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PROYECTO
DE ACUERDO 169 DE 2011 "Por
medio del cual, en desarrollo de la ley 1381 de 2010, se dictan normas para la
conservación y el fortalecimiento de las lenguas indígenas y tribales, de los
grupos étnicos residentes en Bogotá D.C. y se dictan otras disposiciones" I. EXPOSICIÓN DE MOTIVOS 1.
BREVE RESEÑA HISTÓRICA. En 1923, Haudenosaunee Deskaheh, indígena
perteneciente a los iroqueses, viajó a Ginebra, con el fin de hacerse oír por Siguiendo el ejemplo del anterior T.W. Ratana, indígena
Maorí, en 1925, viajó a Ginebra, buscando la ayuda de Sin embargo En 1971, Las Naciones Unidas, a través de Martínez Cobo, presentó, durante el lapso de Finalmente, tras más de 80 años desde que Haudenosaunee
Deskaheh, decidida y valientemente, iniciará las acciones ante El presente proyecto, no hace sino recoger lo que en
el ámbito internacional y nacional, ya es un deber. 2. JUSTIFICACIÓN El año 2008, fue declarado por La comunidad de naciones ha entendido, que la pérdida
de un idioma, significa un sensible menoscabo de las manifestaciones
intelectuales de la especie humana. En efecto las formas idiomáticas, no son
solo un conjunto de sonidos; es todo un engranaje y un producto que representa
siglos de evolución y construcción de un sistema mediante el cual, los pueblos,
amen de comunicarse, plasman su cosmovisión, sus relaciones interpersonales, la
forma como es pensada la vida misma, la idiosincrasia del pueblo parlante, las
representaciones sicológicas que subyacen en sus formas gramaticales, incluso
determina el comportamiento social de los humanos y sus particulares
características. Así por ejemplo proliferan los poetas dentro de
quienes hablan las llamadas lenguas romances y los filósofos, entre quienes se
expresan en idiomas con raíces germanas. Por ello es tan importante el multilingüismo. Así
como la conservación de la biodiversidad es un imperativo para la humanidad, la
protección y preservación de las diferentes variedades idiomáticas, debe estar
entre las prioridades de todas las naciones, más aún de aquellas que poseen la
enorme riqueza de tener diversas construcciones idiomáticas dentro de sus
fronteras. Resulta por demás muy interesante que la tercera
parte de las lenguas existentes en el planeta, sean habladas en la zona
tropical, donde también se concentra la mayor biodiversidad. Colombia está
ubicada en dicha zona y acorde con la tendencia del planeta, además de ser uno
de los países con mayor variedad en flora y fauna, es también en proporción con
el territorio, uno de los países con más variedad lingüística. Estamos en mora
de adelantar los estudios correspondientes, con el fin de establecer, si ambas
variables tienen correlación. La exposición de motivos de Considera el autor de la referida disposición que
dichas lenguas, "extremadamente variadas en su estructura, tipo y
origen, son el resultado de la adaptación de distintos grupos humanos entrados
al territorio colombiano a lo largo de los últimos Este es uno, sino el más grande patrimonio cultural
del país, el que estamos en la imperiosa obligación de preservar, fortalecer y
difundir, toda vez que las implicaciones de carácter espiritual, que la
diversidad tiene en los seres humanos es incuantificable, para la elaboración y
fundamentación de valores como la tolerancia, la solidaridad, la libertad y la
paz. Esa riqueza, sin embargo está seriamente amenazada,
primero porque las personas que hablan lenguas nativas, son una reducida
población, pero además sus condiciones de vida y su vulnerabilidad, las hace
mucho más frágiles, por efectos del conflicto armado, de la pobreza, de la
incomprensión y estigmatización por parte de los hispanoparlantes. Es pues
deber del Estado, a través de sus instituciones, adelantar todas las acciones
afirmativas, para evitar la pérdida de las variadas formas idiomáticas, que
junto con el castellano, aún perviven en nuestro territorio. El país está en mora de adelantar estudios
lingüísticos serios, para establecer las raíces de nuestras lenguas, sus
construcciones gramaticales, su fonética, su lexicografía, su ortografía, y
demás que pertenecen al ámbito de dicha disciplina, pero por sobre todo, está
en mora de recabar, toda la memoria histórica, la mitología, la espiritualidad
y las muy bellas obras literarias y cosmovisiones que caracterizan a los
diferentes etnias. 3.
OBJETIVO El presente proyecto de acuerdo busca implementar en
el Distrito Capital, medidas de protección de las lenguas indígenas, afrodescendientes
y del pueblo Rom, con el fin de mantener y defender, sus formas tradicionales
de vida y su patrimonio cultural 4.
SUSTENTO JURÍDICO En el ámbito internacional, sustenta la presente
iniciativa El Convenio 169 de 1989 de En el orden nacional, en primer término el artículo
10 de Así mismo Con relación a "6º. El Estado garantiza a los grupos étnicos y
lingüísticos, a las comunidades negras y raizales y a los pueblos indígenas el
derecho a conservar, enriquecer y difundir su identidad y patrimonio cultural,
a generar el conocimiento de las mismas según sus propias tradiciones y a
beneficiarse de una educación que asegure estos derechos. 7º. El Estado protegerá el castellano como idioma
oficial de Colombia y las lenguas de los pueblos indígenas y comunidades negras
y raizales en sus territorios." Así mismo, impulsará el fortalecimiento de las
lenguas amerindias y criollas habladas en el territorio nacional y se
comprometerá en el respeto y reconocimiento de estas en el resto de la
sociedad" Y en el artículo 13 determina: "Con el fin de
proteger lenguas, tradiciones, usos y costumbres y saberes, el Estado
garantizará los derechos de autoría colectiva de los grupos étnicos, apoyará
los procesos de etnoeducación, y estimulará la difusión de su patrimonio a
través de los medios de comunicación" A su vez en el artículo 4º de la reforma de 2008,
contempla como patrimonio cultural de ".Promoción de la diversidad cultural, del
diálogo intercultural y de una cultura de la paz. Protección y valorización del patrimonio cultural de
manera duradera. Educación de calidad" El Acuerdo 359 del 5 de enero de 2009, mediante el
cual se diseño la política pública para los indígenas en Bogotá D. C., el que
contempla el respeto a la interculturalidad y la multiculturalidad, el
fortalecimiento de la identidad cultural, la garantía de atención con enfoque
diferencial y apoyo a la etnoeducación, Consideramos que el presente proyecto de acuerdo,
favorecerá enormemente a la salvaguardia de las poblaciones indígenas y de los
grupos étnicos que habitan la ciudad, y que con ello se contribuirá enormemente
a la consolidación de la autoestima, no solo del conglomerado al que va
dirigida, sino al de toda la sociedad, pues el reencuentro con nuestras raíces
precolombinas y el reconocimiento de sus valores culturales, espirituales,
sabiduría, mitología, hará que Finalmente y como aporte al debate y al conocimiento
de las lenguas vernáculas, a continuación integraremos al cuerpo del Proyecto
de Acuerdo, el anexo que hizo parte de la exposición de motivos de "ANEXO 1. LOS TRES GRUPOS DE LENGUAS NATIVAS La población indígena de Colombia está presente en
todos los departamentos que tiene el Estado. Suman 1¿378.000
personas según el censo del DANE de 2005, pertenecientes a cerca de 100
identidades étnicas indoamericanas. De esta población, más de 500.000 personas
no hablan ninguna lengua amerindia aunque se identifican como indígenas y
tienen hábitos sociales y culturales que los acreditan como tales (grupos cenúes,
pastos, coyaimas, yanaconas, mokanás, cañamomos, etc.). El resto habla 65
lenguas diferentes (algunas de ellas con variaciones dialectales importantes)
agrupables en 21 estirpes lingüísticas (13 familias lingüísticas y 8 lenguas
aisladas). A estas lenguas indoamericanas hay que añadir las dos
lenguas criollas habladas en el territorio nacional por agrupaciones étnicas de
afrodescendientes: Las comunidades palenqueras presentes en San Basilio
de Palenque, Barranquilla y Cartagena que totalizan unas 10.000 personas. Las comunidades raizales del archipiélago de San
Andrés, Providencia y Santa Catalina que totalizan alrededor de 30.000
personas. Estas dos lenguas son recientes. Fueron creadas por
esclavos de origen etnolingüística africana diversa (más netamente bantú en el
caso del criollo de Palenque), en la época de la trata y de la esclavitud
impuesta por los europeos en los siglos de También conviene mencionar aquí las comunidades de
habla romaní o gitanos que suman unas 5.000 personas. La lengua romaní procede
de una lengua perteneciente a las lenguas indo-europeas y es pariente del
antiguo sánscrito. La cultura Rom tiene un fuerte componente de nomadismo y sus
colectivos (kumpánias) están presente en distintas
zonas del país (Norte de Santander, Girón, Barranquilla, Bogotá, Medellín,
etc.). 2. Las lenguas indígenas en Colombia En lo que sigue presentamos someramente las lenguas
indígenas, reagrupadas por familias o estirpes lingüísticas y dando para cada
una, una indicación del tamaño de su población y su ubicación aproximativa. a) Grandes familias continentales 1. Familia chibcha (7 lenguas). Esta familia
lingüística, de probable procedencia centro-americana, está también presente en
Panamá, Costa-Rica y Nicaragua. Su nombre proviene del pueblo que encontraron
los españoles en la región de Bogotá. En Colombia se encuentran hoy lenguas
chibchas: en el Darién (lengua tule o cuna, 2.400 personas en Colombia,
más de 40.000 en Panamá), en 2. Familia arawak (8 lenguas). Es esta familia la más
extendida en Sur América. De probable procedencia centro-amazónica, se difundió
en estos últimos dos milenios por los ríos tributarios del Amazonas y del
Orinoco y por las costas del mar Caribe. En Colombia se encuentran lenguas
arahuacas en tres áreas: 3. Familia caribe (2 lenguas). Esta estirpe se
difundió poco antes de la llegada de los españoles desde las Guyanas por el
Norte de todo el subcontinente y también por el Sur del Amazonas. En Colombia
estuvo presente en la zona atlántica, el río Magdalena y el Amazonas y
probablemente en otras regiones también. Hoy subsiste un grupo en 4. Familia quechua (3 lenguas). La presencia de
lenguas de la familia Quechua en Colombia parece ser moderna. Hoy se habla el inga
o ingano (15.450 personas) en el departamento de Nariño (Aponte), en el valle
de Sibundoy (Putumayo) y en el departamento del Caquetá (alto río Caquetá, río
Fragua, río Yuruyacu, río Orteguaza). Se habla otra variedad de quechua
cerca de Puerto Asís, en el río San Miguel y sobre el alto río Putumayo. Estas
variedades son afines a los dialectos quichuas ecuatorianos y más
específicamente a los dialectos ecuatorianos de la selva. Aunque su expansión
ríos abajo es reciente, es muy posible que su presencia original en Colombia se
deba a su difusión como lengua general por los misioneros católicos a partir
del siglo XVII. También hay hablantes de variedades de quechua amazónico
peruano, río Putumayo abajo. 5. Familia tupí (2 lenguas). De esta gran familia
presente en Brasil, Bolivia, Paraguay y Argentina, no queda sino una comunidad,
los cocama, en la frontera entre Colombia, Brasil y Colombia (2.200
personas, muy pocos hablantes). Por otro lado, se han reportado cientos de
hablantes de lengua geral (nheengatú) sobre el río Guaviare. b) Familias regionales 6. Familia barbacoa (2 lenguas). En el Suroccidente
andino, con posibles prolongaciones en el Occidente ecuatoriano (chachi o
cayapa, tsafiki o colorado): guambiano (21.000 personas) del Cauca; awá
o kwaiquer (25.800 personas) en el piedemonte pacífico de Nariño. 7. Familia chocó (2 lenguas). En la costa del
Pacífico, desde Panamá hasta Ecuador, con incursiones en ambos países: lengua embera
con mucha variación dialectal (más de 80.000 personas hablantes de
embera-chamí, embera-catío, epedara sía, emberaes del Chocó, etc.), más otra
lengua bien diferenciada, el waunan (9.000 personas), sobre el río San
Juan. 8. Familia guahibo (3 lenguas). En los Llanos
orientales colombianos y también venezolanos, poblaciones nómadas hoy en buena
parte sedentarias. En Colombia se distinguen en los extremos del área dos
lenguas bien diferenciadas: en el norte, el hitnu o macaguane (650
personas), en el sur, el guayabero (600 personas). Entre ellas un
espacio más homogéneo ocupado por el guahibo propio o sikuani (35.000
personas en Colombia) y otras lenguas cercanas (cuiba, amorúa, etc.). 9. Familia sáliba-piaroa (2 lenguas). Grupos de los
Llanos del Orinoco tempranamente catequizados por los Jesuitas en el siglo
XVII. En el Occidente están los sáliba (3.000 personas), en el Oriente y
también en Venezuela, cerca al Orinoco, están los piaroa (800 personas
en Colombia, unas 5.000 en Venezuela). 10. Familia macú-puinave (5 lenguas). Agrupación de
pequeñas comunidades nómadas selváticas del río Inírida y de las selvas del
Guaviare y del Vaupés (lenguas yuhup, hupda, nukak, kakua) con un
grupo más sedentario a lo largo del río Inírida: el puinave (4.100
personas). 11. Familia tucano (18 lenguas). Está repartida en
dos áreas: occidental -Alto Caquetá y Alto Putumayo-, y oriental -Alto río
Negro y Vaupés-. Se encuentran lenguas de esta familia en Brasil, Ecuador y
Perú. En Colombia, la parte occidental (unas 3.000 personas; lenguas coreguaje,
siona) está muy amenazada por el ímpetu de la colonización reciente; la
parte oriental se caracteriza por prácticas sistemáticas de multilingüismo. En
esta última área son dieciséis lenguas para menos de 30.000 personas: cubeo,
tanimuca, tucano, desano, macuna, tatuyo, barasana, carapana, tuyuca, yurutí,
siriano, piratapuyo, bará, taiwano, wanano, pisamira. 12. Familia witoto (3 lenguas). En los ríos Caquetá y
Putumayo: la lengua uitoto (6.400 personas) con sus tres dialectos más
la lengua ocaina, 280 personas (también presente en el Perú) y la lengua
nonuya, casi extinta (tres hablantes). 13. Familia bora (3 lenguas). También en la zona
Caquetá-Putumayo. Lenguas muinane (550 personas), bora (930
personas) y miraña (270 personas); estas dos últimas muy cercanas. c) Lenguas aisladas 1. En el suroccidente andino (Cauca oriental), la
lengua paez o nasa (unas 186.000 personas). 2. Al borde del río Amazonas y en la zona llamada
trapecio amazónico, la lengua ticuna, extendida también más allá de la
frontera trinacional, sobre todo en Brasil pero también en el Perú (9.000 personas
en Colombia, por lo menos 30.000 personas en total). 3. En el valle de Sibundoy (Piedemonte
andino-amazónico), la lengua kamëntsá (3.500 personas). 4 En el Alto Putumayo, la lengua cofán hablada
también por unas pocas comunidades más allá de la frontera con Ecuador (unas
1.650 personas). 5. En la frontera con Perú, al borde del río Amazonas
y en la zona llamada trapecio amazónico, la lengua yagua, 1.000 personas
en Colombia (unas 3.000 en Perú). 6. En Araracuara (Amazonas), la lengua andoque
(comunidad de 140 personas). 7. En la frontera con Venezuela (río Arauca),
ocasionalmente presente en Colombia, la lengua yarumo (60 personas). 8. En La situación de las lenguas nativas en Colombia no es
tan mala comparativamente a otros países pero es de riesgo. Muchas lenguas de
aquí tienen hoy una vitalidad grande pero tenemos que guardar en mente que la
mitad de las lenguas habladas en Colombia lo son por grupos de menos de mil personas
y están por lo tanto en una situación de precariedad preocupante. Este tamaño
demográfico que podía no ser problemático en épocas de aislamiento cuestiona la
sostenibilidad de la lengua en nuestra época de intercambios intensos. A este
factor de riesgo conviene añadir las condiciones de vida más frecuentes de
estas poblaciones, es decir la pobreza, la irrupción brutal de la modernidad
con las explotaciones consabidas, los conflictos armados, etc., que las
fragilizan en exceso y suelen llevar en muchos casos a la pérdida de
transmisión de las tradiciones que organizaban su vida colectiva, entre ellas
su lengua. Incluso lenguas como la del pueblo Wayúu que puede pasar de 500.000
personas pueden correr peligros graves si no se toman medidas favorables de
política lingüística. De manera panorámica y en espera de los resultados
precisos del gran diagnóstico sociolingüístico que se ha empezado a organizar
en todo el país, sabemos que: Cinco lenguas están casi extintas pues ya no tienen
casi hablantes. Estas son las lenguas: tinigua (1 hablante), nonuya
(3 hablantes), carijona (más o menos 30 hablantes pasivos), totoró
(4 hablantes activos, 50 hablantes pasivos), pisamira (más o menos 25
hablantes). Por lo menos otras 19 lenguas están en serio peligro. Estas son : achagua, hitnü, andoke, bora y miraña,
ocaina, cocama, nukak, yuhup, siona, coreguaje, sáliba, cofán, muinane,
cabiyarí, guayabero, ette o chimila, kamëntsá, criol de San Andrés y
Providencia y criollo de San Basilio de Palenque. Al otro extremo, muchas lenguas tienen una buena
vitalidad y se transmiten a las nuevas generaciones pero hay señales de peligro
y se debe construir su sostenibilidad. Entre estas están las lenguas: wayunaiki, kogui,
ika, wiwa, tule o cuna, barí, uwa, sikuani, curripaco, puinave, cubeo, tucano,
wounan, embera, ingano. Entre el gran peligro y la buena salud relativa de
estas últimas, la mayoría de las otras lenguas está en una situación de
equilibrio inestable y su suerte se va a definir en los veinte o treinta años
que vienen. Entre estas están las siguientes: uitoto, ticuna,
yukuna, yukpa, muchas lenguas del Vaupés, piapoco, cuiba, etc. Vemos que la amenaza de desaparición de muchas
lenguas es real y concierne directamente a nuestra generación y a su
responsabilidad."1 5. COMPETENCIA DEL CONCEJO De conformidad con el artículo 313 de 6. IMPACTO FISCAL El presente proyecto de Acuerdo, de conformidad con
lo establecido en el artículo 7º de Atentamente
PROYECTO
DE ACUERDO No. 169 DE 2011 "Por
medio del cual, en desarrollo de la ley 1381 de 2010, se dictan normas para la
conservación y el fortalecimiento de las lenguas indígenas y tribales, de los
grupos étnicos residentes en Bogotá D.C. y se dictan otras disposiciones" ARTÍCULO 1o. OBJETO: La presente disposición tiene por
objeto, la protección de patrimonio cultural de los grupos étnicos residentes
en Bogotá D. C., mediante acciones afirmativas que preserven sus lenguas
nativas. PARÁGRAFO: Se entenderá por "lenguas Nativas" la
definición dada por ARTÍCULO 2º.
DIAGNÓSTICO. Con el fin de
salvaguardar, preservar y fortalecer las lenguas nativas de los grupos étnicos
residentes en el distrito, la administración, con el liderazgo de ARTÍCULO 3º.
TRADUCTORES. En cumplimiento de las
disposiciones contempladas en los artículos 7º, 8, y 9, de ARTÍCULO 4º.
RECURSOS.- La administración
Distrital, junto con ARTÍCULO 5º.
RECUPERACIÓN LENGUAS EXTINTAS O EN PELIGRO DE EXTINCIÓN. La administración distrital,
a través del Instituto Distrital del Patrimonio Cultural, junto con ARTÍCULO 6º.
CANAL CAPITAL.- El Canal Capital, en
cumplimiento del artículo 16 de ARTÍCULO 7º.
PUBLICACIONES. Con arreglo a lo
dispuesto en el artículo 17 de ARTÍCULO 8º.
EDUCACIÓN. A partir del diagnóstico
y el censo lingüístico, el Distrito destinará los recursos necesarios, para que
El distrito
deberá también apoyarse en el Ministerio de Educación y de Cultura, entidades
responsables de impulsar la defensa y fortalecimiento de los idiomas
originarios y de implementar todo lo concerniente con la enseñanza bilingual. ARTICULO 9º.
INVESTIGACIÓN Y CAPACITACIÓN PEDAGÓGICA. El Instituto de investigación educativa y el Desarrollo Pedagógico, en
ejercicio de las funciones que le son propias, adelantará la capacitación y
formación de los docentes que impartirán la enseñanza bilingual de que trata el
artículo anterior. ARTICULO 10º. VIGENCIA: El presente acuerdo rige a partir
de su sanción y publicación. PUBLÍQUESE
Y CÚMPLASE NOTA DE PIE DE PÁGINA Gaceta del Congreso No 142 del 19 de marzo de 2009. |