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Proyecto de Acuerdo 168 de 2011 Concejo de Bogotá, D.C.

Fecha de Expedición:
--/ 00/2011
Fecha de Entrada en Vigencia:
Medio de Publicación:
Anales del Concejo
La Secretaría Jurídica Distrital aclara que la información aquí contenida tiene exclusivamente carácter informativo, su vigencia está sujeta al análisis y competencias que determine la Ley o los reglamentos. Los contenidos están en permanente actualización.


 
 

PROYECTO DE ACUERDO 168 DE 2011
"Por medio del cual se adoptan medidas tendientes a la preservación de la memoria ancestral de Bogotá D. C  y se dictan otras disposiciones" 
 EXPOSICIÓN DE MOTIVOS 

1. JUSTIFICACIÓN Y ALCANCES DEL PROYECTO 

"Nosotros morimos tres veces. La Primera en nuestra carne, la segunda en el corazón de aquellos que nos sobreviven, y la tercera en sus memorias, que es la última tumba y la más glacial", J. Green Vaurouna.  

En muchos escenarios (académicos, institucionales, libros de historia, espacios de opinión) se discute si existe, en realidad, una memoria individual o colectiva; la conclusión no es afortunada: no tenemos memoria; "la muerte no llega con la vejez, sino con el olvido", sentenciaría Gabriel García Márquez. Por ello nuestra identidad es frágil e incompleta, a diferencia de nuestras comunidades y pueblos indígenas, afrodescendientes, raizales y gitanos, que mantienen viva su memoria, cosmovisión y su legado cultural. Aun así muchos símbolos, referentes, principios, usos y pilares culturales tienden a perderse; el epígrafe introductorio del libro Desde el Destierro, reflexiona sobre la importancia de la memoria, no sólo para conocer nuestra historia, sino como una necesidad humana para vivir y subsanar dolores y heridas acumuladas.  

Otros países han realizado trabajos y ejercicios de memoria histórica, aunque sobre épocas de conflicto, han sido catarsis para exorcizar el dolor,  sin odios, con valor, en un esfuerzo de re-significación de la identidad, como el caso de Argentina, donde las Madres de la Plaza de Mayo se han convertido en el símbolo de dignidad y perdón de su país. En Perú, como en Colombia las principales víctimas de la violencia fueron los pobres y excluidos que habitaban en regiones marginales. Si bien en Perú el gobierno derrotó a Sendero Luminoso y al Movimiento Revolucionario Tupac Amaru por la vía militar, la Comisión de la Verdad y Reparación logró establecer o restablecer la verdad y las responsabilidades de los culpables; los elementos de juicio para ello procedieron de testimonios, de diversos documentos a los cuales tuvo acceso; La Comisión logró que los presuntos responsables presentaran la versión de los hechos.  

En Sudáfrica el imperativo fue recordar, enfrentarse al pasado  con valor y franqueza para encarar el presente y proyectar el futuro. La Truth and Reconciliation Commission de Sudáfrica, TRC, rememoró 45 años de Apartheid y casi 30 de resistencia armada del Congreso Nacional Africano, ANC, y otras organizaciones. No era nada fácil enfrentarse a un pasado donde miles de surafricanos fueron sometidos a crueldades inhumanas y constantes violaciones de los derechos humanos. Un año después que Nelson Mandela, 1994, sale de la cárcel y es elegido presidente, se estableció la Comisión bajo la premisa de fomentar la unidad nacional y la reconciliación, pero desde la comprensión y sin afanes de venganza; cualquier posibilidad de agresión y/o repetición quedó en el pasado, la construcción de una memoria colectiva logró el perdón. A pesar de ello las víctimas no están del todo satisfechas, pues creen que sus testimonios han sido manipulados. Naciones Unidas señala que pese al acierto de la Comisión surafricana, la experiencia de las víctimas de presentar públicamente sus relatos de dolor ha dejado unas secuelas, cuyas consecuencias solo podrán ser evaluadas a largo plazo 

Colombia, tiende por el contrario al olvido, con enorme dificultad, se abrió paso el derecho de las víctimas de nuestra última guerra, aún no terminada, a la verdad. Hay unos pocos esfuerzos de memoria histórica que se empiezan a construir, los que sin embargo dejan aun, sentimientos de vacío y añoranza profundos: El eco de las voces olvidadas (rememora la historia de Cavineños de la Amazonía boliviana), Voces del Desierto (sobre la huella  que dejo el paramilitarismo en el Pueblo Wayuú de la Guajira; las AUC rompieron no sólo los códigos de honor de este grupo étnico, sino que produjo la ruptura del cordón umbilical de los indígenas con su cultura), Que cese el fuego (la reconstrucción de la verdad sobre la Toma del Palacio de Justicia por la guerrilla y la retoma militar).  

Otros ejemplos: La Masacre del Saldo, esa guerra no era nuestra, que rememora un episodio cruel del desenlace del conflicto que dejo miles y miles de víctimas, pero sus dolientes se resisten, a que éstas mueran en la memoria. "La última muerte y la más glacial"; Hoja de Cruz, recoge las huellas y desolación que dejó el paso Paramilitar por Atanquez, un caserío de población indígena Kankuama, que en menos de 10 años sufrió más de 300 asesinatos de sus miembros, miles de desplazados, centenares de mutilados, desaparecidos y un pueblo que pese a la adversidad vive de su memoria ancestral. "-Pero si ya nos mataron, y eso no tiene remedio, ¿para qué se recuerda?, dijo uno. -Para fijar en la memoria la historia que no debe repetirse, respondió el otro. -Entonces, ¿qué hay que hacer con los culpables?, replicó uno. "…Habrá que pedirles que se asombren y se espanten de lo que han hecho, para que no lo vuelvan a repetir", concluyó el otro. Esta reflexión de dos ancianos llevó a realizar la memoria histórica del Pueblo Kankuamo de la Sierra Nevada de Santa Marta.                              

De ese tamaño son los retos que debemos soslayar. No se trata solo de desempolvar recuerdos, hacer evocaciones, o añorar el pasado, sino de restablecer  valores, principios, cosmovisiones, el ideario, la mitología, la visión filosófica del mundo, del origen de la vida,  de nuestros más antiguos ascendientes y reivindicar su valioso aporte a la identidad de la Nación colombiana, pero por sobre toda para, parodiando a James Joyce: "…forjar en la fragua de nuestra alma, la conciencia increada de nuestra raza".  

Urge por ende, reescribir la historia, contándola desde la visión de los aborígenes, otorgándoles el sitial que el hombre europeo y más tarde el criollo, bien sea por arribismo, ignorancia o vergüenza, le negó. Nuestra historia, no empezó en 1499, fecha en la que por primera vez tocaron los españoles tierra de la que hoy es Colombia; ella se remonta a por lo menos 20.000 años antes de Cristo.  

Consideramos que el olvido es otra forma de violencia, por ello nuestro propósito no sólo propende recuperar esos referentes culturales, sino que estos se recreen y se vivan, que no se queden en un libro o informe.

Es también un esfuerzo de lucha contra la impunidad, como ocurre en muchos casos, citamos un ejemplo de ignominia que luego de 100 años, y hasta hoy, sigue impune y con muchas heridas por sanar, pese al arduo trabajo que han emprendido tanto los ancestros, como dirigentes indígenas de la Amazonía, donde ocurre la historia. El boom cauchero (1880 -1930) dejó unos 80.000 indígenas masacrados de forma brutal: mutilados, descuartizados, fusilados y quemados vivos. Amarrados al piso, presos en cepos donde sus verdugos hacían del látigo y la tortura un carnaval de infamia. Indefensos y humillados veían llegar la muerte, en un festín de sangre y horror. La cultura ancestral fue casi exterminada; La Casa Arana en Cabeza de Julio Cesar, su cuñado Pablo Zumaeta, Jacobo Berchillon y los colombianos Benjamín y Rafael Larrañaga, entre otros, amasaron riquezas incalculables y ganaron poder a costa de la existencia de varios pueblos. Cristóbal Buinage, dirigente Huitoto, explica cómo en La Chorrera -donde viven desde el origen, cuatro pueblos indígenas: Bora, Ocaina, Muinane y Huitoto- ocurrió: "un exterminio cruel, inhumano que hizo de esta región un Paraíso del Diablo: de los cuatro pueblos que éramos unos cien mil miembros; 40.000 huyeron a Perú, Brasil y Caquetá, el resto murieron".  

Algunos Referentes simbólicos y/o culturales a tener en cuenta

 "Nuestro pensamiento es universal, porque abarca cuanto existe es decir lo visible y lo invisible, los grandes misterios que encierra la naturaleza y que hasta ahora, el hombre no sabe, pues todo lo lleva a la química y a las ciencias, pero ignora que todas las cosas tienen su espíritu, inclusive las plantas, las piedras, todo esto conforma un pensamiento que va al universo, unido todo como un respiro, como un aliento. Este es un pensamiento que no lo he inventado yo, sino que tiene miles de años." Mamo Zeukukuy -Norberto Torres- Kankurwa Manchukua. (Libro Universo Arhuaco.  

Las reflexiones de nuestros mamos son nuestra guía, orientan el derrotero de los nuevos tiempos, y ello nos obliga a tomar los principios de su sabiduría ancestral: "Sus mensajes son poseedores de una gran sabiduría profunda y llenos de luz, fortaleza y humildad para interpretar todo lo que el hombre considera difícil"1. Desde la Sierra Nevada de Santa Marta, recomiendan conocer los elementos con que está hecho nuestro país, y despojarnos del culto por todo lo ajeno a lo nuestro. Valoremos con respeto y admiración el conocimiento de nuestros sabios-Mamos, igual que hacemos con los clásicos de distintos pueblos de la tierra. El Mamo Crispín Izquierdo Torres señala que el pensamiento milenario no es más que un razonamiento lógico de la vida con relación a las intimidades de respeto y reverencia a la madre tierra: Seynekun. "Esta tradición la hemos hecho práctica y oral desde hace 3600 años aproximadamente, desde cuando tuvimos asiento en esta Sierra Sagrada considerada corazón del mundo, antena de los continentes o pueblos de la sabia lógica Guirkunu, Chumdwa Zikw. La Sierra Nevada es nuestra casa sagrada, la forma como está distribuida geográficamente con sus fuentes de agua, sistema montañoso, tipos de minerales, especies botánicas y animales, conforman todo un cuerpo vivo que son la relación de nuestro razonamiento lógico con la naturaleza misma". 

La espiritualidad, religiosidad, principios ancestrales y prácticas cotidianas de reflexión o productividad   de los pueblos originarios son valores sagrados a tener en cuenta, lo mismo que la memoria de los sabios o ancestros que dejaron estas enseñanzas. Pero además de ello hay referentes tangibles e intangibles que no pueden desligarse de ellos, como los rituales, pagamentos, caminos, sitios sagrados, cerros, montañas, cementerios, lagos, fuentes de agua, algunos animales como serpientes, aves y otros como el asno y la mula indispensables en la cotidianidad socio-productiva de nuestros pueblos (adelante miraremos uno por uno). Así mismo las plazas de mercado, el trueque, los convites, mingas y elementos de comunicación como el cacho, el maguare y el fuego para el caso del pueblo Arhuaco.

Nuestro propósito -y esta es una misión que me encomendaron los mamos- restaurar el gobierno natural de Ati Seynekun, Madre Naturaleza; restaurar el Gobierno de Sé, gobierno del origen de Tierra, Agua, Viento y Sol, restaurarlo en nuestra mente, en la memoria, en nuestros sentimientos, en el espíritu y las acciones de nuestra vida personal, familiar, en comunidad y en sociedad. Esta restauración es un camino que requiere descubrir la esencia nativa que todos llevamos dentro, todos somos hijos del sol, nativos de agua y tierra, aliento del gran espíritu. Es también, una apuesta para avanzar hacia la interculturalidad, que haga de Bakatá una Mito-polis, una ciudad moderna que se reencuentra con la ley de origen, con el orden natural de Sé y los mitos aborígenes para planear el futuro.

Territorios y valores ancestrales 

Estos aspectos encierran todo el acervo cultural, espiritual, religioso, ritual, cosmogónico, pensamiento y todo el sentido de la vida: desde las vivencias cotidianas hasta lo sublime, lo complejo y sencillo, su filosofía, sabiduría y/o conocimiento ancestral. El territorio encierra una articulación con el tiempo, el cosmos y la naturaleza: fuentes de agua, montañas, ríos, animales, nubes, el viento, el fuego, el sol, la noche, el día, los árboles, en fin todos los seres vivientes y cada elemento de la naturaleza es un eslabón de la creación, todo es una cadena indispensable de la gran Obra: La vida. Hay además un lenguaje inteligible que conecta cada ser de la naturaleza para que el engranaje del universo funcione perfectamente; esa Fuerza o sabiduría está en las plantas sagradas, en los elementales, en cada ser viviente y en todo cuanto existe, en cada flor, en cada uno de los cuatro elementos: Fuego, Sol, Viento y Agua; cada ser o elemento cumple un papel vital y adquiere un valor simbólico de gran trascendencia, se convierte en referente cultural, sagrado o popular de los pueblos.

Lo ancestral no corresponde sólo a los pueblos indígenas, sino también a los pueblos afrodescendientes, Rom raizales y campesinos; en fin corresponde a todos los colombianos, lo ancestral es la raíz, es el origen, es el cordón umbilical que  nos une con los ancestros, con el pasado, inculca principios y fundamenta las bases identitarios de cada persona y/o comunidad; para el caso de nuestros pueblos esas raíces están sustentadas en el respeto a la vida y la naturaleza; como enseñan los mamos, en la ley natural: una ley sencilla de humildad, de mensajes de imitar lo natural y mantener un equilibrio tanto espiritual como material. 

La Tierra. Para los Arhuacos la Tierra es la madre, de ella emana la vida; no compartimos la ideología de los blancos que la tierra está al servicio del hombre y es para explotarla y hacer dinero. "Para nosotros la tierra es la madre que se debe preservar y respetar, ella nos provee de lo necesario para la supervivencia, lo que se le debe agradecer conservando los bosques y las montañas; de ella se adquieren los conocimientos filosóficos, científicos".  El Territorio contiene todo y todo es fundamental.

Sitios de pagamento. Son lugares dedicados a la reflexión y al culto; en ellos se ofrenda a la Naturaleza, a los espíritus, a los dioses creadores y la Madre Tierra para armonizar las semillas y que traigan buenas cosechas a las comunidades, estos sitios son entre otros: montañas, cerros, ríos, lagos,  Kankurwas o malokas, templos, caminos, tambos y/o algunos construidos con tal fin, como los santuarios muiscas. Para citar dos ejemplos, encontramos para el caso de los indígenas Awá de Nariño sus montañas son el icono por excelencia de los hablantes del awapit, porque también los árboles que contienen las montañas hablan este idioma. Los Awá son parte de la naturaleza, hijos de la montaña: Inkal, selva Awá. Además la montaña contiene otra serie de subreferentes, por así decirlo que forman el gran acervo simbólico del Pueblo de la Montaña: "Naturaleza, es todo lo que existe en la montaña como ríos, quebradas, pozos, riachuelos, árboles (el origen Awá emana del Árbol grande situado al centro de la montaña), medicina tradicional, expansión de las montañas, donde cazamos los animales y vamos a pescar; encontramos aves de diferentes especies: perdiz, pava, guálgaro, cotorra, paletón, pichilingo, loro, canchana… y nosotros los seres humanos vivimos en la naturaleza para conocer todo lo que existe en ella."2 Muchas cosas han sido trascendentales en algún momento, como lo fue el Coliflor en nuestra infancia de campo, un símbolo de belleza sin igual.

La Maloka y los Cerros. Para el caso de las culturas amazónicas se convierten en pilar sagrado no sólo de estos pueblos, son las columnas del universo: para los pueblos que lindan con el imponente río Apaporis en sus cerros y ríos reposan las columnas de la creación, el Cerro Sagrado de Yupatí, por ejemplo, es pilar de la maloka y columna del pensamiento indígena, otro cimiento es Chibiriquete en Araracuara y; el Cerro La Estrella y Serranía de la Libertad que reposan en el Apaporis, conforman las cuatro columnas del universo.

La Línea Negra. Para el caso de los cuatro pueblos de la Sierra Nevada de Santa Marta la Línea Negra es  bastión sagrado de estos pueblos milenarios; "allí nacieron primero los cerros, ellos son padres de todo: de los animales, de los pueblos, las plantas y aguas; en ellos está representado el universo", señalan nuestros mamos. El Mamo Zeukukuy, Norberto Torres, nos enseña que todo cuanto hoy existe, se originó en nuestra Casa Sagrada de la Sierra Nevada, donde se encuentran nuestros padres y madres, su representación en cerros, lagunas, piedras, reliquias sagradas, esto hace parte de nuestro pensamiento milenario que es universal y que los mamos por generaciones lo mantienen. "El mundo tiene nueve patrones que lo gobiernan y ellos son los que hacen posible el equilibrio del universo; estos se encuentran dentro de la Línea Negra y de aquí irradian para todos los hermanos menores, para el blanco, para todos nuestros hermanos indígenas que cuidan con nosotros la Sierra Nevada, como los Motilón, Wayuú o Guajiros a los cuales no debemos abandonarlos, con ellos debemos manejar nuestros territorios, en armonía", indica el mamo Norberto.

Estos cerros como Jukulwa y el Inarwa Tana o Alguacil, son profanados por los megaproyectos ideados  por el gobierno y las empresas multinacionales, que desconocen el valor espiritual y cultural que estos representan para los indígenas. Esto ha traído, dicen los mamos, como consecuencia que en Colombia haya mucha violencia, "pero no sólo sucede esto, sino que también el gobierno se ha dedicado a acabar con nuestro pensamiento, con nuestra ideología propia, con lo esencial para los mamos, pero todavía existimos quienes conservamos lo que nos queda" (Universo Arhuaco, ibídem).

En Bakatá los muiscas tienen santuarios, lagunas y cerros que son sagrados, que les debemos ayudar a preservar, Fucha, el Lago Tibabuyes, sus ríos, las lagunas que son el santuario de Bachue, y los mismos nombres de sus dioses: Chiminiguagua, Bochica, Bachue; Zhue y Chia: Sol y Luna); y/o los nombres de sus zipas (Cundinamarca) y Zaques (para el caso de Boyacá) como Tisquesusha (tercer Zipa) y Sagipa o Sagesagipa (cuarto y último Zipa) y su adorada Zoratama; o el Zipa Saguanmachica que libró la última batalla, en Chocontá, con el Zaque Michúa, de las castas guerreras chibchas.

En los tomos de Historia de Bogotá3, se dice que la ciudad se asentó en medio de comunidades muiscas, una de las culturas más desarrolladas y populosas del nuevo reino. "Si en materia urbana no tuvo mayor repercusión la impronta indígena, su alta concentración en la sabana si tuvo consecuencias directas e indirectas en la definición de características globales, en términos socioculturales. (p. 19) La primera mitad del siglo XVII, Santafé fue una ciudad predominantemente indígena, en términos estadísticos y culturales: 70%. "Hasta finales del Siglo XVIII puede observarse la intercalación de capas medias compuestas por artesanos, mestizos y tenderos. Los barrios de castas en la periferia rodearon el triángulo fluvial; centro y sur, colgado de los cerros, uno de los más importantes del Siglo XVII fue Puebloviejo. En el norte, allende el río Vicachá -San Francisco-, Pueblonuevo se convirtió en el principal barrio de viviendas indígenas y mestizas; núcleo del Barrio Las Nieves, el más populoso de la ciudad. (p. 20)

La ciudad, como vemos, está fundamentada en raíces ancestrales y sobre todo en una herencia muisca que debemos reivindicar su memoria. Son muchos los rituales y festividades ancestrales, citamos sólo algunos ejemplos para dar una idea de nuestra gran riqueza ancestral, que en muchos casos desconocemos.

El Festival del Maíz Muisca, Suba. De las tradiciones populares del Pueblo Muisca esta cobra especial trascendencia, como indican sus autoridades tradicionales al rememorar su origen, como descendientes del imperio Chibcha y linaje maya. Es fundamental para los muiscas institucionalizar esta ceremonia, que antes practicaban como ritual en familia. Niños muy pequeños, jóvenes, mujeres y ancianos salen con gran entusiasmo a recorrer el camino que marcaron sus ancestros y que hoy les identifica como hijos de Zhue, Padre Sol, y la diosa Jizca Chia (Luna), que unen sus vínculos cósmicos con la Creación, cuando los dioses Chiminiguagua, Bochica y la diosa Bachue, dieron origen al universo.    

Celebración Muisca Jizca Chia Zhue: Boda del Sol y la Luna, Bosa. Con el compromiso y ánimo de fortalecer la cultura indígena muisca y su memoria histórica, el Pueblo Muisca de Bosa celebra esta gran festividad, máxima celebración en torno a la cual se realizan actividades culturales y recreativas, danzas, bailes y presentación de grupos musicales. Para los muiscas la luna es una de sus divinidades y rendirle culto es tradición milenaria. El ritual del Sol se ofrenda y se implora la abundancia  de las cosechas

En el Cauca los Nasa celebran con gran intensidad el ritual del Sakhelu para ofrendar a los espíritus y armonizar las semillas con el ánimo que traigan buenas cosechas a las comunidades.

En Putumayo, Valle de Sibundoy, se celebra el Kalusturinda, Festival del Perdón máxima expresión cultural, oral y artística de los pueblos Inga y Kamënsá; en él confluyen la danza, la memoria histórica de los ancestros y su legado de sabiduría, alegría y armonía con la naturaleza, su gratitud a la Madre Tierra y la Creación.

En la Sierra Nevada de Santa Marta los Mamos realizan sus pagamentos para mantener la armonía con Sé, orden natural y procurar el entendimiento entre diversas culturas; enseñan y orientan el cuidado y respeto por el agua y la naturaleza, para proteger el legado ancestral y la vida en el planeta. Muchos pueblos Mambean, consumen la hoja sagrada de coca; hacen mingas para reflexionar cómo comportarse en familia y en comunidad. Los Muiscas, Kichwa, Pastos, Inga, Nasa y pueblos andinos celebran el Inti Raimy, gran fiesta para ofrendar al padre sol.

Pueblos como los Bora, Miraña, Murui, Okaina, Huitoto, Makuna y Tucano, entre otros, practican el Yurupari, máximo ritual de ayuno y limpieza para que quienes hayan cometido errores pidan disculpas a la naturaleza y  fortalezcan su cultura.

Los pueblos  Inga, Kamëntzá, kofanes y sionas encuentran en las plantas sagradas una fuerza portentosa para sanar cuerpo, mente y espíritu: El ritual del Yagé. Tomar Yagé es una experiencia de fascinación indescriptible, es la comprensión espiritual por antonomasia y terapia para descansar de cualquier fatiga: "tomar el sagrado remedio es vida, es comunicarse con su origen, con nuestros antepasados, con la naturaleza, es sembrar vida..." diría palabras más palabras menos el Taita Inga, Víctor Jacanamijoy, sabedor del Ambiuaska. El Pueblo Matapi, a orillas del Miriti-Paraná mantiene viva la danza del Chontaduro: El Tori, festival de la chicha, en honor al Padre del chontaduro, su Creador. 

Caminos, el Trueque y las Plazas de Mercado 

"Una oleada de nuevos conquistadores ha vuelto. Podríamos decir mejor que no se han ido nunca; ahora son más violentos, más intensos, con más dinero y armas destructivas. La fiebre del oro y la plata de la primera conquista no les dejo ver los bosques, el agua, el conocimiento; de pronto la codicia nos salvó a muchos pueblos, porque se llevaron apenas lo más visible y lo que era valioso en ese entonces… Vienen hasta por los olores de las plantas, por las palabras bonitas de los abuelos y abuelas, por el conocimiento de los sailas y jaibanás, hasta por un sitio que solo tiene el mérito de estar más cerca de un río, del mar, de Europa o de Estados Unidos; con esas cosas sagradas pueden hacerse negocios y se las quieren llevar", Observatorio Indígena de Políticas Públicas de Desarrollo y Derechos Étnicos4. (Cecoin)  

Sin duda los caminos marcaron un hito en la historia de la humanidad. Convertidos en símbolo emérito de construcción afectiva, y efectiva del desarrollo económico, social y cultural, los caminos fueron los primeros instrumentos de comunicación e intercambio no sólo de productos, sino de interacción cultural.

La historia de los caminos reales traza la senda por donde se hace la sociedad y el espíritu de la nación… "Son muchos los caminos de los pueblos y su historia es un registro formidable de la modulación de la identidad; de los cambios que se reciben y de los que se dan. Esos caminos de ida y vuelta son los que comunican bien", explica Mariano Useche Lozada en: Caminos reales de Colombia. En el mismo documento el historiador Jorge Orlando Melo, plantea que el camino, "en toda sociedad, es la señal la vía para el intercambio de variedad de productos, pero sobre todo intercambio de experiencias culturales, de técnicas, de habilidades y conocimientos…  El camino es la posibilidad de  descubrir que el hombre no hace las cosas según la naturaleza sino según la cultura, según lo que aprende y crea (de crear). Poder tener relaciones con el pueblo vecino es poder establecer también una comunidad. Sin el camino, sin el correo no se configura esa comunidad imaginada que es la nación"5.

Para los pueblos indígenas y el pueblo colombiano el camino no sólo es un símbolo de ayer, sino que es un espacio para recrear la memoria, que posibilita reconstruir los hilos familiares y comunitarios de la historia. Los recuerdos más preciados de cualquier campesino, están en ese escenario real que es el camino. Los caminos han sido llevados al cine, a la música; cómo no recordar esa añoranza carranguera de Jorge Veloza o Los Filipichines del Cocuy cantando al campesino y los caminos, de la vereda a la ciudad y a los amores; porque los campesinos no encuentran sus amores en las tabernas sino en los caminos. Pero también le ha rendido culto Carlos Gardel, maestro argentino, quien evoca cómo el tiempo ha borrado el caminito; el camino fue compañero, amigo y/o cómplice de amores y desamores, de alegrías y tristezas de todo un legado de pueblos…

Lo que no hemos llevado es a la memoria nacional al Camino que van tan ligado al mercado y al intercambio de los pueblos conocido como el trueque. Cualquier Campesino: indígena, afrodescendiente, mestizo, mulato u otro… no puede desligar estos tres aspectos tan cargados de significación en la vida de los pueblos y que hoy deben ocupar un lugar privilegiado en la memoria histórica y en la enseñanza practica como fundamento de nuestra identidad, como son: El Campo y Campesino, Camino, Trueque y Plaza de Mercado. Sumado a ellas otros elementos se hacen casi que indispensables, no hubiese sido posible atravesar vetustos senderos del altiplano cundiboyacense sin la compañía de un buen cabalgar: Caballos, Mulas o Asnos, estos animales son imposible de desligar de la cultura campesina y/o urbana de nuestra herida nación, incluso hasta el siglo pasado todavía las mulas cabresteaban el tranvía urbano.

Hoy no sabemos, realmente, quién es más burro: si el jumento que se extingue por la inclemencia del olvido o el mismo hombre que ha propiciado la muerte eterna del semoviente que le acompañó y le propicio utilidad para vivir. En memoria de ello: caminos, trueque, plazas de mercado y los elementos que le componen como cabalgares y otros deben ser protegidos en sendos Planes de Salvaguarda como elementos beneméritos de la cultura nacional, más teniendo en cuenta su legado histórico.

Desde el origen de la humanidad ya existían los caminos, los pueblos hebreos, israelititas, filisteos, amonitas… libraron sus guerras de conquista a través de los caminos de la "tierra prometida". En la época prehispánica los pueblos indígenas se comunicaban e intercambiaban productos a través de los caminos: una memoria muy somera vemos como los principales puntos de movilización a través de caminos era el altiplano cundiboyacense. Bakatá Simijaca, Ubaté, Guachetá, Zipaquira y todo el norte hasta Tunja y Somondoco en Boyacá, esto comprendía el camino del Indio de Suba. Recordemos que Zipaquira era centro de Sal y de Boyacá  traían mantas, cereales, tubérculos y esmeraldas, que además de ser productos pilares del mercado y el trueque llegaron a ser motivo de disputa entre zipas y jaques. Más al centro-norte de Boyacá Cerinza, Tutasá, Susa, Susacon, Soatá y en Jericó los Laches recorrían los caminos con sus productos y además realizaban mercados comunitarios una vez a la semana, una herencia que hoy se conserva, sólo que hoy es compra y vende ya no hay intercambio.     

Más al sur de Bakatá  por Usme, Cáqueza y Fusagasuga el camino conducía a Sumapaz, donde los muiscas poseían  santuarios para rendir tributo a la naturaleza y a sus dioses. Por Funza el camino a la sabana, duro incluso todo el tiempo de la colonia y hasta bien avanzada la República, como lo recuerda Eugenio Díaz Castro en su Obra Manuela, que estos caminos se cruzaban por las grandes haciendas hasta llegar a Ambalema, donde por entonces se producía la bonanza tabaquera. Los cuatro ejes de caminos fueron conocidos por los españoles que incluso los utilizaron para exterminar nuestro legado ancestral y que luego se convirtieron en los cuatro principales caminos que rodearon la capital, mientras que en otras partes del país también los pueblos se unían por el camino.

No podemos dejar de citar el ayu y la chicha, elementos transcendentales de nuestros pueblos. La chicha como hija del maíz, símbolo por excelencia de las familias chibchas que junto con la cultura Inca, Maya y Olmeca provienen del Maíz. Del Ayu depende el desarrollo de la ideología propia de la comunidad, para el caso del pueblo arhuaco. El Ayu, hoja sagrada de coca, es la forma de guardar la igualdad del uno al otro. Cuando se utiliza el cambio se está mostrando la igualdad. El ayu es también parte del control moral.  

Oralidad

El escritor colombiano Hugo Niño, galardonado en dos ocasiones con el premio Literario Casa de las Américas, señala que la cosmogonía indígena está presente en todos los actos diarios, está presente a la hora de convivir con el medio, con la naturaleza; "se trata de una cosmogonía, de un sistema de valores que es pragmático en el sentido de que es ético por un lado y aplicable a acciones concretas por el otro. No es ni mucho menos utilitarista, que es hacia donde conducen las formas de pensar y de actuar basadas en el dinero, características de nuestra sociedad occidental". 

Para los pueblos indígenas, incluso para muchos pueblos del país, cobra especial vigencia la oralidad, es parte de nuestra idiosincrasia nacional; tiempo a, nuestros abuelos hablaban de las grandes epopeyas y nos llenaban de emoción con cuentos mitológicos recogidos de la tradición oral, quizá como herramienta para huir de la desaforada modernidad, a las que no se está obligado a rendirse, si no se quiere; o en el mejor de los casos aprender a vivir en la modernidad, pero teniendo como fundamento nuestras raíces.  

La narración oral es otro fundamento de nuestra memoria, por ello es imprescindible, recrear la lírica, la poesía indígena y por qué no los cuentos, frases celebres, dichos o refranes que constituyeron en algún momento un pilar de las comunidades y familias de nuestros territorios, como por ejemplo la epopeya de Gitoma, el Chilam Balam o las narraciones del Gran Cumbal. De paso ello nos conlleva a recrear la aldea como espacio d encuentro e intercambio cultural como lo fue y aun lo es: "el regreso a formas de vida aldeana son una evidencia de eso, la gente quiere vivir ahora en pequeñas comunidades. Incluso en las grandes urbes la gente quiere formar pequeñas aldeas donde se recupere el ínter actuar personal, donde se recuperen las valoraciones", concluye Niño. El siguiente Poema del Pueblo Muisca habla por sí solo de esas añoranzas y esperanzas:  

Quiero con mi mente recorrer aquellos lugares, aquellos sitios sagrados con el olor a monte,  que mis pies visitaron ansiosos desde niño; ver las hojas que destilan gota a gota un líquido precioso mejor que la miel; oír el murmullo, el trinar de los pajarillos, hacerme una casita entre las arzas y tunos y contarle al mundo que siente.

Pero…  ya mis pasos no pueden caminar por allí; ya no están los montes, ni aquellos arbustos; destruyendo los senderos amados por mi infancia; las gotas de de vida, que felices caían, ya no existen; agonizan los cuerpos, ya no hay cantos, ya no se pueden hacer casas entre las zarzas y tunos ¿qué podré contarle a mis hijos?, Gonzalo Gómez Cabiativa, indígena muisca, Suba.      

Son muchos referentes culturales que encierran la memoria ancestral, pero en el desarrollo del proyecto se irá numerando cada uno. No obstante hemos querido hacer una descripción de los más propensos al olvido y de los que han sido de una u otra forma pilares e imprescindibles en la vida de nuestros pueblos.  Y habrá otros referentes de nuestra historia como los primeros mecanismos de provisión de Aguas en esta capital, que fueron primitivos, rudimentarios durante el Siglo XIX, pero que fueron más comunitarios que individuales, por ejemplo las fuentes de Agua pública. La Historia de Bogotá, indica que la ciudad se abastecía con corrientes que bajaban de oriente a occidente, principalmente de los ríos San Francisco, Arzobispo y Manzanares, afluente este último del San Agustín. De allí salían las cañerías que llevaban el agua a las pilas y de allí las tomaban las aguadoras que las llevaban a las casas… en 1829 eran 132 viviendas que disfrutaban en Bogotá de "mercedes de Agua"6,

Concluimos con un mensaje del Mamo Avinteiru, Juan Bautista Villafañe, quien nos invita reencontrar nuestra verdadera identidad. "Todavía es tiempo para lograr ese gran esfuerzo, que nosotros los mamos y ustedes estemos pendientes. A diario y en todo momento, nuestra reflexión desde lo más alto de la Sierra es porque la humanidad vuelva a buscar su verdadero equilibrio… Sabemos que hay hermanos menores con buenos sentimientos, con buenas ideas, pero lo único malo que vemos es que de pronto las bases de ustedes no las han podido cimentar muy bien. Los han estratificado con las carreras, las profesiones, para alejarlos, para desunirlos y así, cada uno se especializa en su campo, y no lo hace por su hermano, sino para salir avante en lo que sabe y eso es irse desequilibrando. No solamente el pensamiento, se va a desequilibrar la idea que nosotros tenemos en función de lo que representan las grandes riquezas que posee la tierra. Así vemos como milenariamente, cuando existían las grandes vegetaciones en estos valles, en estas montañas se vivía en una armonía completa".  

Por fortuna, hemos visto que hay iniciativas desde colectivos culturales y artísticos, sectores sociales y la academia cada uno desde sus respectivas orillas también promueven el valor de los saberes ancestrales y el rescate de la memoria como pilares de convivencia, de la democracia y del Estado Social de Derecho, sumando su voz a la iniciativa nuestra, lo cual es muy grato. Escritores y poetas como Alfredo Molano, William Ospina, Gloria Amparo Rodríguez, Ángela Santamaría, Abelardo Ramos -indígena nasa- (sólo por nombrar algunos) junto a un grupo cuantioso de respetables docentes universitarios han emprendido una labor loable por la recuperación de la Memoria Ancestral. 

Distintos artistas, movimientos sociales y estudiantiles hacen lo propio. Cada día aumentan escenarios de   artes escénicas, orales y narrativas, recreando la mitología, cosmogonía y cotidianidad de los pueblos indígenas y su migración a espacios urbanos, y los esfuerzos que  implica preservar su identidad. En el caso de la capital, Bakatá su nombre muisca, un primer paso sería restaurar los nombres ancestrales; recuperar esa memoria ancestral de nuestra Bakatá, conocer su historia para valorar y cuidar su legado y proteger sus recursos: ríos, humedales, quebradas, árboles y parques, su ecosistema y sistemas primitivos de comunicación que no fueron otros que los caminos y las señales.  

La sanación y preservación de nuestra madre naturaleza no puede ser un reto solamente de los artistas o indígenas, es un reto y obligación de la ciudad, del país, de la humanidad, como diría el escritor y poeta William Ospina: "para que pueda renacer ese tesoro natural de Bakatá, no basta poner costosas plantas de tratamiento donde desembocan las aguas tributarias: es necesario poner plantas de tratamiento en la cabeza de los ciudadanos, que aportan sin tregua sus desechos, detergentes, su papel y su plástico"… sus basuras. El escritor llama al despertar de la Memoria Ancestral: "No es indispensable que una ciudad nos haga felices para amarla… es indispensable que nos permita sentirnos parte de ella, identificarnos con su historia, sus leyendas y mitologías… Necesitamos conocerla y reconocerla. Que nos haga sentir parte de sus sueños y de su memoria. Es urgente que las artes nos ayuden a recuperar esa memoria perdida, las leyendas que duermen en sus calles y sus parques, el relato escondido bajo la losa de la modernidad"7. 

Es de lo más valioso fortalecer nuestras lenguas, ellas son el pilar de la existencia de nuestros pueblos y de nuestra identidad nacional, no obstante no se le ha prestado la atención necesaria y el más reciente informe de la UNESCO reveló que en menos de 100 años podrían desaparecer unas 7.000 lenguas nativas. Es William Ospina, quien vuelve a recordarnos la memoria: "No habrá lengua, por grande o pequeña que sea, por vigente o menguante, que no tenga un pasado sublime y milenario. En sus silabas no viajan solamente sonidos y sentidos, sino sentimientos, visiones y dioses"8.          

Antes de pasar a describir cada uno de estos elementos, no podemos dejar de citar, un documento valioso que recogió la historia de la sistemática Violencia política contra pueblos indígenas en Colombia 1974 - 20049, pero que además de ello plantea que es urgente: "Fortalecer la identidad cultural y el pensamiento de los pueblos como principal fortaleza de unidad, de defensa de nuestros derechos y planteamiento de propuestas de paz para el país y para las comunidades. En ese sentido, acudir a los mayores, a los viejos, a los médicos y autoridades tradicionales, taitas, chamanes, sabios, jaibanás, para recibir sus concejos en la atención a los problemas generados por la guerra" y el olvido.               

El rescate de la memoria y la identidad debe darse en un escenario de diálogo intercultural, esto implica inicialmente, el reconocimiento de culturas ancestrales y modernas o mejor dicho el encuentro, más no choque entre tradiciones y prácticas que fomenten nuevas formas para entender a la naturaleza y al hombre.  

Nuestros antepasados entendieron que la armonía de los elementos: el agua, la tierra, el aire y el sol era necesaria para su supervivencia. Hace tan sólo menos de dos años que en Bogotá, específicamente en la localidad de Usme, fue descubierto un cementerio Muisca, noticia que impacto a los bogotanos y a la misma administración distrital que tenía previsto desarrollar un proyecto de vivienda en dicha zona. Tal hecho no fue casual, pues fue una manifestación de los antepasados Muíscas que no están alertando de la inconsciente expansión urbana de la capital la que no es sustentable. Debe darse un nuevo rumbo a la planeación de la ciudad y a las prácticas de sus habitantes.  

En virtud de todo lo expuesto, presentó está iniciativa, que propende por la protección y el rescate de la memoria histórica de los pueblos y sus referentes o iconos culturales, con el fin de que se difunda ampliamente a través de todos los medios de comunicación, se adopte como materia de  enseñanza en escuelas, colegios y universidades, al igual  que este presente en Museos, bibliotecas, espacios públicos, exposiciones y conferencias, para que hagan parte del imaginario de nuestra sociedad.  

Considero que una acertada conmemoración de los doscientos años de independencia del reino de España, sería la aprobación de la presente iniciativa, ya que reivindicaría nuestros verdadera origen como nación, somos el producto de tres componentes básicos: el indio, el europeo y el negro, sin preponderancia de ninguno de ellos, como ha venido siendo, con quienes se creen de origen europeo. Ello haría justicia, a la larga lista de atropellos infringidos por éstos últimos, a las otras dos razas, que configuran el pueblo colombiano.

Rescatar pues la memoria histórica, los mitos y leyendas, los usos y costumbres  de los pueblos indígenas exterminados y de aquellos que lograron sobrevivir, es también darle a nuestras futuras generaciones un pasado que no siempre fue sangriento y violento, que no siempre se cimento en la vulneración de los derechos y las libertades del otro, que no siempre fue egoísta, corrupto y codicioso. Creemos que ello colaborara a construir la autoestima, tan deteriorada del pueblo colombiano.  

2. OBJETIVO:

 El presente proyecto de acuerdo busca rescatar del olvido la memoria ancestral de los pueblos originarios de Bakata, hoy Bogotá D. C.,: su  historia, sus mitos, sus usos y costumbres, su tradición oral, sus fiestas, sus manifestaciones culturales de todo orden, su sistema de comercio, sus vías de comunicación. 

3. SUSTENTO JURÍDICO

3.1.NORMAS INTERNACIONALES 

* DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS.

Aprobada el 13 de septiembre de 2007, por la ONU, consagró el derecho de los pueblos indígenas al respeto y preservación de sus tradiciones en especial en los artículos que transcribimos: 

Artículo 13 
1. Los pueblos indígenas tienen derecho a revitalizar, utilizar, fomentar y transmitir a las generaciones futuras sus historias, idiomas, tradiciones orales, filosofías, sistemas de escritura y literaturas, y a atribuir nombres a sus comunidades, lugares y personas y mantenerlos.
 

2. Los Estados adoptarán medidas eficaces para garantizar la protección de ese derecho y también para asegurar que los pueblos indígenas puedan entender y hacerse entender en las actuaciones políticas, jurídicas y administrativas, proporcionando para ello, cuando sea necesario, servicios de interpretación u otros medios adecuados. 

Artículo 15

1. Los pueblos indígenas tienen derecho a que la dignidad y diversidad de sus culturas, tradiciones, historias y aspiraciones queden debidamente reflejadas en la educación pública y los medios de información públicos.

2. Los Estados adoptarán medidas eficaces, en consulta y cooperación con los pueblos indígenas interesados, para combatir los prejuicios y eliminar la discriminación y promover la tolerancia, la comprensión y las buenas relaciones entre los pueblos indígenas y todos los demás sectores de la sociedad.

Si bien Colombia fue uno de los 11 países que se abstuvo de votar la declaración en comento, no por ello deja de ser importante su cita para que coadyuve, como sustento jurídico de la iniciativa.

3.2 NORMAS NACIONALES:

3.2.1 CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE COLOMBIA. 

ARTICULO 7. El Estado reconoce y protege la diversidad étnica y cultural de la Nación colombiana.

ARTICULO 8. Es obligación del Estado y de las personas proteger las riquezas culturales y naturales de la Nación.

ARTICULO 70. El Estado tiene el deber de promover y fomentar el acceso a la cultura de todos los colombianos en igualdad de oportunidades, por medio de la educación permanente y la enseñanza científica, técnica, artística y profesional en todas las etapas del proceso de creación de la identidad nacional.

La cultura en sus diversas manifestaciones es fundamento de la nacionalidad. El Estado reconoce la igualdad y dignidad de todas las que conviven en el país. El Estado promoverá la investigación, la ciencia, el desarrollo y la difusión de los valores culturales de la Nación.

ARTICULO 72. El patrimonio cultural de la Nación está bajo la protección del Estado. El patrimonio arqueológico y otros bienes culturales que conforman la identidad nacional, pertenecen a la Nación y son inalienables, inembargables e imprescriptibles. La ley establecerá los mecanismos para readquirirlos cuando se encuentren en manos de particulares y reglamentará los derechos especiales que pudieran tener los grupos étnicos asentados en territorios de riqueza arqueológica.

3.2.2. LEYES  

LEY 397 de 1997.

ARTICULO 1o. DE LOS PRINCIPIOS FUNDAMENTALES Y DEFINICIONES DE ESTA LEY. La presente ley está basada en los siguientes principios fundamentales y definiciones: 

….5.Es obligación del Estado y de las personas valorar, proteger y difundir el Patrimonio Cultural de la Nación.  

6. El Estado garantiza a los grupos étnicos y lingüísticos, a las comunidades negras y raizales y a los pueblos indígenas el derecho a conservar, enriquecer y difundir su identidad y patrimonio cultural, a generar el conocimiento de las mismas según sus propias tradiciones y a beneficiarse de una educación que asegure estos derechos.

PATRIMONIO CULTURAL DE LA NACION  

ARTICULO 4o. DEFINICION DE PATRIMONIO CULTURAL DE LA NACION. El patrimonio cultural de la Nación está constituido por todos los bienes y valores culturales que son expresión de la nacionalidad colombiana, tales como la tradición, las costumbres y los hábitos, así como el conjunto de bienes inmateriales y materiales, muebles e inmuebles, que poseen un especial interés histórico, artístico, estético, plástico, arquitectónico, urbano, arqueológico, ambiental, ecológico, lingüístico, sonoro, musical, audiovisual, fílmico, científico, testimonial, documental, literario, bibliográfico, museológico, antropológico y las manifestaciones, los productos y las representaciones de la cultura popular.

Las disposiciones de la presente ley y de su futura reglamentación serán aplicadas a los bienes y categorías de bienes que siendo parte del Patrimonio Cultural de la Nación pertenecientes a las épocas prehispánicas, de la Colonia, la Independencia, la República y la Contemporánea, sean declarados como bienes de interés cultural, conforme a los criterios de valoración que para tal efecto determine el Ministerio de Cultura.  

ARTICULO 5o. OBJETIVOS DE LA POLITICA ESTATAL EN RELACION CON EL PATRIMONIO CULTURAL DE LA NACION. La política estatal en lo referente al patrimonio cultural de la Nación, tendrá como objetivos principales la protección, la conservación, la rehabilitación y la divulgación de dicho patrimonio, con el propósito de que éste sirva de testimonio de la identidad cultural nacional, tanto en el presente como en el futuro. 

ACUERDOS: 

El acuerdo 359 de enero de 2009 del Concejo de Bogotá D. C., mediante el cual se establecen los lineamientos de política pública para los indígenas en Bogotá, D.C. y se dictan otras disposiciones

ARTICULO 5°. PRINCIPIOS. La Política Pública para la Población Indígena en Bogotá, D.C., se regirá por los siguientes principios:

5.1. Diversidad e integridad étnica y cultural. La Administración Distrital garantizará el reconocimiento y respeto de las diferencias étnicas y culturales y velará por la integridad de los derechos de los indígenas en Bogotá, D.C., como individuos y como sujetos colectivos de derechos fundamentales.

5.2. Interculturalidad y Multiculturalidad. La Administración Distrital propiciará un ambiente de convivencia respetuosa entre las personas procedentes de diferentes pueblos indígenas y tradiciones culturales coexistentes en Bogotá, D. C. y promoverá, sin distinción alguna, el reconocimiento de los valores y aportes de cada uno de estos grupos y tradiciones, así como el respeto reciproco y solidario entre los mismos.

ARTICULO 6°. LINEAMIENTOS DE POLITICA. Sin perjuicio de los procesos participativos y de consulta con los pueblos indígenas que la administración distrital deberá realizar para la expedición de la Política Pública para la Población Indígena en Bogotá, D. C y del resultado de los mismos, ésta política incluirá en su conjunto los siguientes ejes:

6.1. Fortalecimiento de la identidad cultural y ejercicio de derechos de los pueblos indígenas en el Distrito Capital y mejoramiento de sus condiciones de vida.

6.3. Promoción de relaciones de entendimiento intercultural entre los indígenas y el conjunto de la población bogotana.

6.4. Promoción de Bogotá, D.C. como ciudad multiétnica e intercultural, incluyente de todos los grupos culturales y sociales con identidades indígenas particulares. Una ciudad solidaria y respetuosa de la diversidad.

7.5. Generación de Interculturalidad. Con el objeto de propiciar un ambiente de convivencia respetuosa entre las personas procedentes de diferentes pueblos indígenas y tradiciones culturales, coexistentes en Bogotá, D.C., este eje deberá incluir:

7.5.1. Promoción de educación intercultural a todos los niveles del sistema escolar de la ciudad, de manera que el reconocimiento y respeto de las diferencias étnicas y culturales - en particular la representada por los pueblos indígenas del país - se afiance en el ethos de la capital del estado colombiano.

7.5.2. Fomento a la comprensión y gestión intercultural del territorio y el ambiente. Deberán desarrollarse iniciativas y proyectos de apropiación, planificación y gestión del territorio y el ambiente, desde perspectivas interculturales, a efectos de recuperar saberes ancestrales, generar conocimiento apropiado y arraigo cultural en una perspectiva de sostenibilidad ambiental de mediano y largo plazo.

7.5.3. Fomento a la participación de los indígenas en la ciudad en los escenarios culturales distritales y en general en el sistema distrital de cultura.

7.5.4. Impulso al reconocimiento, respeto y valoración mutua entre las culturas indígenas y no indígenas, a través de los medios masivos de comunicación. Con énfasis en estrategias y campañas de prevención de toda forma de discriminación contra la población indígena. 

4. COMPETENCIA DEL CONCEJO

De conformidad con el artículo 313 de la Constitución Política, el numeral 1 del artículo 12 del Decreto 1421 de 1993,  el Concejo de Bogotá es competente para dar vida jurídica a la presente iniciativa. 

5. IMPACTO FISCAL

El presente proyecto de Acuerdo, no tendrá impacto fiscal alguno, de conformidad con lo establecido en el artículo 7º de la Ley 819 de 2003. 

Su desarrollo se encuentra dentro de los siguientes proyectos contenidos en el Plan de Desarrollo del Distrito:  

* Transformación pedagógica para la calidad de la educación.

* Investigación e innovación educativa y pedagógica para mejorar la calidad de la enseñanza y el aprendizaje.

* Bogotá intercultural, patrimonios y memorias.

* Sostenibilidad integral del sistema distrital de parques

* Cultura para la ciudadanía activa.

 Con el fin de dilucidar, los alcances del artículo 7 de la ley 819 de 2003, me permito a continuación, transcribir, apartes de algunas de las sentencias proferidas por la Corte Constitucional, con relación al tema. 

Manifiesta en sentencia C- 502 de 2007, que el requerimiento general establecido en el art. 7 de la Ley 819 tienes tres connotaciones importantes: "Primero, que es exigible sólo para los proyectos de ley que ordenen gasto o que otorguen beneficios tributarios; segundo, que el mismo debe cumplirse en todo momento, es decir, durante todo el trámite legislativo -tanto en la exposición de motivos, como en las ponencias-, y, tercero, que el Marco Fiscal es un referente obligatorio para el análisis del impacto fiscal de los proyectos de ley." 

En la misma sentencia cita apartes de la decisión contenida en el fallo C -856 de 2006, en el que la misma instancia manifestó: 

"A juicio de la Corte, del análisis gramatical de las disposiciones reseñadas no es posible inferir la existencia de mandatos imperativos al Gobierno Nacional para la ejecución de gasto público.  En contrario, los artículos objetados se restringen a hacer alusiones genéricas al apoyo financiero estatal al teatro y a las artes escénicas, sin que constituyan dispositivos que restrinjan las competencias del Ejecutivo en la conformación del proyecto de ley de presupuesto.  Desde esta perspectiva, es claro que la decisión sobre la incorporación de partidas destinadas a la financiación de los objetivos y metas fijadas por el proyecto de ley continúa sujeta a las normas constitucionales y orgánicas que regulan la configuración de la ley de presupuesto. Así, no es posible afirmar que los artículos objetados por el Gobierno constituyan el desconocimiento del balance entre poderes, propio del proceso presupuestal.  

"Inclusive, podría argumentarse válidamente que las normas objeto de censura por parte del Ejecutivo son apenas desarrollo legislativo de los artículos 70 y 71 de la Carta Política, que imponen al Estado los deberes de promover y fomentar el acceso a la cultura en todas sus formas; y crear incentivos para las personas e instituciones que desarrollen y fomenten las distintas manifestaciones culturales.  Por ende, en la medida en que las normas objetadas no contienen mandatos imperativos al Gobierno para la ejecución de gasto público y, en últimas, reafirman fines estatales previstos por el Constituyente, no es viable afirmar su contradicción con las normas orgánicas en materia presupuestal." 

Finalmente, la Corte afirmó que los requisitos establecidos en el art. 7 de la ley 819 de 2003 sólo son aplicables para los proyectos de ley que ordenen gasto o que otorguen beneficios tributarios. Con base en esta precisión, definió que la mayoría de las objeciones presentadas a este respecto contra el proyecto de ley del teatro colombiano eran infundadas, puesto que las normas atacadas no constituían mandatos imperativos de gasto para el Gobierno Nacional, sino simples alusiones generales sobre el apoyo que debía dar el Estado a las actividades teatrales, de manera tal que el Gobierno quedaba en libertad para definir el contenido del proyecto de ley de presupuesto".

Creemos que los razonamientos transcritos le son aplicables a la presente iniciativa, toda vez que en la misma no se le está ordenando a la administración gastos de ningún tipo, ni se está afectando la tributación. Amen de que el proyecto no es de ejecución inmediata, sino que requiere una investigación y construcción permanentes. 

En este orden de ideas, de conformidad con el Marco Fiscal de Mediano Plazo, del Distrito Capital, para el año 2010 – 2020 la inversión mayoritaria de la ciudad, está enfocada hacia educación, salud y movilidad. Vale decir que nuestra iniciativa como quiera que será parte del proceso educativo, no produciría erogaciones adicionales para el distrito. 

Aunado a lo anterior el sector cultura contempla dentro de su presupuesto el fortalecimiento del patrimonio cultural del distrito. 

Atentamente 

ATI QUIGUA.

LAUREANO ALEXIS GARCÍA PEREA

CELIO NIEVES HERRERA

JOSÉ FERNANDO ROJAS RODRIGUEZ

CARLOS VICENTE DE ROUX REGIFO

ÁLVARO JOSÉ ARGOTE MUÑOZ

JAIIME CAICEDO TURRIAGO

ORLANDO SANTIESTEBAN MILLÁN

WILSON HERNANDO DUARTE ROBAYO

CARLOS ROBERTO SAÉNZ VARGAS

 PROYECTO DE ACUERDO 168 DE 2011 

"Por medio del cual se adoptan medidas tendientes a la preservación de la memoria ancestral de Bogotá D. C  y se dictan otras disposiciones" 
 
El Honorable Concejo de Bogotá, 
en uso de sus atribuciones constitucionales y legales, especialmente de las conferidas en el Articulo 313 de la Constitución Política y especialmente las conferidas por los numerales 1, 7, 10 y 13 del artículo 12 del Decreto 1421 de 1993 y los literales a) y c) del articulo 68 del Decreto Presidencial 948 de 1995. 
ACUERDA: 

ARTÍCULO 1. OBJETO: Reconstruir y preservar la memoria ancestral del distrito capital, mediante acciones tendientes a investigar,  los antecedentes históricos anteriores a la colonia y rescatar el valor del patrimonio cultural de las poblaciones nativas, para reescribir la historia de la ciudad,  ubicando en ella los sitios sagrados, los asentamientos humanos, los caminos comunales, las plazas de mercado. Rendir igualmente un homenaje a los pueblos amerindios, mediante monumentos a sus líderes y  sus divinidades. Contribuir y dar amplia difusión a sus celebraciones y fiestas. Hacer alianzas estratégicas con editoriales para publicar los mitos y leyendas de nuestros antepasados aborígenes. Designar edificios, plazas y avenidas, con nombres alusivos a nuestras culturas milenarias.  

ARTICULO 2. COMITÉ  DE RESCATE DE LA MEMORIA ANCESTRAL. Crear un comité conformado por: 

* Un delegado del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural, entidad que lo liderará y será  la responsable de la implementación de la presente iniciativa.

* Un delegado de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte del Distrito.

* Un delegado de  la Secretaría de Educación.

* Un delegado de la Secretaría de Hábitat.

* Un delgado de la Secretaría de Planeación.

* Un delegado de la Secretaría Distrital

* Un delegado del Instituto Distrital de la Participación y Acción Comunal.

* Un delegado de la Secretaría de Gobierno.

* Un delegado por cada  uno de los cabildos indígenas de Bogotá D. C:

* Un delegado de alguna de las organizaciones indígenas que tengan asiento en la ciudad y que estén debidamente reconocidas.

ARTICULO TERCERO: LÍNEAS DE ACCIÓN DEL COMITÉ. El comité adelantará las siguientes líneas de acción: 

1. Elaborar una política pública para la recuperación de la memoria histórica, que arraigue en la población los valores culturales, democráticos y de justicia, que promueve el orgullo y el reconocimiento entre los capitalinos de sus raíces primigenias, que permita una reflexión colectiva de la sociedad sobre la importancia de los usos, costumbres, cosmogonía, filosofía y espiritualidad de los antepasados aborígenes.

2. Reescribir la historia del Distrito capital, con el concurso de los Centros de Estudios de Ciencias Sociales e Historia, Facultades Universitarias, establecidas en el Distrito, que tengan dentro de sus disciplinas el estudio de la Historia, antropología, arqueología, y los Cabildos Indígenas, actuales sobrevivientes de los pueblos ancestrales, como directos depositarios de la transmisión oral y el conocimiento de los sucesos de la época precolombina y posteriores a la conquista.

3. Localizar los sitios sagrados de los pueblos indígenas, sus asentamientos humanos, sus sitios de reunión, sus caminos, sus sitios de comercio y visibilizarlos, para que la ciudadanía interiorice y tome conciencia de que la tierra que pisa, acogió en su seno y fue polo de desarrollo de las comunidades indígenas.

4. Organizar cada año la celebración de las fiestas de los pueblos indígenas, dándole una amplia difusión, con el fin de que la ciudadanía se vincule en procura de que las asuma como parte de su cultura y de su valioso pasado.

5. Incentivar la creación artística y cultural, de las manifestaciones lúdicas de los pueblos indígenas, mediante  publicación de libros, realización de  exposiciones, seminarios, documentales, obras de teatro, escultura, pintura y demás expresiones del arte y la cultura. A cuyo efecto se celebrará  durante una semana, un festival de difusión y restablecimiento de las expresiones culturales de los pueblos indígenas. El comité en consenso determinará la fecha de celebración del mismo.

6. Elaborar un estado del arte que contenga material bibliográfico y hemerográfico en los cuales estén consignados la literatura indígena (mitología y leyendas de los pueblos nativos, sus creencias, su explicación del origen de la vida, su cosmovisión, sus leyes, su organización política y administrativa, su modelo económico, para socializarlo y aprender de su saber y experiencia, con el fin de construir una efectiva sociedad de derechos y de justicia, comunitaria y ampliamente participativa), sobre los pueblos ancestrales; de igual forma dotar a las bibliotecas públicas de dicho material.

7. Recuperar, conservar y adelantar gestiones ante las autoridades españolas, para solicitar su colaboración, con el fin de conseguir copias u originales de los relatos de las Indias, efectuados por los conquistadores españoles, los cuales en una buena cantidad reposan en las bibliotecas de dicha Nación.

8. Organizar concursos entre los educandos, para que realicen trabajos de Investigación, publiquen cuentos, poesía, desarrollen obras de teatro, composiciones de carácter musical, en las que se recreen los valores, usos y costumbres de los primeros pobladores de nuestra ciudad.

9. Rebautizar los parques de carácter metropolitano, de las localidades, y las calles y avenidas con nombres de líderes históricos, divinidades o personajes relevantes pertenecientes a nuestras comunidades trivales, así como erigir monumentos, murales y símbolos en homenaje a los anteriores pobladores de Bakata hoy Bogotá  D. C. En todo caso erigir un monumento alusivo a la

resistencia indígena y en lo sucesivo dar denominación de origen ancestral a las edificaciones, parques, calles, avenidas y monumentos, como un homenaje y una reivindicación a nuestros antepasados aborígenes.

10. Adelantar todo tipo de alianzas estratégicas con entidades públicas y privadas, ONGs, instituciones de educación, medios masivos de comunicación, que colaboren activamente, ya sea con recursos económicos, físicos, en especie, con personal, para el logro de los fines propuestos en la presente disposición.

ARTICULO 4. VIGENCIA: El presente acuerdo rige a partir de su sanción y publicación.

PUBLÍQUESE Y CÚMPLASE.