RÉGIMEN LEGAL DE BOGOTÁ D.C.

Es necesario que las autoridades educativas vigilen la calidad nutricional, por cuanto se esta presentando una epidemia de obesidad y de enfermedades de distinto tipo de nuestros educandos como consecuencia de la mala y deficiente alimentación.

Los estudiantes a la hora del descanso y del almuerzo se llenan (no se nutren ni se alimentan) con comidas de paquete, gaseosas y dulces; estos alimentos contienen grasas saturadas, ácidos grasos, sal, azúcar, y preservativos que rápidamente le van a producir al niño y al joven una sensación de llenura. Estos productos son los que están disponibles en las cafeterías de los establecimientos educativos y eso es lo que están consumiendo nuestros niños y jóvenes.

La comida "chatarra" está generando en la población educativa un problema de salud pública ya que han aparecido enfermedades como las cardiovasculares, hipertensión, colesterol y diabetes.

Un estudio somero realizado para este proyecto estimó que en cuatro de cada diez hogares, ya no se cocina por el factor tiempo de algunos hogares Bogotanos, que prefieren el consumo de comidas rápidas a la preparación tradicional de los alimentos.

Los padres de familia deben tener conciencia, para efectos de poner en la lonchera de sus hijos, alguna fruta, jugos naturales o queso. Debe al máximo evitarse darle plata a los niños para que no compren comida chatarra.

Al interior de los establecimientos educativos se deben vender y consumir alimentos nutritivos como: kumis, agua natural, quesos, yogures, frutas y verduras con alto contenido nutricional. La idea es que las escuelas restrinjan al máximo los mega combos y la ingesta de carbohidratos, dulces y grasas.

Es mejor estimular y destacar las bondades de la comida sana y enseñar para que sirve cada alimento, como las frutas y verduras. Nuestros niños deben aprender a cuidar su cuerpo a entender la importancia de la comida sana, a inculcarles estilos de vida saludable. Los establecimientos educativos de Bogotá deben asumir el reto de preparar comidas apetitosas y saludables.

Creo que es hora de exigirle a los colegios la enseñanza de hábitos nutricionales, en las asignaturas básicas o en el proyecto educativo institucional. Este proyecto busca que la Secretaria de Educación de Bogotá elabore un manual de nutrición de obligatorio cumplimiento, para saber que tipo de menú o alimentos, estarán permitidos en los comedores escolares y que de todos modos sea adoptado por los planteles educativos.

Tomado de www pagina 12.com.ar/ diario/ sociedad.

"A principios de este año, en California, un ciudadano había solicitado judicialmente la prohibición de las galletitas oreo, por perjudiciales para la salud. La demanda no tenía chances de prosperar y fue retirada a las pocas semanas, una vez que el abogado que la había presentado estimo que se había cumplido su objetivo de llamar la atención de la opinión pública sobre los riesgos de una de las golosinas más populares de los estados Unidos. En julio, la ciudad de Nueva Cork decidió suprimir las bebidas dulces, galletitas y golosinas en las maquinas expendedoras de las escuelas, y la propia firma fabricante de las oreo, Kraft Foods Inc.- la más importante compañía de alimentos de Estados Unidos- decidió limitar el tamaño de las porciones de sus paquetes individuales, eliminar toda promoción en escuelas e incluir información nutricional en los envases de sus productos en todo el mundo, incluso en países como argentina donde esto no es obligatorio. A fines de Noviembre, la FSA dio una vuelta de turca cuando solicitó a los fabricantes de golosina..."

El Gobierno del Reino Unido anuncio que los comerciales de comida basura estarán prohibidos en ese país a partir del 2008 durante la emisión de programas de televisión dirigidos a menores de 16 años.

Tomado de LA GACETA on line. Jueves 1 de Marzo de 2007

"CARLOS DE INGLATERRA PROPUSO PROHIBIR LA COMIDA CHATARRA

El heredero de la corona británica causó revuelo cuando dijo que los alimentos de McDonald’s son dañinos para la salud.

LONDRES.- El príncipe Carlos, de Inglaterra, generó revuelo con su propuesta de prohibir los restaurantes de comida rápida de la cadena McDonald’s y causó una fuerte respuesta de la firma.

El príncipe, de 58 años, señaló, en un viaje por lo Emiratos Árabes Unidos, que la prohibición mundial de la cadena de comida rápida mejoraría la salud de los niños. Según se informó, el príncipe, durante una visita a un centro de diabéticos en Abu Dhabi, dijo que la prohibición de los McDonald’s sería la clave para mejorar la situación en materia de salud.

"¿Lleva a alguna parte McDonald’s? ¿Han tratado de que sea prohibido?", dijo el príncipe en el centro de nutrición. Luego de esta afirmación, comenzó un debate en el cual intervinieron especialistas en comida el Reino Unido. Ocurre que las palabras del heredero de la corona de Inglaterra llegaron en momentos en que el Reino Unido se debate la responsabilidad de la madre de un niño de 8 años que pesa 98 kilos.

"McDonald’s intente mejorar su imagen produciendo comida más sana; pero en el fondo, esos alimentos siguen siendo malos para uno, y eso no se debería olvidar", dijo el chef Giorgio Locatelli.

Por su parte, el cocinero de la televisión Antony Thompson se preguntó: ¿por qué (Carlos) no menciona a Burger King y a otras cadenas de fast food?

El vocero de McDonald’s hizo referencia a los hijos de Carlos, cuando sostuvo que, probablemente, tengan una imagen más actual de los restaurantes de comida rápida, ya que muchas veces son clientes de la cadena de comidas.

En un comunicado, la cadena de comida rápida dijo que Carlos no estaba familiarizado con sus recientes esfuerzos para introducir comida más saludable. "El comentario del príncipe de Gales parece ser una afirmación improvisada. En nuestra opinión, no refleja ni nuestro menú, ni lo que somos como negocio", dijo Nick Hindle, un portavoz del negocio británico de McDonald’s.

Un portavoz del príncipe Carlos dijo que él quiso poner énfasis en la necesidad de que los niños tengan la más amplia variedad de comida y no coman ninguna clase particular de alimentos en exceso. (Reuter y Télam).

Defensor de los alimentos sanos.

El príncipe Carlos ha sido - por largo tiempo- un defensor de la comida orgánica y tiene su propia granja de esos cultivos en su hacienda. Publicó el año pasado un libro de cocina en el que propuso rebelarse contra lo que calificó de "comida sin alma, producida en serie y que ha llegado a dominar la dieta moderna" (Reuter).¹

Tomado ECOS de la Costa. www.ecosdelacosta Ciudad de México.

"COMIDA CHATARRA, ESCUELA, FAMILIA Y SECRETARÍA DE SALUD

Verdaderamente me congratulo porque finalmente se haya iniciado una estrategia para poner un alto al consumo infantil de productos chatarra en las escuelas. Bienvenida la iniciativa y son mis deseos mejores que se profundice en ese tema hasta que los padres y madres de familia logren responsabilizarse de verdad de la alimentación de sus retoños. Los alimentos chatarra llegaron a las "tienditas" de las escuelas porque los adultos, los encargados de la educación de los pequeños así lo permitieron, tanto las directivas de esas escuelas como los progenitores, ciertamente no llegaron por sí mismas, y eso significa también que en casa eso se permite, que se les proporciona esos alimentos (dándoles dinero para comprarlos, o de plano comprándolos el padre o la madre) sin reflexión alguna.

Y ya entrados en deseos, me gustaría muchísimo que también los jóvenes y adultos limitaran el consumo de esos alimentos, puesto que también en esa población causa daños inmensos a la salud. Esos daños después tienen que ser curados por el sistema médico, por el sector salud oficial o privado y eso significa también recursos desperdiciados y no me refiero solamente a lo que cuesta en dinero, sino a todos los ámbitos en que también incide el consumo de dichos alimentos. En concreto, el hecho de que cada vez se desarrolla más la cultura de lo rápido, lo fácil, de lo que se recomienda hasta la saciedad en los comerciales televisivos y radiofónicos por no hablar de los impresos. No es considerado como algo valioso e importante dedicar tiempo a la preparación de los alimentos, porque se nos olvida todo lo que ha significado por infinidad de generaciones el sentarse juntos a una mesa con comida bien preparada y sana; luego la sobremesa en la que la conversación y el intercambio de información son punto de relación y entendimiento de las familias.

La cultura de lo rápido nos está quitando identidad, voluntad y finalmente libertad. Nunca tenemos tiempo para estar con la familia, ni para hablar con los maestros o directivos de escuela. Esa tarea casi siempre se le deja a la madre, que a su vez ha encontrado un aliado en el ritmo rápido de las cosas, comida pronta sin importar que contiene, que tantos nutrientes posee, que tan fresca es, y ni pensar en la variedad de platillos, como si estuviéramos en la época en que Colima de verdad estaba aislada del mundo. Pero eso sí, hay que tener un microondas, y todos los adelantos modernos para la cocina que se puedan adquirir con el salario que cada quien reciba.

Sin embargo, el asunto va todavía más profundo. Lo que parece incomprensible, como si estuviera dentro de un esquema esquizofrénico o dentro de un asunto por demás condenable es que aún sabiendo desde hace muchos años que estos alimentos chatarra no nutren nada, son nocivos para la salud por la cantidad de químicos, de elementos sintéticos con los que se elaboran, por la calidad de la materia prima con que se elaboran, son caros y carcomen los buenos hábitos familiares, los encargados de velar por la salud de los mexicanos sigan permitiendo que los productores fabriquen tales engendros. La Secretaría de Salud da los permisos, y también los vistos buenos a los alimentos, entonces ¿cómo es posible que haya permitido que toda la sociedad mexicana, hasta el último pueblito tenga comida chatarra? ¿No sería conveniente también presentar un proyecto de ley que acote la voracidad de estos productores? Porque, no basta que nos digan qué ingredientes tienen, si al mismo tiempo no se nos da la información de qué significan todas las cosas que contienen. Hay demasiados intereses económicos que presionan y que no se dejarán vencer fácilmente, por eso es importante que los ciudadanos como padres y madres, como mentores y a título individual logren participar juntos para que se cumpla la ley.

La Secretaría de Salud tiene la obligación no solamente de tratar pacientes, enfermos, sino prevenir que las personas se enfermen y para ello debe obligar a los productores a utilizar sólo ingredientes de primera calidad en sus productos, y no los peores escondidos entre sabores artificiales, o de plano que se retiren definitivamente del mercado dichos productos. ¿Utopía?, depende de nosotros y se lo debemos a nuestros hijos.²

Tomado de El Tiempo. Domingo 5 de Agosto de 2007.

"UN ENEMIGO OCULTO EN LA COMIDA

Los efectos de las grasas trans, usadas por buena parte de las industrias de alimentos, son capaces de doblar el riesgo de infarto, de debilitar tejidos e incluso de afectar la calidad de la leche materna.

Muchos de los productos que se consumen a diario, como panes, tortas, galletas y comidas rápidas pueden estar fabricados con una sustancia que silenciosa y progresivamente genera daños severos a la salud de las personas.

Se trata de la llamada grasa hidrogenada, trans, que para la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard es responsable de más de 3000 muertes por enfermedad cardiaca al año en Estados Unidos.

No pocas personas pasaron por encima de esta advertencia, por una simple razón: durante años se proclamaron las ventajas de las grasas vegetales.

¿Qué son?

Con el fin de prolongar la vida de estas grasas y potenciar su sabor, buena parte de las industrias de alimentación las someten a un proceso llamado hidrogenación.

Básicamente consiste en aumentar el número de átomos de hidrógeno de los ácidos grasoso polinsaturados que predominan en los aceites de semillas (girasol, soya y ajonjolí, por ejemplo). En consecuencia, estos ácidos cambian su estructura natural (que se llama cis), por una artificial de tipo trans.

De esta forma, la composición y la estructura de las grasas del aceite que se anuncia como 10º por ciento vegetal acaba teniendo poco que ver con las de un aceite vegetal natural. Todo esto no tendría mayor trascendencia si no fuera por los resultados de las investigaciones llevadas a cabo sobre el efecto de estas grasas trans. El más conocido es su influencia sobre el colesterol. Las grasas trans hacen descender el colesterol "bueno" (HDL) y elevan el "malo" (LDL), aumentando el riesgo de arteriosclerosis.

Además, inhiben la acción de los ácidos grasos esenciales que hacen parte de las membranas de las células y de estructuras importantes como el cerebro (de hecho, estudios indican que pueden llegar a retrasar su crecimiento y maduración). Lo ácidos grasos trans son capaces, incluso, de hacer que el cuerpo construya hormonas y paredes celulares defectuosas.

Todo tiene respaldo científico. Recientemente el New England Journal of Medicine publicó los resultados de una investigación de Walter Willett, según la cual quienes consumen estas sustancias tienen el doble de posibilidad de padecer un infarto.

En estudios con ratones. Beverly Teter, de la Universidad de Maryland, sugiere que estas grasas pueden empobrecer la cantidad y calidad de la leche materna humana.

Esto podría explicar determinados trastornos de este tipo en madres que a las dos o tres semanas de alimentar a sus bebés con su propia leche, no pueden seguir haciéndolo.

Esto sucede sin que el consumidor se entere, por ejemplo, de que consumir sólo 5 gramos diarios de grasas trans representa una autentica bomba de tiempo para la salud de cualquier persona (ver gráfico ¿En dónde están y en qué cantidad?).

Empiezan a ponerlas a raya

En buena medida, las personas desconocen el daño que causan estas grasas debido a que confían en la información que le aportan las etiquetas: "100% grasa vegetal" trasmite un falso mensaje de seguridad.

Esa es la razón por la cual en Europa y en Estados Unidos se está empezando a exigir mayor precisión en los etiquetados.

Adicionalmente, se toman otras medidas de salud pública destinadas a frenar en la práctica la utilización de estas grasas.

Hace un par de meses, por ejemplo, las autoridades de salud de la ciudad de Nueva York votaron, por unanimidad, la prohibición del uso de este tipo de grasas en 20 mil restaurantes.

Sería necesario, además, que la gente empezará a entender que a veces no basta evitar el consumo de productos que las contienen. La práctica de reutilizar el aceite en frituras (o cocinarlo a temperaturas exageradas) también altera su estructura y lo hace nocivo." ³

Tomado Diario El Tiempo. Miércoles 15 de Agosto de 2007.

"MALNUTRICIÓN ELEVA EL RIESGO DE SUFRIR OTRAS ENFERMEDADES

Buena parte de la población puede estar afectada por este trastorno nutricional, sin saberlo.

Se estima que alrededor del 47 por ciento de los adultos en el país son obesos o tienen sobrepeso y que hasta un 15 por ciento puede estar padeciendo desnutrición.

Esto significa que más de la mitad de los colombianos están mal nutridos y en riesgo de sufrir enfermedades como la diabetes, la hipertensión, infartos cardiacos y cáncer.

La única forma de prevenir la malnutrición es consumir una dieta adecuada que, según los expertos, debe ser completa, es decir que incluya alimentos de todos los grupos; balanceada, con las porciones adecuadas de cada uno, y suficiente o que no exceda la cantidad de energía necesaria para sus actividades diarias.

Para lograr una dieta adecuada se requiere tener en cuenta estas dos recomendaciones básicas:

Comer cinco comidas diarias con pequeñas porciones de cada uno de los alimentos (usualmente, estas son muy grandes). Consumir tres porciones de frutas y dos de verduras al día.

La ingesta de estos alimentos ha sido la única medida dietaria que ha demostrado científicamente reducir el riesgo de ciertos tipos de cáncer. Además, mejoran el tránsito intestinal y hacen más lento el proceso de envejecimiento.

Una forma de saber si está en riesgo de sufrir un trastorno de malnutrición, es responder a conciencia las preguntas del cuestionario que acompañan esta nota.⁴

El Concejo de Bogotá tiene la iniciativa y competencia para regular aspectos de la educación, de conformidad con las normas que a continuación refiero:

El Decreto Ley 1421 de 1993 en su Art. 12 núms. 1 y 25, señalan entre algunas de las atribuciones del Concejo de Bogotá:

Num. 1 "Dictar las normas necesarias para garantizar el adecuado cumplimiento de las funciones y la eficiente prestación de los servicios a cargo del Distrito", como lo es la educación en éste caso.

Num. 25 "Cumplir las demás funciones que le asignen las disposiciones vigentes", por lo cual es necesario remitirnos a lo ordenado por la Ley 115 de 1994 (Ley General de Educación) en su Art. 150 cuando le asigna competencia en materia de educación a los Concejos, al señalar: "Las Asambleas Departamentales y los Concejos Distritales y Municipales, respectivamente regulan la educación dentro de su jurisdicción, en los términos de la Ley 60 de 1993 y la presente Ley".

La referida Ley 60 fue derogada por la Ley 715 de 2001, la cual entre otros, dicta disposiciones para organizar la prestación de los servicios de salud y educación, puntualizando sobre las competencias en estas materias de las entidades territoriales. Así es como en su Art. 7 enumera la competencia en el sector educativo por parte de los Distritos y municipios certificados, aduciendo en su num. 7.1 el de dirigir, planificar y prestar el servicio educativo en los niveles de preescolar, básica y media, en condiciones de equidad, eficiencia y calidad; y en su num. 7.12 le da la atribución de "Organizar la prestación del servicio educativo en su jurisdicción".

El Proyecto de Acuerdo que pongo a consideración del Cabildo Distrital, se encuentra acorde con la normatividad vigente tanto en el orden constitucional como legal, a saber:

La Constitución Política en su Artículo 67 preceptúa:

"…

La Nación y las entidades territoriales participarán en la dirección, financiación y administración de los servicios educativos estatales, en los términos que señalen la Constitución y la ley".

Cordialmente,

Concejal de Bogotá, D.C.

ARTICULO PRIMERO. El presente acuerdo tiene por objeto, prohibir, y restringir la venta y el consumo de la llamada "comida chatarra" en todos los establecimientos educativos públicos y privados del Distrito Capital de Bogotá.

ARTICULO SEGUNDO. La Secretaria de Educación exigirá dentro del proyecto educativo institucional la enseñanza de buenos hábitos nutricionales.

ARTICULO TERCERO. La Secretaria de Educación de Bogotá vigilará la venta de los productos que se consumen en el interior de las instituciones educativas. Creará un sistema que se encargará de la elaboración de un manual de nutrición o lista de alimentos nutritivos que se deberán considerar para la venta y consumo en las tiendas y restaurantes escolares.

ARTICULO CUARTO. La Secretaria de Educación de Bogotá promoverá campañas de cultura Ciudadana para procurar enseñar buenos hábitos alimentarios a los padres, profesores y comunidad estudiantil. A si mismo establecerá incentivos a aquellas instituciones educativas que prohíban y restrinjan la venta y consumo de comida chatarra.

ARTICULO QUINTO. La prohibición y/o restricción de la venta de comida chatarra será gradual y a corto plazo. Las asociaciones de padres de familia vigilaran que los establecimientos educativos den cumplimiento al manual de nutrición adoptado por la Secretaria de Educación de Bogotá.

ARTICULO SEXTO. El Presente Acuerdo rige a partir de la fecha de su publicación.