RÉGIMEN LEGAL DE BOGOTÁ D.C.

Existe un debate teórico acerca de la definición del concepto arte. Algunos autores lo definen, aún sin claridad, desde la perspectiva histórica de los antiguos griegos; otros, lo definen como un sistema abierto, dinámico y por lo tanto en permanente transición; otros afirman que es la desaparición de una práctica para ser sustituida por otra y como estos, existen muchos otros ejemplos de definiciones en las cuales los estudiosos del tema no han logrado ponerse de acuerdo¹. Sin embargo, en todos los debates teóricos que se pueden leer en los libros de historia del arte, en todas las revistas y artículos referidos al tema, en todas y cada una de las diferentes definiciones que los académicos de la disciplina ha dejado, existe un punto de convergencia, un patrón común que permite universalizar el concepto de arte sin importar desde dónde se estudie y no es otro que: "el arte es un conjunto de actividades y/o sistemas de normas, creencias y aspectos culturales particulares que tienen naturaleza histórica." Es válido afirmar que el arte es una expresión cultural de los pueblos en la medida que el artista toma de su entorno, elementos de inspiración a través de lo que le transmite su sociedad y las circunstancias de su cotidianeidad.

En la historia de las grandes ciudades y sociedades, el arte siempre ha tenido un papel importante como elemento de referencia para describir la evolución cultural de las mismas.

Así en la historia de Europa, por ejemplo, refieren siempre su arte dependiendo de la época: el oscurantismo con la represión de las artes, el renacimiento con Miguel Ángel, Leonardo y Rafael, la edad de oro de las artes y las letras, el modernismo, y post-modernismo con diferentes expresiones en la pintura por ejemplo. También se habla del arte rococó, expresionismo, impresionismo, arte pop, etc., etc. Esto consignado en libros y documentales que pasan por las escuelas alrededor del mundo. En este sentido, el arte, además de identificar a los pueblos, inmortaliza las costumbres, los lenguajes y las épocas al transmitirse de generación en generación. Los museos recrean a nuestros antepasados con su legado, y permite a los individuos que vienen detrás, identificarse con determinado pueblo y descubrir un ancestro común con la sociedad en la que está inmerso. Bien dice Eugenio Barney "dime cuánta tradición cultural hay en tu dinámica histórica, y te diré que peculiaridades conlleva tu manifestación artística"².

En Colombia, fue la obra de orífices y alfareros dedicados al servicio de las altas jerarquías caciquiles y sacerdotes de la tribu la que, en épocas precolombinas, tuvo calidades artísticas. Nuestro arte es absolutamente auténtico, es decir, ni los cánones de belleza heredados de Grecia, transmitidos por Roma y reconstruidos a partir del siglo XIV en Italia, ni las normas sobre procedimientos y técnicas de los talleres occidentales, ni la teoría esteticista de filósofos y artistas, ni el gusto imperante en épocas determinadas, sirven como guías o normas para juzgar un arte que tuvo vigencia en épocas fenecidas, pero cuyo valor estético sigue vivo porque responde a características de autenticidad, atemporalidad y calidad, en la misma medida en que, en su momento histórico, satisfizo necesidades intelectuales mediante un contenido, comunicando y expresando cierta relación con la realidad³.

Hay en Colombia una tierra fértil en sensibilidad artística y generosa de hazañas heroicas desde épocas anteriores a la colonización, pero por obvias razones de cortedad provinciana y por la defensa constante de los intereses personales, acontece que los temperamentos aquí surgidos pronto desarrollan y proyectan la trayectoria vital fuera de sus lares y, en particular, en Bogotá, donde ocurre la principal manifestación artística como cristalización de dones que se irradian de la provincia.

En lo que a Bogotá respecta, esta ciudad se convierte en el primer centro artístico de Colombia cuando España introduce la forma de talleres de arte y es aquí, en donde empiezan a desarrollarse, no desde las artesanías ni joyas precolombinas ni hechas por nuestros aborígenes (que por cierto jugaron el papel más relevante en la historia de las artes de nuestros pueblos y cultura), sino ya en términos de la academia dentro de la cual, el arte, debía ser desarrollado bajo ciertos cánones preestablecidos. De esta manera, los pintores pertenecientes a la generación del centenario trajeron en 1910 a Bogotá, en donde siempre se han concentrado los movimientos culturales, la expresión naturalista aprendida en San Fernando de Madrid y el deseo costumbrista que se alentaba entre los literatos y letrados de la misma España, y que acá había hecho eclosión en las últimas décadas del siglo anterior. Los patrones académicos para las artes eran leyes enseñadas en la tradicional academia madrileña que influenciaban de manera directa a nuestros artistas. Sin embargo, los rebeldes de la misma ciudad hispánica, aunque pasaron desapercibidos y fueron ignorados, ofrecían a nuestros artistas locales un dualismo cultural entre la influencia hispánica y la Grecia alejandrina a su vez influenciada por todas las tendencias del barroco europeo⁴. Desde tempranas épocas, Bogotá, por su ubicación geográfica y oferta cosmopolita en donde convergía la Europa antigua y nuestras tradiciones culturales latinoamericanas, ha visto nacer, desarrollarse, crecer, morir, evolucionar muchas formas de arte bajo algunos nombres que la historia ha inmortalizado.

El presente proyecto de acuerdo pretende generar una acción encaminada a fortalecer los valores y la identidad ciudadana, autorizando a la entidad distrital de la cultura para que celebre convenios con actores de la cultura en Bogotá. Esta iniciativa busca la promoción de los artistas, así como el fortalecimiento de la identidad ciudadana de todos los bogotanos por medio de la creación de espacios culturales al alcance de todos.

A través de estos convenios se abre la oportunidad, entre otros, a los alumnos de las escuelas de bellas artes de Bogotá, de tener a todo lo largo y ancho de la ciudad, una vitrina, un espacio físico para mostrar su trabajo y para usar su arte como herramienta de enriquecimiento de la cultura que caracteriza a nuestros pueblos. Por su parte, los habitantes de la ciudad tendrán la oportunidad de apreciar esta expresión cultural y sentirse identificados con la misma, mientras están en su trabajo, cuando transitan por las calles y en los parques a donde van a descansar.

De forma intrínseca, la iniciativa también favorece la proyección y la imagen de la ciudad que perciben los turistas, visitantes o habitantes de tránsito en Bogotá. Es una iniciativa integral, que permite entrar en los esquemas culturales de todos y cada uno de los habitantes de la ciudad creando una conciencia colectiva, de un pueblo que se siente identificado con su cultura a través de las expresiones artísticas locales.

En Bogotá existen cerca de 52 museos de diferente clasificación y aproximadamente 33 galerías de arte, sitios en los cuales los artistas plásticos, ven muy limitado un espacio para exponer sus obras. Las universidades grandes, de renombre nacional e internacional, han establecido convenios con instituciones en su mayoría extranjeras, para ofrecer a sus alumnos un campo de acción menos limitado del que el Distrito ofrece. Justamente esto constituye una gran pérdida para los bogotanos al no poder apreciar obras valiosas salidas de nuestras escuelas locales y embarcadas directamente a Paris, Nueva York o Ámsterdam. Es deber de las entidades distritales como la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte, no solo rescatar las tradiciones artísticas de nuestros pueblos que confiaron a Bogotá sus legados más valiosos, también impulsar una continuidad a nuestras culturas a través de las diferentes formas de arte aprendidas en las escuelas locales.

La ley 397 de 1997, en el Art. 1 numeral 2, consagra la diversidad en el campo del arte y el espacio incluyente para todo tipo de expresión del mismo: "La cultura, en sus diversas manifestaciones, es fundamento de la nacionalidad y actividad propia de la sociedad colombiana en su conjunto, como proceso generado individual y colectivamente por los colombianos. Dichas manifestaciones constituyen parte integral de la identidad y la cultura colombianas". No podemos excluir ninguna forma de arte como expresión artística de nuestros pueblos, que de hecho son riquísimos y exquisitos en este sentido.

Por otra parte, dentro de la exposición de motivos del Programa de Gobierno y plan de desarrollo para el cuatrienio, propuesto por el Alcalde Samuel Moreno Rojas se consigna que "la cultura ciudadana, con nuestro programa "amor por Bogotá", debe ser la base de la convivencia, la reconciliación y la paz, así como para el fortalecimiento de la identidad y la pertenencia (…)".

Es bien sabido que la identidad se fortalece bajo un contexto de convivencia pacífica e igualdad de oportunidades, pero también, generando espacios físicos para construir "museos de la memoria colectiva bogotana", donde quede un recuento de los valores artísticos de una sociedad que quiere trascender en el espacio y el tiempo.

En cuanto arte, cultura, patrimonio, recreación y deporte, en la propuesta del Alcalde Mayor se hace énfasis en los esfuerzos por ampliar la oferta cultural, y eliminar o reducir las barreras para garantizar el acceso de la población⁵. También es importante citar lo referente al sector profesional de artistas, el Alcalde, en el citado documente, precisa que (…) "deben ampliarse los programas de fomento a profesionales mediante la oferta de becas, estímulos y apoyos. De otra parte, se requiere ampliar la noción de fomento a la creación, en el caso del arte (…)."⁶

Es por esto que debemos abrir espacios de arte para todos, porque el arte, como expresión cultural de un pueblo, le pertenece a todos y no solo a los académicos del arte, entendidos sobre el tema o a las elites económicas que ven en el arte una forma de inversión. Además, el acceso a elementos artísticos, le permite al ser humano, sin importar su nivel intelectual, evolucionar en su pensamiento acerca de lo que le transmite la sociedad, en su expresión cultural y social, y en su interacción con las diferentes esferas que una ciudad como Bogotá puede ofrecer.

Esta iniciativa propone a su vez que busca rescatar los valores intrínsecos de una sociedad y exponerlos y proyectarlos para generar sentido de pertenencia.

Existen avances significativos, que vale la pena destacar, en cuanto a la labor del Distrito. Sin embargo, estos avances no se han consolidado en una articulación seria con la academia. Es en este punto, en donde el presente proyecto de acuerdo pretende coadyuvar con la autoridad cultural del distrito, proponiendo una iniciativa que complementa adecuadamente dichos avances contenidos en el Informe de Gestión Sector Cultura, Recreación y Deporte y que, para efectos del tema que se viene tratando a lo largo del presente documento y que pueden resumirse en los siguientes avances:

*Avances en la política pública: política pública de juventud para Bogotá 2006 – 2016. una dimensión cultural de cuatro espacios que son el derecho a las prácticas culturales, artísticas y de patrimonio, con 13 lineamientos de política.

*Más de 2.200 profesionales en el campo artístico y cultural han recibido estímulos tales como becas, premios y apoyo para el desarrollo de su actividad.

*Diagnóstico de las prácticas de formación, creación, investigación y circulación de los profesionales en las áreas de artes plásticas, música, literatura, audiovisuales, danza, arte dramático y patrimonio inmaterial.

*Desde 1998 se desarrolla el programa de estímulos a través del otorgamiento de premios y becas.

*Apertura de convocatoria pública para el otorgamiento de apoyos garantizando condiciones de equidad y transparencia en la adjudicación.

*En cuanto a alianzas estrategias respecta, la autoridad distrital de cultura ha suscrito 94 alianzas con empresas privadas y otras entidades culturales.

Por otra parte, en el marco de los compromisos establecidos por la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte, con la iniciativa propuesta se les da impulso a los compromisos número 64, 65, 66 y 141⁷. Por último, la misma no genera ningún impacto fiscal para el distrito, ni compromete apropiaciones presupuestales para su ejecución.

De la Constitución Nacional:

Artículo 70. El cual indica que es deber del Estado promover y fomentar el acceso a la cultura de todos los colombianos en igualdad de oportunidades.

Artículo 71. Que señala que en los planes de desarrollo económico y social incluirán el fomento a las ciencias y, en general, a la cultura.

De la LEY 397 DE 1997

Artículo 1º. Numeral 1 que define la cultura como el conjunto de rasgos distintivos, espirituales, materiales, intelectuales y emocionales que caracterizan a los grupos humanos y que comprende, más allá de las artes y las letras, modos de vida, derechos humanos, sistemas de valores, tradiciones y creencias.

Numeral 3. Que obliga al Estado a impulsar y estimular los procesos, proyectos y actividades culturales en un marco de reconocimiento y respeto por la diversidad y variedad cultural.

Del acuerdo 257 DE 2006

Artículo 90. El cual consagra la misión del Sector Cultura, Recreación y Deporte.

Artículo 94. Literal b el cual establece como función de la autoridad cultural del distrito diseñar estrategias de divulgación y conservación del patrimonio cultural tangible e intangible.

DECRETO 558 DE 2006 en el cual se consagra la organización y funciones de la autoridad cultural del distrito.

Artículo Primero. Facultar a la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte para que celebre convenios interadministrativos y/o de cooperación con las entidades de cultura del orden nacional y distrital; universidades públicas o privadas; escuelas de bellas artes de instituciones educativas entre otros y cuyo objeto sea promover y fomentar las expresiones culturales y artísticas, fortalecer los valores y la identidad cultural ciudadana, ofreciendo espacios físicos para que se realicen muestras de artes plásticas.

Artículo Segundo. Se podrá disponer de áreas y espacios de las distintas dependencias Distritales, como también parques y espacios públicos de la ciudad para la exposición de las obras de artes plásticas.

Artículo Tercero. La secretaría de Cultura, Recreación y Deporte reglamentará, en un plazo de seis (6) meses contados a partir de la vigencia del presente acuerdo, los mecanismos de selección y participación de los estudiantes y artistas plásticos y los procedimientos para el efectivo cumplimiento del presente Acuerdo.

Artículo Cuarto. Este acuerdo rige a partir de su sanción y publicación.