RÉGIMEN LEGAL DE BOGOTÁ D.C.

ARTÍCULO 1. El Alcalde Mayor de Bogotá Distrito Capital, acorde con la Constitución y las normas, y el presupuesto anual de inversión distrital, adelantara la reubicación de las personas INDIGENTES - habitantes de la calle, en instalaciones estatales denominadas "colonias agrícolas", establecidas en predios del Distrito o de entidad Distrital, en las zonas rurales de la ciudad.

PARAGRAFO. Las colonias agrícolas serán áreas en las cuales el habitante de la calle recibirá una atención integral para su resocialización y rehabilitación, a través de ayuda interdisciplinaria, capacitación, labores agropecuarias y actividades manuales, entre otras.

ARTÍCULO 2. El Departamento Administrativo de Bienestar Social, el IDIPRON y la Secretaria de Salud establecerán los mecanismos, los instrumentos técnicos y la metodología de atención integral de estas personas acorde a las necesidades de los grupos poblacionales e individuales según sea el caso.

ARTÍCULO 3. En cada período presupuestal, el gobierno Distrital, asignará los recursos para adelantar el programa, definido en este Acuerdo, en concordancia con el Plan de Desarrollo Económico, Social y de Obras Públicas de la vigencia.

ARTÍCULO 4. El Gobierno Distrital expedirá la reglamentación respectiva para el presente Acuerdo.

ARTÍCULO 5. El presente acuerdo rige a partir de la fecha de su publicación y deroga aquellas que le sean contrarias.

Es un hecho que en la última década, las Administraciones Distritales han hecho importantes esfuerzos en materia de inversión social y de infraestructura para elevar la calidad de vida de la población, los cuales se han traducido en mayor cobertura y calidad de los servicios básicos.

Sin embargo, diversos factores económicos y sociales, tales como, la crisis económica de finales de la década de los años 90, el deterioro del mercado laboral y el desmesurado crecimiento de la fuerza laboral por encima de las oportunidades de empleo, han ocasionado que de manera simultánea se haya incrementado la pobreza en la ciudad, tal como se verifica en los indicadores sobre el tema.

La línea de Pobreza, que es el porcentaje de hogares o personas cuyos ingresos están por debajo del valor definido por el DANE para adquirir una canasta normativa de bienes y alimentos, se ha situado por debajo del nivel nacional hasta el año 2000, pasando en 1997 de 35,08% a 55.38% en 2003, es decir cerca de 3.060.940 habitantes están bajo la línea de pobreza.

De igual forma, la línea de Indigencia, que es el porcentaje de hogares y personas cuyos ingresos no alcanzan para adquirir los requisitos mínimos nutricionales o los gastos más esenciales de sobrevivencia pasaron de 6.83% en 1997 a 14.9% en 2000 y 14.98% en 2003 es decir, 1.182.631 personas están en indigencia.

Basados en una población de 6.6 millones de habitantes como la de Bogotá D.C., encontramos que cerca de un millón doscientos mil están en la indigencia, sin la alimentación mínima ni bienes esenciales para subsistir.

Además, en la capital los ricos tienen un ingreso 56 veces más alto que los pobres y a pesar del progreso físico que ha logrado en los últimos diez años y que se refleja en obras como TransMilenio, las ciclorrutas y los parques, es una ciudad con más del 50 por ciento de su población pobre.

Los tres millones de personas que están por debajo de la línea de pobreza son aquellas que no alcanzan a cubrir la canasta de servicios básicos: salud, educación, servicios públicos, vivienda digna.

Los datos reflejan que aunque Bogotá es ejemplo para el mundo porque presenta resultados meritorios en su oferta institucional, el 55 por ciento de sus habitantes son pobres o miserables.

El desempleo es la principal causa de la pérdida de ingresos y el deterioro en la calidad de vida. El índice de desocupación en la ciudad pasó de 7,5 por ciento en 1995 a 20,3 por ciento en el 2000. Hoy es de 16 por ciento, uno de los más altos, sino, el más alto del país.

Entre 1996 y 1999 el ingreso de los bogotanos cayó en 11,8 por ciento y aún hoy no se ha podido recuperar.

La pobreza en Bogotá está concentrada en la periferia en localidades como San Cristóbal, Ciudad Bolívar, Bosa, Santa Fe y Usme, donde viven cerca de 3 millones de personas que pertenecen a estratos 1 y 2. Y afecta en mayor grado a los niños y los ancianos. Cerca de 240 mil niños menores de cinco años están en la pobreza y casi 27 mil en situación de miseria.

En la calle viven entre 2.500 a 11 mil personas¹ que en el 54 por ciento de los casos vienen de otras zonas del país. En el 49,6 por ciento de los casos están en la calle por maltrato y abandono.

Hasta este punto y en ninguno de los estudios se ha tenido en cuenta los pobres del sector rural de Bogotá. Ni siquiera están cuantificados.

Los menores de 18 años con necesidades básicas insatisfechas en el 2003 eran 919.961 y en situación de miseria, 181.584. Las personas mayores de 55 años en la pobreza: 55 mil y en la indigencia, 8.398. Los habitantes de la calle: 11 mil, con un 54 por ciento que viene de otras regiones del país. Los desempleados: 610 mil personas. Los subempleados: 1"200 mil personas.

Hoy en día, sectores poblacionales como el barrio Cundinamarca, El Policarpa ó los empresarios de la zona industrial de la calle 13 han tenido que realizar marchas y protestas continuas para que los habitantes de la calle que han llegado a estos sectores sean reubicados por el daño social que estos representan: atracos, delincuencia común, vicio, violaciones, daños a inmuebles, amenazas, entre otras.

La atención de loa población habitante de la calle significa la identificación, y remisión a centros de atención especializados, de los ciudadanos de la calle, esta identificación se acompaña de un trabajo de sensibilización a la comunidad para que estas personas no sean percibidas como agentes que suponen inseguridad, en un proceso que se dirige a la inclusión social y a su propia valoración y desarrollo humano

Esta inclusión se ha propiciado en el Distrito, en el período Mockus, a través del proyecto "Fortalecimiento de capacidades productivas y ocupacionales del ciudadano y ciudadana de la calle" en el cual recibieron capacitación en un oficio durante media jornada diaria y durante la otra media salen a realizarlo en el espacio público, trabajo por el cual reciben un jornal que permite cambios en su situación personal.

Número de habitantes de la calle atendidos en el período 1998 . 2002 fue de 3764. Pero, que sucede con los 3.000 u 11.000 habitantes actuales, que día a día siguen creciendo.

Una de las tareas del Estado es la atención de estas personas, cuyo costo al Estado puede significar alrededor de $1.000.000 mensuales. Pero su atención en ningún momento ha llegado a ser autosostenible y ese es el objetivo primordial del presente proyecto de Acuerdo, el hecho de recuperar un apersona a través del trabajo y la autosostenibilidad financiera y presupuestal de su tratamiento, ya que este deberá cultivar la tierra o aprender una tarea manual la cual pueda ser comercializada como soporte para su mantenimiento.

Para muchos el hablar de 3.000 u 11.000 personas es irrelevante ya que estas no son sino el 0.045% ó el 0.16% de la población total de la ciudad, pero, esta pequeña masa lleva consigo la imagen de la ciudad que se desplaza a través de la misma en los cuatro puntos cardinales y el rechazo social del restante de bogotanos.

Lo acaecido en el mes de Abril tan sólo muestra el drama de los indigentes en Bogotá y la falta de políticas para su protección a nivel nacional. Tras la protesta de los habitantes del barrio Cundinamarca, por la llegada de centenares de mendigos que fueron sacados de la Calle del Cartucho para la recuperación de espacio público en Bogotá, se puso en evidencia la falta de políticas a nivel nacional para proteger a las personas que están por debajo de los niveles de pobreza.

"Los ciudadanos reclaman mayor protección ante los robos de los registros del agua y atracos ocurridos ayer, por estos ex habitantes del cartucho.

Las autoridades despejaron las vías con el uso de la fuerza y gases lacrimógenos y estudian medidas de seguridad para estos ciudadanos, ante el peligro inminente que genera este nuevo cartucho, ubicado en la carrilera de la carrera 30 con calle 22 al respaldo de la antigua instalaciones de Bavaria."

Por lo anterior y teniendo en cuenta que el papel del Estado en cualquiera de sus entornos territoriales debe cumplir con la atención de los habitantes con mayores necesidades y que además es deber del mismo proteger a la ciudadanía en general, se pone a disposición de la Corporación y de la Administración el presente proyecto de Acuerdo para encontrar soluciones en la atención de la población habitante de la calle "indigente".

Concejal de Bogotá