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Proyecto de Acuerdo 37 de 2001 Concejo de Bogotá, D.C.

Fecha de Expedición:
--//2001
Fecha de Entrada en Vigencia:
Medio de Publicación:
Anales del Concejo de Bogotá
La Secretaría Jurídica Distrital aclara que la información aquí contenida tiene exclusivamente carácter informativo, su vigencia está sujeta al análisis y competencias que determine la Ley o los reglamentos. Los contenidos están en permanente actualización.


 
 

PAC00372001

PROYECTO DE ACUERDO 037 DE 2001

"POR MEDIO DEL CUAL SE DA UNA ORDEN AL INSTITUTO DISTRITAL DE CULTURA Y TURISMO."

EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

La historia de nuestro País nos enseña, que desde la misma época de la colonización, nos hemos visto envueltos en grandes conflictos bélicos generados por diferentes factores y cuyos resultados finales, socialmente hablando, han dejado un balance negativo.

Pareciera que esa fuera nuestra condena, que cobrara vida la teoría sostenida por Martín Lutero en el medioevo, según la cual, "se presume la existencia de una maldad innata en la naturaleza humana". Que esa maldad quisiera apoltronarse en nuestro entorno e impedir que los esfuerzos realizados para alcanzar la paz y la igualdad social cosecharan frutos positivos.

Los últimos 40 años de nuestra historia, nos llevan necesariamente a la ubicación de un conflicto interno armado en el que el Estado ha resultado impotente para erradicar los motivos que le dieron origen y ello se ha traducido en un rezago en el acometimiento de los fines del mismo.

Tanto en la Constitución de 1886 como en la Constitución de 1991, los constituyentes centraron su atención, como lo debe ser, en el individuo, considerado éste elemento esencial de la sociedad.

No en vano, en nuestras dos cartas magnas se dedicaron Títulos exclusivamente para tratar los temas DE LOS DERECHOS, mediante los cuales se ha buscado la convivencia pacifica de los asociados, a través de la garantía del ejercicio y la protección de los mismos.

El recrudecimiento del conflicto interno durante estos últimos años, ha incrementado el saldo de personas inocentes asesinadas; la implementación de la industria del secuestro como mecanismo de financiación de los grupos terroristas; el desarraigo y desplazamiento de nuestra población campesina; la expansión en los cultivos de coca, amapola y el procesamiento tanto de la heroína como de la cocaína como medio de subsistencia en algunas regiones; el número de atentados contra la incipiente infraestructura vial, concretado en voladuras de puentes, destrucción de carreteras; debilitamiento de la infraestructura eléctrica mediante la voladura de torres de conducción; el daño al oleoducto Caño Limón- Coveñas, etc.

Si a lo anterior sumamos el devastador fenómeno de la corrupción y sus desalentadores saldos, según los cuales se habla de pérdidas de miles de millones de pesos en todos los sectores donde el sector público tiene participación, fácilmente y sin ejercicios de deducción complejos, llegamos a la conclusión que resulta imposible mantener el desarrollo sostenido del Estado con las nefastas consecuencias sociales de empobrecimiento tanto intelectual como material de las grandes mayorías, extendiéndose aún más la brecha existente entre ricos y pobres.

Frente a estos hechos existe consenso nacional sobre la necesidad de trabajar arduamente en pro de su erradicación, tarea con la cual también estoy plenamente comprometido.

Sin embargo he estado reflexionando sobre el impacto psicológico que ejerce tantas noticias negativa sobre la población y cuáles han sido los mecanismos propuestos para contribuir de alguna manera a su mitigación, encontrando frente a este último aspecto una respuesta nula.

En efecto, por doquier se habla de la necesidad de trabajar para acabar con la guerra, con la corrupción, con el narcotráfico, con la desaparición forzada, los desplazamientos, en fin, con todos los hechos negativos, pero surge una pregunta ¿Qué propuesta hay para ayudar psicológicamente a toda la comunidad?

De todos es sabido que los medios masivos de comunicación, hoy por hoy juegan un papel importante en la vida de un País. En nuestro caso, se han convertido en el medio más eficaz de mantener informada a la población, cumpliendo con el cometido que les ha sido encargado.

No obstante, en el cumplimiento de su función informadora y por los hechos que acontecen a diario, los llamados ESPACIOS INFORMATIVOS (noticieros de T.V., de radio y la prensa escrita), sin proponérselo, se han convertido en un multiplicador eficaz del pesimismo, depositando en todos los colombianos la carga agobiadora de la desesperanza.

Cada espacio noticioso que se transmite, inicia su sesión hablando de los muertos que han dejado los enfrentamientos de la guerrilla con el ejército o con los paramilitares o de estos últimos dos; sobre las tomas de la guerrilla a pequeños poblados; de la voladura de torres de energía; de atentados contra el agua potable; de incremento del número de secuestrados; de nuevos escándalos de corrupción, destapando ollas podridas, o simplemente, de las nuevas ordenes de captura expedidas por la fiscalía; de los asaltos a mano armada a Bancos; del incremento del número de desplazados en el país y de las acciones de la delincuencia común; del aumento del índice de desempleo; de la amenaza de nuevos cierres de hospitales públicos; del pronóstico del paupérrimo incremento del salario mínimo legal, y como si eso fuera poco, a manera de recompensa o para que nos conformemos con nuestra situación, nos transmiten los bombardeos en el medio oriente; la tensión existente entre Pakistan y la India; los atentados del grupo ETA; las revueltas en Argentina por la precaria situación económica y sus hechos de violencia en los estadios con saldos trágicos de muerte; la miseria de Afganistán y los bombardeos que continúan haciendo las fuerzas aliadas sobre dicho territorio y la posible crisis económica mundial.

No debe caber duda alguna, que con todas estas altas dosis de tragedia y amargura, minuto a minuto ellas se van convirtiendo en un veneno letal que lentamente van matando los valores y principios sobre los cuales se debe sustentar una Nación sana.

Infortunadamente, si no hacemos algo inmediato que coadyuve a engrandecer los espíritus mediante acciones concretas, funestamente veremos en el futuro, todas las actuales generaciones envueltas en conflictos aún peores y sus almas inundadas de rencor y cinismo con la pérdida absoluta de las virtudes. Vale la pena resaltar lo que nos enseñaba ALEXIS DE TOCQUEVILLE, cuando señaló "No hay grandes hombres sin virtud, ni grandes pueblos sin respeto a los derechos; sin respeto a los derechos no hay sociedad".

Es por ello señores Concejales, que les hago un llamado y los invito a que apoyen mi iniciativa de impulsar, a través del Instituto Distrital de Cultura y Turismo, la implementación DEL DIA DE LA NOTICIA POSITIVA.

Consiste esta idea, en que el Instituto Distrital de Cultura y Turismo asuma la tarea, de promover tanto en medios de comunicación privados como públicos, la Implementación DEL DIA DE LA NOTICIA POSITIVA, quiere ello decir, que a dicho Instituto, le correspondería desarrollar todas las actividades necesarias para involucrar a los espacios informativos en una acción tendiente a generar solo noticias positivas.

Lo que se busca, es que un día del año, el segundo sábado de septiembre, los canales de televisión dentro de su franja de ESPACIOS NOTICIOSOS, los noticieros, de radio y la prensa escrita, sólo dediquen su trabajo a resaltar los hechos positivos que a diario se generan en nuestro país y en el mundo.

No se trata de ocultar la verdad, de imponer un vedo a la libertad de información, sino lo que se busca es brindarle a los Colombianos un aire, un respiro y una manera distinta de ver las cosas, de mostrarles que en nuestro país hay muchas opciones buenas y muchos ejemplos de carácter positivo a seguir que nos impulsen a vivir mejor. Y a los medios de comunicación y a sus patrocinadores, que su función también puede contribuir al mejor estar como actores de esta sociedad, que LO POSITIVO también es noticia e igualmente genera ansiedad por conocer.

Tampoco estoy responsabilizando a los medios de comunicación sobre los hechos transmitidos, ni calificando el contenido de sus programas, así como tampoco quiero generar un debate sobre el cumplimiento de su responsabilidad social

Recuerden ustedes que se implantó el día sin carro para descontaminar el medio ambiente y así mejorar el nivel de vida de los bogotanos. Ahora llegó la hora de descontaminar nuestros medios de comunicación y la mente de nuestro pueblo de tanta atrocidad y ojalá encontremos la manera de medir cuan tan grande será el impacto positivo que ello genere en nuestra sociedad.

Por último, Honorables Concejales, AISLAR A LA SOCIEDAD de lo negativo, también debe convertirse en una obligación nuestra, como agentes representativos que de ellos somos.

Estoy seguro de contribuir con esta idea a la construcción de una Bogotá económicamente viable, sostenible, competitiva y vivible, sobre los principios de la democracia, la ética, la libertad y la justicia social.

De los Honorables Concejales,

JAIRO CALDERON CARRERO

Concejal de Bogotá

PROYECTO DE ACUERDO DE 2002

"POR MEDIO DEL CUAL SE DA UNA ORDEN AL INSTITUTO DISTRITAL DE CULTURA Y TURISMO"

El Concejo de Bogotá, Distrito Capital, en uso de sus atribuciones constitucionales y legales, en especial las conferidas por el Decreto Ley 1421 de 1993;

A C U E R D A

ARTICULO 1.- Asignar al Instituto Distrital de Cultura y Turismo, la tarea de promover e impulsar tanto en canales públicos como privados de televisión, la radio y la prensa escrita, la implementación del DIA DE LA NOTICIA POSITIVA, el segundo sábado del mes de septiembre de cada año, día en que no se podrán transmitir noticias negativas.

ARTICULO 2.- El presente acuerdo rige a partir de la fecha de su publicación.

PUBLIQUESE Y CUMPLASE

Dado en Bogotá, D.C., a los del mes de de 2002