un 3%.

*En el tema de nutrición, encontramos que apenas uno de cada cuatro bogotanos se estaría alimentando correctamente.

Otro de los problemas graves que aumenta la pobreza en la ciudad es el desempleo, el trabajo precario o el trabajo informal. La ausencia de ingresos estables desestabiliza económicamente y socialmente a quienes sufren en carne propia ese terrible problema, condena a sus familias al drama de comerse los ahorros, de vivir una diaria incertidumbre.

El grueso de los bogotanos se ha empobrecido en la última década y las mejoras sensibles experimentadas en la gestión urbana, no han podido contribuir a reducir el enorme impacto del deterioro de la economía nacional en la ciudad. Las oportunidades en la ciudad se han reducido, como resultado del estancamiento de la economía nacional y la ausencia de una gestión estratégica que reoriente nuestra economía urbana. A los 20 años una persona es demasiado joven para tener un empleo. A los 35 ya es demasiado vieja.

El 80% de los ingresos de los hogares provienen del trabajo y en la medida en que se es más pobre, ese porcentaje se hace mayor, ya que en los hogares pobres prácticamente nadie depende de pensiones o de rentas de capital o herencias, por lo que el crecimiento de la economía y su capacidad de generar empleo son fundamentales en el mejoramiento de los niveles de pobreza.

Según las cifras relacionadas con los indicadores mensuales, al finalizar septiembre la tasa nacional de desempleo, que hace un año estaba en el 11,2 por ciento, subió al 12,9 por ciento. En los últimos doce meses el número de desocupados aumentó en 239 mil. Al concluir septiembre se encontraban sin trabajo dos millones 544 mil ciudadanos.

El subempleo, que está asociado a la informalidad, pasó de un periodo a otro del 32,6 al 36,4 por ciento.

En los últimos doce meses se perdieron un millón 122 mil fuentes de trabajo. Según la encuesta de hogares del Dane, hoy en día están ocupados 17 millones 158 mil colombianos un 6,1 por ciento menos que un año atrás.

La cantidad de colombianos subempleados creció en 457 mil. En ese escenario se encuentran hoy en día siete millones 168 mil personas.

Bajo esa óptica, la de los promedios, la tasa nacional de desocupación cayó del 12,2 por ciento en que se encontraba para el periodo 2004-2005, al 11,7 por ciento para el ejercicio del 2005 al 2006.

En ese periodo el subempleo subió de 31,6 a 32,8 por ciento. Al comparar los promedios de los dos periodos, la población ocupada del país aumentó en 299 mil y así las cosas 18 millones 170 mil colombianos tuvieron en promedio trabajo.

Si se mira también el promedio, en el último año la desocupación bajó en 76 mil y en esas condiciones se encontraban hasta septiembre dos millones 416 mil personas.

En Bogotá particularmente, la tasa de desempleo se encuentra en un 11.4%.

*Usme: El ingreso per capita es de $183.000 y el 78,3% de la población esta bajo la línea de pobreza, prácticamente 4 de 5 habitantes.

*Chapinero: Tiene el ingreso per cápita más alto de la ciudad con $1.570.671, el triple que la media de Bogotá y 8,5 veces más alto que el de Localidades como Usme y Ciudad Bolívar, además tiene el 47.6% de sus hogares dentro de los más ricos de la ciudad.

*Teusaquillo: La franja más pobre tiene un ingreso promedio mensual por persona de $116.529.

*Ciudad Bolívar: Ingreso mensual por persona 6 veces inferior al de Teusaquillo, es decir, $16.977.

*Usaquén: Es la Localidad con mayor desigualdad entre ricos y pobres, mientras el sector más humilde apenas supera los $100.000 de ingreso per capita mensual, los más pudientes llegan casi a los $9.000.000 mensuales.

Planeación Nacional establece que cualquier persona que viva en una ciudad y reciba menos de $246.055 al mes, está bajo la línea de pobreza y si recibe menos de $97.440, esta ya en la indigencia.

La pobreza se refleja en el estado nutricional de las personas, en hogares con alto número de miembros, baja productividad laboral, pocas oportunidades de empleo, reducidos ingresos, bajo nivel de escolaridad, bloqueo a los servicios financieros, los cuales se repiten de generación en generación.²

De acuerdo a estudios realizados por la Misión para la reducción de la pobreza extrema de la Presidencia de la República, los pobres no son capaces de superar su situación solamente con sus propios esfuerzos, por lo que el Estado, debe llegar a esta población con los programas que se requieren y atender a estos hogares en cada una de las trampas que enfrenta, que los entierra o condena a vivir en esta situación en un ciclo sin fin.

Independientemente de cual es la estadística de pobreza que mejor refleja la realidad de la ciudad, aún la más conservadora sigue generando inquietud aunque, según el gobierno distrital, la tendencia en los últimos años indica un descenso. Hay que continuar con las acciones adecuadas para generar incrementos en el ingreso per cápita equitativos e incluyentes, que se reflejen en un mayor bienestar. Hay que tener en cuenta que los niveles de pobreza significan un problema para el desarrollo económico y el crecimiento sostenible, además de grandes costos en términos humanos, el tema de pobreza debe pasar de ser un objetivo de política, a ser un compromiso social y estos a su vez convertirlos en derechos de los ciudadanos.

Según el indicador de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI), un hogar se considera pobre si presenta al menos una de las siguientes características: viviendas con materiales inadecuados, vivienda con servicios públicos de acueducto y alcantarillado inadecuados, nivel de hacinamiento considerado como crítico, un nivel de dependencia económica alto o cuando uno de sus niños entre 7 y 11 años no asiste a algún establecimiento escolar. El hogar se considera extremadamente pobre (estado de miseria) cuando presenta dos o más de estos indicadores.

Según información enviada por el Departamento Administrativo de Planeación Distrital, el último dato disponible de este indicador de pobreza en Bogotá D.C., corresponde al año 2004.

FUENTE: DEPARTAMENTO ADMINISTRATIVO DE PLANEACION DISTRITAL

El estado de la pobreza también se puede calcular utilizando la Línea de Pobreza y la Línea de Indigencia que son indicadores que se fundamentan en el ingreso de las familias.

La línea de pobreza es medida a través de la canasta normativa calculada por el DANE y valorada con el IPC total para ingresos bajos; esta canasta define el ingreso necesario para que una persona o un hogar logre cubrir sus gastos, bienes y servicios indispensables para alcanzar un nivel de vida que cuente con alimentación adecuada, vivienda, vestuario, etc.

El número de hogares pobres en Bogotá según esta metodología, obtenida a partir de los resultados de encuesta de calidad de vida de 2003 es de 879.704 es decir el 45.47%.

La línea de indigencia concierne a los requerimientos mínimos de nutrientes que necesita una persona para vivir, a partir de lo cual se calcula una canasta de alimentos.

El número de hogares en indigencia para el año 2003 era de 231.743, es decir el 11.98%

El coeficiente de GINI mide la distribución o nivel de concentración del ingreso. Toma en cuenta la participación del ingreso de todos los grupos poblacionales y cuantifica la porción del ingreso que cada persona recibiría, si los ingresos se repartieran en forma equitativa. Un coeficiente de GINI de cero, indica que hay una perfecta distribución, mientras que 1 significa que hay total concentración de los ingresos en una persona.

El coeficiente de GINI según la encuesta de calidad de vida realizada por el DANE en 2003 es de 0.56%³.

El presente Proyecto de Acuerdo tiene como objetivo primordial crear mecanismos que permitan identificar los avances en las materias antes descritas año a año, es decir, la forma en que las metas y programas de los diferentes Planes de Desarrollo contribuyan a mejorar la calidad de vida de los bogotanos.

No solo debemos enmarcar la labor de la Administración Distrital en términos de balance de resultados y recursos invertidos, sino que además es importante analizar en qué medida las condiciones de la población varían positiva o negativamente y de esta manera determinar las áreas en que se hace necesario aumentar los esfuerzos, permitiendo así una mejor formulación, planificación, programación, seguimiento y evaluación de las políticas sociales de nuestra ciudad.

Según un informe del Banco Mundial sobre Pobreza y Crecimiento en América Latina, es conveniente profundizar en dos temas:

1. ¿Qué tanto progreso ha habido en materia de pobreza y equidad? y,

2. ¿Qué se puede hacer hacia adelante?

El informe demuestra que la estrategia más eficiente para reducir la pobreza en la mayoría de los países de América Latina, consistiría en una combinación de políticas, que busquen la aceleración del crecimiento económico con programas orientados directamente a reducir la pobreza y la desigualdad.

En particular hay cuatro metas intermedias que llevarían a una mayor equidad de oportunidades y permitirían simultáneamente acelerar el crecimiento y reducir la desigualdad y son:

1. Lograr el cubrimiento pleno e la educación preescolar, primaria y secundaria y los seguros básicos de salud a toda la población, a tiempo que se mejore la calidad de la escuela y de los hospitales públicos.

2. Ampliar el cubrimiento de servicios públicos a los sectores y regiones más pobres (agua potable y saneamiento, vías, electricidad y telecomunicaciones rurales).

3. Profundizar el acceso de la microempresa y los sectores más pobres al sistema financiero.

4. Facilitar la creación y el crecimiento de las empresas más dinámicas (grandes y pequeñas).

En este sentido, considero que estos aspectos deben enmarcarse dentro del cumplimiento de los Objetivos del Milenio donde nuestro país asumió un gran compromiso en el año 2000 para la reducción de la pobreza, la erradicación del hambre, acabar con la inequidad y conseguir las condiciones mínimas para tener una vida digna para el año 2015.

ARTÍCULO 2. Son fines esenciales del Estado: servir a la comunidad, promover la prosperidad general y garantizar la efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados en la Constitución.

ARTÍCULO 13. ...El Estado promoverá las condiciones para que la igualdad sea real y efectiva y adoptará medidas en favor de grupos discriminados o marginados.

El Estado protegerá especialmente a aquellas personas que por su condición económica, física o mental, se encuentren en circunstancia de debilidad manifiesta.

e). Prioridad del gasto público social. Para asegurar la consolidación progresiva del bienestar general y el mejoramiento de la calidad de vida de la población, en la elaboración, aprobación y ejecución de los planes de desarrollo de la Nación y de las entidades territoriales se deberá tener como criterio especial en la distribución territorial del gasto público el número de personas con necesidades básicas insatisfechas, la población y la eficiencia fiscal y administrativa, y que el gasto público social tenga prioridad sobre cualquier otra asignación;

ARTÍCULO 31. CONTENIDO DE LOS PLANES DE DESARROLLO DE LAS ENTIDADES TERRITORIALES. Los planes de desarrollo de las entidades territoriales estarán conformados por una parte estratégica y un plan de inversiones a mediano y corto plazo, en los términos y condiciones que de manera general reglamenten las Asambleas Departamentales y los Concejos Distritales y Municipales o las autoridades administrativas que hicieren sus veces, siguiendo los criterios de formulación establecidos en la presente Ley.

ARTÍCULO 12. ATRIBUCIONES. Corresponde al Concejo Distrital, de conformidad con la Constitución y a la ley:

1. Dictar las normas necesarias para garantizar el adecuado cumplimiento de las funciones y la eficiente prestación de los servicios a cargo del Distrito.

Por lo anteriormente expuesto, ponemos a consideración de los Honorables Concejales el siguiente Proyecto de Acuerdo.

Cordialmente,

Concejal de Bogotá D.C.

Concejal de Bogotá D.C.

En uso de sus facultades Constitucionales y legales, en especial lo previsto en el Decreto Ley 1421 de 1993, articulo 12 numeral 1.

Artículo Primero: En el diseño e implementación de los planes de desarrollo económico y social que adelante el Gobierno Distrital, se deberá reflejar respecto a los objetivos del milenio metas específicas que permitan establecer el desarrollo de la población que habita en la ciudad de Bogotá.

Parágrafo: Para tal fin la Administración Distrital fijará los indicadores que permitan determinar en qué medida el Plan de Desarrollo contribuye en la aceleración del crecimiento económico para la reducción de la pobreza y la desigualdad en la ciudad.

Artículo Segundo: De los objetivos fijados y las metas obtenidas anualmente en esta materia, la Administración presentará un informe al Concejo de Bogotá.

Artículo Tercero: Declárese en el Distrito Capital el 17 de octubre el día para la erradicación de la pobreza en Bogotá D.C.

Parágrafo: En esta fecha, se programará en el Concejo de Bogotá una Audiencia Pública, con la participación de las diferentes entidades responsables de los proyectos y programas sociales, en la cual se de a conocer a la ciudadanía el informe presentado por la Administración Distrital, previsto en el artículo segundo del presente Acuerdo.

Artículo Cuarto: El presente Acuerdo rige a partir de su publicación y deroga las normas que le sean contrarias.

Dado en Bogotá D.C., a los ___ días del mes de ____ de 2007