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Proyecto de Acuerdo 235 de 2001 Concejo de Bogotá, D.C.

Fecha de Expedición:
--//2001
Fecha de Entrada en Vigencia:
Medio de Publicación:
Anales del Concejo de Bogotá
La Secretaría Jurídica Distrital aclara que la información aquí contenida tiene exclusivamente carácter informativo, su vigencia está sujeta al análisis y competencias que determine la Ley o los reglamentos. Los contenidos están en permanente actualización.


 
 

PAC02352001

PROYECTO DE ACUERDO 235 DE 2001

"Por medio del cual se ordena la emisión de la Estampilla Procultura de Bogotá y su uso obligatorio en el Distrito Capital"

EXPOSICION DE MOTIVOS

El estudio del sector de la cultura implica en primer término tener claro su concepto, sobre el cual existen numerosas definiciones. El concepto de cultura es conocido como: las artes cultas, el patrimonio de una nación, la producción y distribución industrial, e inclusive la definición antropológica la define como una forma de vida que permite la configuración de creencias, valores, ideas, actitudes, prácticas institucionales y estructuras de poder.

En la evolución del concepto existe una conciencia de que el progreso social y económico esta condicionado culturalmente. La pobreza no solo implica carecer de bienes y servicios esenciales, sino también de oportunidades para escoger una existencia más plena. Igualmente la aparición reciente de conceptos como los de "Sociedad del Conocimiento" y "Capital Social" ha posibilitado un mayor reconocimiento del papel central de la cultura.

Normalmente la visión de la cultura sólo es planteada como una responsabilidad que atraviesa horizontalmente los distintos sectores de la organización social, sin considerar su capacidad integradora del país, especulándose en la mayoría de las veces con la importancia del rescate de las distintas expresiones culturales que constituyen y proyectan la identidad de un pueblo, pero sin considerar su problemática económica y financiera y sin identificar los valiosos instrumentos con que se cuenta para su promoción.

LA CULTURA EN BOGOTÁ

La cultura en Bogotá se constituye en un elemento fundamental e insustituible en la construcción de la identidad de la ciudad y es una fuente importante de generación de empleo y de renta para la misma. Según estudio de FEDESARROLLO, este sector aportó al PIB de Bogotá el 3.3% en el año 1997, el 3.06% en 1998 en el 3.1% en 1999. Se puede concluir sin lugar a dudas que la inversión en cultura, es inversión en una mayor productividad económica y social de la ciudad.

Para comprender mejor el contexto cultural en Bogotá, se presentan a continuación algunas características centrales:

La ciudad de Bogotá concentra la mayor cantidad de población como centro urbano del país. Con mas de seis millones de habitantes para el año 2000 representa el 15.2% de la población total de Colombia, se caracteriza por ser región de regiones, capital de la nación, principal centro en la relación de Colombia con el mundo, referente cultural para el país y expresión multicultural de distintas manifestaciones tanto colombianas como extranjeras.

En Bogotá se presenta una alta concentración de centros culturales (bibliotecas, casas de la cultura, museos, galerías de arte, teatros, universidades, colegios y escuelas, organizaciones y asociaciones culturales y comunitarias, un gran número de artistas de todas las expresiones, cajas de compensación, redes culturales, etc.), un Sistema Distrital de Cultura y 20 Sistemas Locales de Cultura en proceso de consolidación. Así mismo se observa la presencia de habitantes de las distintas regiones del país y de sus etnias, un patrimonio tangible e intangible por conservar y otro por descubrir (cultura campesina, barrial, nuevas manifestaciones del arte popular, riqueza natural y ambiental, etc.).

En Bogotá se concentran las principales instituciones públicas y privadas del país, talento humano altamente calificado y un importante movimiento de personas, suma de costumbres que hacen que Bogotá albergue dentro de su territorio uno de los activos más importantes para el desarrollo local, nacional y universal: su diversidad cultural.

Tomando como referencia el estudio realizado en el año 2000 por el Consejo Distrital de Cultura de Bogotá, en donde se indica que Bogotá aglutina una cantidad significativa de creadores, gestores y trabajadores culturales e infraestructura, se estima que cerca de un 10% de la población pertenece a algún tipo de grupo o agremiación, de los cuales del 30% al 50% son de tipo cultural o artístico, por lo cual se puede afirmar que de 180.000 a 300.000 personas aproximadamente se encuentran vinculadas a lo que se puede llamar sector cultural, generador de un no despreciable monto de recursos para la Ciudad.

La capital cuenta con una oferta cultural considerable que la coloca en una situación privilegiada frente al resto de las ciudades del país. Además, por el hecho de ser la capital, participa de manera más amplia del concierto cultural del mundo.

La cultura de Bogotá tiene un valor agregado de vital importancia dentro del panorama nacional por su diversidad, producto de la llegada de población de diferentes partes del país, fenómeno que ha aumentado considerablemente en la última década y que provee a la Ciudad de una cultura especialmente rica y variada. El fenómeno del desplazamiento forzado crea condiciones difíciles para esta población, y para los barrios en los cuales se asientan. Al mismo tiempo, la incomprensión de esta pluralidad, la falta de respeto por la diferencia y la falta de políticas frente a estos problemas son fuente de gran parte de los conflictos que padece la Ciudad.

A pesar de la magnitud de la oferta existente, la demanda cultural y artística parece no ser una prioridad de calidad de vida en los bogotanos. Por lo menos dos terceras partes no asisten regularmente a ningún evento cultural. Entre las razones se cuenta el hecho de que la cultura no es vista como una opción vital, la carencia de motivación a la ciudadanía, los costos que implica acceder a ella, la exclusión de algunos grupos poblacionales y la preferencia por invertir el tiempo libre en otras actividades como la recreación, el deporte y el consumo cultural a domicilio, generalmente por medios masivos como la televisión y la radio.

El eje cultural central está definido directamente por la dinámica de crecimiento de la ciudad, por sus lugares de tradición, por la ubicación de los principales centros educativos, por sus hitos históricos y por la ubicación de los más reconocidos escenarios culturales. De allí que la actividad artística y cultural se lleve a cabo básicamente en el centro de la ciudad, comprendido por las localidades de la Candelaria, Santa Fe, Chapinero y Teusaquillo, sector en donde se concentra gran parte de las actividades culturales y artísticas de Bogotá.

Geográficamente se puede plantear que el área de mayor infraestructura cultural está comprendida entre las carreras 2° y 30, y entre las calles 6° y 100.

Sin embargo, en las últimas décadas la ciudad muestra una ligera tendencia a ampliar su infraestructura cultural y recreativa hacia el occidente, con la creación y adecuación del Parque Simón Bolívar, el Museo de los Niños, el Jardín Botánico, el Museo de Arte Contemporáneo del barrio Minuto de Dios, el Centro Interactivo Maloka, entre otros. El sur y en general la periferia de la ciudad siguen careciendo de espacios culturales suficientes que convoquen a sus pobladores. A pesar de esto las localidades periféricas muestran importantes desarrollos culturales a partir de casas y centros culturales, festivales, organizaciones de artistas y redes culturales.

Bogotá cuenta con el Sistema Distrital de Cultura, los consejos de las áreas artísticas (danza, música, literatura y artes plásticas) y los sistemas locales de cultura, los cuales han avanzado en los procesos de diseño de políticas culturales, pero con grandes dificultades para hacer efectivos los espacios de concertación entre las instituciones y las organizaciones comunitarias representadas.

LA DESCENTRALIZACIÓN DE LA CULTURA

En general los diagnósticos sobre cultura en Bogotá son escasos y limitados. En la mayoría de los casos se refieren a inventarios de infraestructura cultural, evidenciándose un vacío en el conocimiento del patrimonio cultural, de la definición de una identidad cultural, de la recuperación de la memoria local, de saberes particulares dentro del contexto de la cultura urbana y de la historia oral entre otros aspectos. Sin embargo durante los últimos años se ha realizado un importante esfuerzo por avanzar en el diagnóstico cultural local, contando hoy con algunos documentos de trabajo que aportan información sobre la cultura en cada una de las 20 localidades.

Se observa una fuerte presencia de las manifestaciones más clásicas de la cultura y de la infraestructura cultural localizada en las localidades del centro de la ciudad (Candelaria, Santa Fe, Chapinero, Teusaquillo); avances significativos en el campo de la organización y el desarrollo de la cultura denominada popular en localidades como Bosa, Kennedy y San Cristóbal; consolidación de proceso en red, casas culturales y procesos de planeación con significativo desarrollo local en Suba, Tunjuelito, Fontibón y Engativá; déficit de infraestructura de organización y de formación en localidades tales como Ciudad Bolívar, Usme, Mártires o Rafael Uribe Uribe.

De otra parte hay localidades que tienen sus particularidades y buscan sus propios procesos de identidad tales como Sumapaz (rural), Barrios Unidos, Antonio Nariño, Puente Aranda o Usaquén.

Lo anterior hace parte de la realidad a investigar con mayor profundidad en las localidades, para poder explorar sus propios desarrollos a partir del reconocimiento de las diferencias, sus problemas y sus potencialidades.

La realidad cultural local mediada por su condición sociocultural, por sus niveles de conflicto, por las implicaciones del desplazamiento, por la incidencia de las tendencias globales y por las realidades administrativas y políticas de cada localidad, hacen que las mismas muestren desarrollos culturales distintos, con mayor o menor identidad, pero en todo caso buscando su propio posicionamiento en el conjunto de la ciudad.

Es una necesidad la profundización en el funcionamiento del sistema cultural en Bogotá, lo cual está ligado a los avances necesarios que requiere el proceso de descentralización. La descentralización de las decisiones que afectan el desarrollo cultural local, requiere de una concepción adecuada del proceso y medidas claras y coherentes para lograr la credibilidad en el funcionamiento óptimo del sistema.

A pesar de los avances alcanzados en los procesos de capacitación y en el desarrollo de las acciones del sistema, es grande el reto para aportarle a la ciudad los niveles de competitividad que la ciudad necesita para poder mejorar sustancialmente la calidad de vida de todos los ciudadanos.

Este ejercicio de conocimiento local es fundamental en la concepción de políticas culturales que recojan dichas diferencias y las proyecten local y distritalmente.

APORTE DE LA CULTURA A LA ECONOMÍA DE BOGOTÁ

Es necesario ver la cultura no únicamente como fuente de diversión y recreación, o como un medio para enfrentar algunos retos del desarrollo, sino como objeto de desarrollo. Esta postura implica entre otros muchos aspectos, cambios esenciales en la forma como se asume el financiamiento de la misma desde la perspectiva del Estado.

Hoy en el debate público del sector a nivel nacional e internacional se rescata no solo la importancia de la cultura como la esencia de las sociedades desde el punto de vista de la identidad de los pueblos, el rescate y conservación de su patrimonio histórico y moral, la cohesión social, la paz, la convivencia, la cultura ciudadana y democrática, sino su aporte en las economías de mercado al producto bruto interno de los países, y en su expresión en el empleo y el ingreso. Una razón mayor para rescatar la importancia del sector cultural desde la perspectiva económica está ligada a la enorme flexibilidad que tienen sus distintas manifestaciones para acomodarse a situaciones de crisis y los montos de inversión que se requieren para generar empleos frente a sectores tradicionales de la economía.

Para el caso de Bogotá, se quiere llamar la atención sobre algunas cifras para el desenvolvimiento del sector desde estas perspectivas y el comportamiento de la inversión en cultura en últimos años.

Para el año de 1999 se estimó la existencia de 75.000 empleos dentro del sector cultural y un aporte de $1.315 millones, 1.987 millones y 3.179 millones de pesos para los años 1997, 1998 y 1999.

Los análisis que en relación con el sector cultural realizó el Tiempo los días 21 y 22 de octubre de 2001, muestran la terrible tragedia financiera de un sector, que no ha sido tenido en cuenta por la política pública de manera estratégica y que ha sido comodín de Gobiernos Nacionales, Departamentales y Locales, que en la mayoría de los casos, sirven para cumplir compromisos de distintos órdenes. La realidad de Bogotá muestra que en los años en los cuales se le ha dado importancia al Instituto Distrital de Cultura, el impacto sobre la ciudad y su Posicionamiento a nivel nacional es reconocido por propios y extraños, y hasta por detractores del papel de la cultura en relación con la calidad de vida de los pueblos.

UTILIZACIÓN DE LOS RECURSOS

En desarrollo de la iniciativa de la Ley General de la Cultura Ley 397 de 1997, la Ley 666 de 2001 y con base en los argumentos expuestos anteriormente, nos permitimos someter a consideración de los Honorables Concejales el presente Proyecto de Acuerdo cuya finalidad radica en que el sector cultural pueda contar con los recursos que genere la emisión de la Estampilla Procultura con el fin de que Bogotá cuente con un verdadero sistema cultural descentralizado que busque la participación de los actores locales en la definición de políticas culturales para el desarrollo de la ciudad, rescatando la pluralidad y las diferencias socio culturales del Distrito Capital.

Con estos nuevos recursos para el sector, se espera, entre otros: consolidar un diagnóstico cultural por localidad, ampliar el número de casas de la cultura como espacio para la convivencia y el disfrute cultural de la población local, dar viabilidad a las innumerables iniciativas locales relacionadas con festivales barriales, que rescatan la identidad y muestran la diversidad cultural de la ciudad, canalizar proyectos de formación a través de escuelas de formación artística, con el fin de cualificar el talento, fomentar la investigación cultural y la exploración de la riqueza patrimonial de la ciudad.

De la misma forma con los recursos de la Estampilla Procultura se busca Incidir en procesos de animación socio cultural desde distintos espacios con temas como resolución de conflictos, organización de la participación ciudadana, coordinación interinstitucional, entre otros.

El desarrollo de estas metas y el cumplimiento de los objetivos con énfasis en lo local estará respaldado por un Plan de Desempeño que identifique con claridad los compromisos del Instituto Distrital de Cultura y Turismo con las respectivas, prioridades, programas y metas a ejecutar con estos recursos. Este Plan de Desempeño deberá ser presentado al Consejo Distrital de Cultura para su aprobación dentro de los tres meses siguientes a la publicación del Acuerdo.

Dicho Plan de Desempeño le permitirá al Instituto, hacer un adecuado seguimiento y evaluación sobre el impacto de estos nuevos recursos para el sector y, al Concejo de Bogotá realizar el Control Político sobre la ejecución de los mismos.

PEDRO RODRIGUEZ TOBO

Concejal de Bogotá

PROYECTO DE ACUERDO _

Por medio del cual se ordena la emisión de la Estampilla Procultura de Bogotá y su uso obligatorio en el Distrito Capital

El Concejo Distrital de Bogotá en uso de sus facultades constitucionales y legales, en especial las que le confiere el Art. 313, ordinal 4 de la constitución Política, el Art. 38 de la Ley 397 de 1997 y la Ley 666 de 2001, y

CONSIDERANDO:

1. Que ley 397 de 1997, facultó a los Consejos Municipales para crear una estampilla Procultura.

2. Que la Ley 666 de 2001 modificó el artículo 38 de la Ley 397 de 1997, el cual autoriza a las Asambleas y Concejos para que ordenen la emisión de la Estampilla Procultura.

3. Que en virtud de lo anterior, los recursos provenientes de dicha Estampilla serán administrados por el respectivo ente territorial al que corresponda el fomento y estímulo de la cultura con destino a proyectos acordes con los planes nacionales y locales de cultura.

ACUERDA:

ARTICULO PRIMERO. CREACION. Ordenar la emisión de la Estampilla Procultura de Bogotá y su uso obligatorio en el Distrito Capital, de conformidad con la autorización de la Ley.

ARTICULO SEGUNDO. SUJETO ACTIVO. Los fondos provenientes de la Estampilla Procultura serán administrados por el Instituto Distrital de Cultura y Turismo con destino a la ejecución de proyectos acordes con los planes Distritales de Cultura.

PARAGRAFO: Como mínimo el 50 % de los recursos que se recauden por concepto del cobro de la estampilla procultura, deberá destinarse a la construcción y funcionamiento de las Casas de la Cultura Local, así como para la ejecución de los programas y proyectos desarrollados por éstas.

ARTICULO TERCERO. SUJETO PASIVO. El sujeto pasivo de la obligación de adquirir la Estampilla Procultura serán todas las personas que realicen los hechos generadores que se describen en el artículo cuarto del presente Acuerdo.

ARTICULO CUARTO. CAUSACION. Deberán adquirir, o acreditar el pago de la Estampilla, quienes realicen cualquier tipo de contrato con las Empresas Industriales y Comerciales del Distrito Capital en un monto del cero punto cinco por ciento (0.5%) del valor del contrato.

ARTICULO QUINTO. PRUEBA DEL PAGO. Para los efectos de acreditar el pago de la Estampilla, bastará con adjuntar el recibo de pago o consignación en bancos, sin que sea necesario adherir la Estampilla física al documento de que trate.

ARTICULO SEXTO. PROCEDIMIENTO PARA EL RECAUDO. Facultar al Alcalde Mayor de Bogotá, para que reglamente el procedimiento para el recaudo de los recursos provenientes de la Estampilla Procultura.

ARTICULO SEPTIMO. RESPONSABILIDAD DEL RECAUDO INMEDIATO. La obligación de exigir, cobrar, o adherir la Estampilla Procultura queda a cargo de los funcionarios que intervienen en los actos o contratos que la originan, quienes no podrán dar culminación a la gestión de que se trate hasta tanto no se acredite el pago de la estampilla y responderán por los montos que hayan dejado de percibir por no confrontar el pago del gravamen al momento de efectuar el cobro.

ARTICULO OCTAVO. PLAN DE DESEMPEÑO. El Instituto Distrital de Cultura y Turismo deberá elaborar un Plan de Desempeño que identifique con claridad los compromisos del Instituto en tiempos, prioridades, programas y metas a ejecutar con los recursos que se obtengan por la Estampilla Procultura. Este Plan de Desempeño deberá ser presentado al Consejo Distrital de Cultura para su aprobación dentro de los tres meses siguientes a la publicación de este Acuerdo.

PARAGRAFO. El Instituto Distrital de Cultura y Turismo presentará semestralmente al Concejo de Bogotá un Informe en el cual se relacione el monto recaudado y el avance del Plan de Desempeño.

ARTICULO NOVENO. CONTROL FISCAL. La vigilancia y control del recaudo e inversión de los recursos provenientes del cumplimiento de este Acuerdo estará a cargo de la Contraloría Distrital.

ARTICULO DECIMO. El presente Acuerdo será llevado a conocimiento del Gobierno Nacional a través del Ministerios de Hacienda y Crédito Público.

ARTICULO DECIMO PRIMERO. El presente Acuerdo rige a partir de su publicación.

Se expide en Bogotá, a los ( ) días del mes de 2001.

Bogotá D.C. 22 de Noviembre de 2001

Doctor

MANUEL VICENTE LÓPEZ LÓPEZ

Secretario General

Concejo de Bogotá

Ciudad

Respetado Doctor López:

Por medio de la presente estamos radicando en su despacho el Proyecto de Acuerdo "Por medio del cual se ordena la emisión de la Estampilla Procultura de Bogotá y su uso obligatorio en el Distrito Capital".

Atentamente,

PEDRO RODRIGUEZ TOBO

Concejal de Bogotá

NOTAS DE PIE DE PÁGINA

1. FEDESARROLLO. Aporte de los Sectores Culturales al PIB de Bogotá 1997 . 1999. Diciembre de 2001

2. CEICOS. Helena Useche; Mario Espinosa. Experiencias vitales y estéticas: actuar, sentir y pesar. Oferta cultural en Bogotá. Agosto de 1997

3. INSTITUTO DISTRITAL DE CULTURA Y TURISMO. Observatorio Urbano y División de Descentralización. Diagnósticos culturales por localidad. Bogotá octubre de 2000