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Proyecto de Acuerdo 130 de 2014 Concejo de Bogotá, D.C.

Fecha de Expedición:
--/ 00/2014
Fecha de Entrada en Vigencia:
Medio de Publicación:
Anales del Concejo
La Secretaría Jurídica Distrital aclara que la información aquí contenida tiene exclusivamente carácter informativo, su vigencia está sujeta al análisis y competencias que determine la Ley o los reglamentos. Los contenidos están en permanente actualización.


 
 

PROYECTO DE ACUERDO No. 130 DE 2014

 

"POR EL CUAL SE CREA LA RED DISTRITAL DE CULTURA CIUDADANA EN BOGOTA”

 

EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

 

1. OBJETO DEL PROYECTO DE ACUERDO

 

Este proyecto de Acuerdo tiene por objeto crear la Red Distrital de Cultura Ciudadana en Bogota, en la que se promueva de manera permanente y cotidiana las políticas públicas, planes, programas, proyectos orientados a modificar los comportamientos ciudadanos relacionados con el respeto a la norma, el cuidado y valoración del patrimonio, el fortalecimiento del ejercicio de los derechos y respeto al derecho del otro, construcción de ciudadanía y su autorregulación como fundamento de la convivencia. Información que garantice la educación y recordación de valores, hábitos, costumbres, acciones y reglas mínimas compartidas por los individuos, que permitan la convivencia, respeto, tolerancia y generen sentido de pertenencia.

 

Red Distrital de Cultura Ciudadana de Bogotá, que debe tener un carácter transectorial (sociedad civil y administración pública Distrital), transversal (concurrencia de distintas disciplinas, sectores o instituciones) e interinstitucional (articulación y complementariedad entre las instituciones Públicas Distritales) y Permanente (que trascienda las Administraciones Distritales) , para lograr reconstruir el tejido social.

 

2. JUSTIFICACION DEL PROYECTO DE ACUERDO:

 

Para comprender la importancia que representa para una ciudad cosmopolita como Bogotá, contar con una RED como canal de comunicación permanente con los habitantes de la ciudad sobre temas de CULTURA CIUDADANA, debemos primero, entrar a analizar qué significa CULTURA CIUDADANA :

 

“La idea de cultura ciudadana refiere a las normas y los valores compartidos por los habitantes de una localidad. En este caso, lo ciudadano se refiere sobre todo a la dimensión política de las personas, que tienen derechos y obligaciones en el marco de la sociedad en la que viven.

 

La cultura ciudadana engloba la protección y la promoción de estos derechos, que permiten la convivencia pacífica entre las personas y que resguardan el patrimonio común. El vínculo entre cada persona y el entorno, su conducta en los espacios públicos y su participación en la toma de decisiones respecto a los intereses comunitarios forman parte de la órbita de la cultura ciudadana.

Podría decirse que fomentar el cuidado de los parques y plazas y el respeto por las normas de tránsito son acciones que forman parte de la cultura ciudadana. Una persona que arroja residuos en la calle o que no denuncia un delito cuando es testigo directo del mismo, en cambio, evidencia falencias en su formación en cultura ciudadana ya que no cuida el bienestar comunitario.”1


A continuación traigo a colación un artículo de Agustín Angarita Lezama, en el periódico El Nuevo Día.com de fecha 24 de enero de 2014, en el que refleja la necesidad imperiosa que al ciudadano se le enseñe lo que significa ser miembro de una comunidad y cómo se logra obtener bienestar perteneciendo a ella:


”No se es ciudadano por nacimiento, sino que nos hacemos ciudadanos en la medida de nuestras acciones, de la manera como tratamos y somos tratados por los demás. La ciudadanía requiere ser aprendida, enseñada, transmitida en el hogar, la escuela, en la calle, en el trabajo, en todos los espacios de convivencia. Son reglas de juego para vivir en comunidad que deben ser asumidas por todos los miembros de una colectividad y además, ser reafirmadas y refrendadas permanentemente. A estas normas cívicas para la convivencia se les ha denominado como cultura ciudadana.

 

La cultura ciudadana pretende mejorar la gestión pública y privada, ampliar y profundizar la participación ciudadana y la cultura democrática, asumir responsabilidades compartidas y generar procesos de movilización social por el bien común. Cada comunidad establece unos patrones de cultura cívica particulares, válidos sólo para ella. Estos parámetros no son estáticos y se transforman con los cambios sociales.

 

Para que una sociedad acepte estos cambios voluntarios de comportamientos colectivos debe existir una integración fuerte y dinámica entre las normas o leyes, la moral y la cultura. Es decir, solamente ocurren cambios culturales cuando los valores morales de los ciudadanos van en la misma dirección de la ley y estos valores son compartidos por todos en la vida diaria. En otras palabras, que el ciudadano entienda e interiorice la ley, la asuma como legítima y actúe en concordancia, tanto él como los demás ciudadanos.

 

En el país las leyes no son legítimas. Una vez se expiden la ciudadanía en lugar de acomodarse a ellas y comportarse en coherencia, busca inventarse como saltarse la norma, como evadirla, de ahí el decir popular: hecha la ley, hecha la trampa. Este comportamiento a corto plazo puede dar algunos frutos y ventajas. Pero para la vida en colectividad, es dañino y erosiona la confianza y a convivencia.

 

Es urgente el reforzamiento cultural en la ciudadanía de buenos comportamientos, de cambios de actitudes y cambios de percepción de los habitantes del municipio. Se deben mejorar las relaciones de los ciudadanos con las leyes y con las normas sociales. Estimular la capacidad de los ciudadanos para cooperar, para ser solidarios y llegar a acuerdos sobre el bien común. Además, se debe llegar a ser capaces de llamar la atención de manera amable a otros cuando incurren en comportamientos inadecuados.

 

Lo anterior será estéril si no se combate la arbitrariedad, se genera confianza en las instituciones y se fortalece el sentido de lo público. Así la ciudadanía podrá aprender a apropiarse de la ciudad, a usarla valorando y respetando su ordenamiento propio y a entenderla como un patrimonio común. Las autoridades no deben limitarse a expedir las normas rematándolas con un “comuníquese y cúmplase”.

 

Hay que ampliar este final por un “comuníquese, explíquese, compréndase y ahora sí, cúmplase”. Solo así se transforman las creencias, tradiciones y costumbres de una sociedad.

 

Un último aspecto. No es únicamente la coerción, la fuerza y la autoridad lo que impulsa la convivencia. El principio de solidaridad es el verdadero motor de la acción. La solidaridad como un actuar entre iguales. En Ibagué necesitamos construir entre todos cultura ciudadana para vivir mejor”2

 

Es preocupante la situación por la que atraviesa la ciudad de Bogotá, en la que sus habitantes no experimentan sentido de pertenencia, viven en una completa indiferencia para con el otro, en una displicencia en cooperar de manera voluntaria en la construcción de una sociedad regida por valores, por el respeto a la diferencia, por el respeto a las normas y a la ley.

 

Escenario que ha venido acentuándose cada día más, pareciere que nos sentimos impotentes ante la ausencia de valores en todos los grupos sociales que conforman nuestra comunidad bogotana. Hechos que sobre el tema nos dio a conocer el Tiempo en el año 2011, a continuación transcrito, que en nada difiere a lo que vivimos hoy en día :

 

“BOGOTÁ SE RAJA EN CULTURA CIUDADANA, SUS HABITANTES SE EVALÚAN CON 2,8”

 

Por: REDACCIÓN BOGOTÁ |

9:39 p.m. | 31 de Julio del 2011

Detrás de esta mala calificación está la falta de autoridad para hacer cumplir las normas.

 

Los logros de Bogotá en cultura ciudadana, que llevaron a la ciudad a convertirse en ejemplo y referencia en el país e incluso en América Latina en esa materia, están amenazados.

 

Hoy, a la hora de evaluar su comportamiento con las demás personas y con la ciudad, los bogotanos se calificaron con menos de 2,8 en una escala de 1 a 5, según los resultados de la encuesta de percepción de 'Bogotá, cómo vamos', realizada con 1.508 personas.

 

Detrás de esa mala calificación, que incluye al menos 24 comportamientos, están la falta de autoridad de la administración para hacer cumplir las normas y sancionar a quienes las incumplan y el relajamiento de los ciudadanos frente al respeto de los deberes mínimos de convivencia.

 

Por ejemplo, los bogotanos se rajan en el respeto por los vecinos, los reinsertados, los desplazados, la diversidad sexual, los adultos mayores, los niños, los peatones, las minorías étnicas, las mujeres y los discapacitados.

 

Sienten que no hay castigo

 

También se rajan en su comportamiento en las filas y paraderos de los buses, en el cuidado del medio ambiente, el espacio público y TransMilenio, y en el respeto de las normas de convivencia, de construcción y ambientales.

 

En el cumplimiento de las normas de tránsito también se rajan, con excepción del pico y placa, aspecto en el que pasan raspando (3,3), y el pago de impuestos (3,9).

 

La razón de esta calificación parece radicar en la seguridad que siente la mayoría de los bogotanos de que los malos comportamientos y el incumplimiento de las normas no serán castigados.

 

Sin sanción alguna

 

Una de cada cuatro personas respondió que cree que no será castigada si desacata el pico y placa, excede los límites de velocidad o incumple las medidas de seguridad en las motos.

 

La tercera parte de los encuestados dijo que es poco probable que lo castiguen si porta armas (33 por ciento), pasa un semáforo en rojo (32 por ciento) o viola las normas de construcción (34 por ciento).

 

Además, es más alto el porcentaje de personas (38 por ciento) que cree que no recibirá sanción si maltrata a una mujer o invade el espacio público (37 por ciento).

El porcentaje de incrédulos frente a la posibilidad de sanción sube en comportamientos como hablar por celular mientras conduce (39 por ciento), conectarse ilegalmente a servicios públicos (40 por ciento), cruzar la calle por sitios prohibidos (43 por ciento), pagar para saltarse los trámites (44 por ciento) o no usar los puentes peatonales (45 por ciento).


En este punto también están orinar en el espacio público (51 por ciento), incumplir las normas ambientales (49 por ciento), arrojar papeles a la calle (55 por ciento) y no usar los paraderos (52 por ciento).

 

Aún se discrimina

 

La encuesta demuestra que los bogotanos están convencidos de que en la ciudad hay discriminación por el hecho de ser desmovilizados, reinsertados o desplazados (87 por ciento), por su condición económica (86 por ciento), por la orientación sexual (84 por ciento), por tener alguna discapacidad (83 por ciento), por la raza o grupo étnico (79 por ciento) o por la edad (79 por ciento).

 

'Participar no sirve de nada', advierten

 

Los bogotanos no creen que participar en las organizaciones de su comunidad sirva de algo. También están seguros de que su opinión no se tiene en cuenta a la hora de las decisiones y no creen que ayude a combatir la corrupción.

 

Según la encuesta de 'Bogotá, cómo vamos', el 95 por ciento de las personas no pertenece a ningún grupo u organización comunitaria. El 75 por ciento dijo que no participa en resolver los problemas de su comunidad. El 11 por ciento de los que participan lo hace porque recibe algo a cambio.

 

La mayoría de las personas argumenta la falta de tiempo (48 por ciento) y falta de información (30 por ciento) o dicen que no saben cómo participar (18 por ciento). El 16 por ciento cree que participar no sirve.

 

El 77 por ciento de los encuestados cree que la participación no ha logrado reducir el clientelismo ni la politiquería. Por su parte, el 78 por ciento no cree que haya ayudado a reducir la corrupción y el 69 por ciento tampoco cree que haya ayudado a resolver los problemas de la gente.

 

El 66 por ciento de los encuestados dijo que la participación no ha fortalecido las organizaciones y el 71 por ciento no cree que le haya permitido a la gente influir en las decisiones.

 

El 67 por ciento tampoco cree que le haya permitido a los líderes hablar de igual a igual con las autoridades. En cambio, sí ha fortalecido a los políticos (61 por ciento) y ha sido manipulada por la corrupción (55 por ciento).

 

Si usted fuera el próximo Alcalde, ¿qué haría en esta materia?

Enrique Peñalosa

 

"Nuestro objetivo es que la gente viva mejor. Por eso, llevaremos a cabo múltiples proyectos para propiciar comportamientos y respeto a las normas".

 

Gustavo Petro

"En este tema, planteo que 1'800.000 hogares ayuden a descontaminar el río Bogotá, con métodos de descontaminación a la salida de sus casas y edificios".

 

David Luna

 

"Recuperaremos el observatorio de cultura ciudadana que destruyó el Polo y tenemos que luchar por el orden para asegurar la convivencia".

 

Carlos Galán

 

"En mi gobierno, relanzaría los programas pedagógicos que fueron efectivos en el pasado y los acompañaría con medidas policivas".

 

Gina Parody

 

"Que todos los días los bogotanos realicen al menos dos actos de solidaridad ciudadana. Solo así podemos empezar a promover una transformación".

 

Aurelio Suárez

 

"Los derechos de las personas terminan donde empiezan los de los demás. La cultura ciudadana no debe partir de medidas restrictivas. Hay que educar en derechos".3

 

EJEMPLOS DE LA SITUACION ACTUAL EN LA QUE LA MORAL, LA LEY Y LA CULTURA RIÑEN EN EL SENO DE NUESTRA SOCIEDAD BOGOTANA:

 

Los habitantes de Bogotá consideran que la ciudad les genera temor, miedo al poder ser, en cualquier momento objeto de algún delito, además de sentirse amenazados permanentemente de una eventual agresión por la falta de tolerancia, por el ambiente hostil que se respira.

 

Violencia que ha ido permeando en toda la sociedad: Colegios, Universidades,  Hogares, barrios, etc. Situación que se reflejada en el informe suministrado por la misma Administración Distrital con base en los datos del CEACS, del Instituto de Medicina y Ciencias Forenses, de la Policía Metropolitana y de la Cámara de Comercio de Bogotá :

 

“ Maltrato infantil

 

Para Bogotá D.C., durante el año 2013, Medicina Legal realizó 2.680 dictámenes de maltrato infantil, el 51.5% de las víctimas fueron niñas y el 48.5% niños. Los niños son más agredidos de los 0-9 años y a partir de los 10 años, la situación se invierte y son las niñas las más agredidas. El principal lugar de ocurrencia de los hechos es la vivienda (72.21%), seguido de la vía pública (13.2%) y los centros educativos (1.1%). Los principales agresores(as) son familiares (madre, padre y padrastro) en el 90 % de los casos; mientras el 9.4% de las agresiones provienen de personas no familiares.

 

Violencia de pareja

 

Para el año 2013, el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses -  INMLCF reportó 7.765 dictámenes en violencia de pareja en Bogotá D.C., el 18% corresponde a hombres y el 82% a mujeres. Para el rango de edad de 10 a 17 años (3.6 % de los casos) el 93% son niñas y el 7% son niños. A partir de los 18 años se evidencia que la frecuencia más alta de dictámenes médicos se realiza en el rango de 20 a 34 años (62.3 % de los casos).

 

El principal escenario de violencia de pareja es la vivienda (63.4%). Los principales agresores son el compañero(a) permanente (39.7% de los casos), pareja/ex-pareja (26 %) el 34% restante corresponde a ex esposos(as), amantes, ex amantes, novios(as), ex novios(as).

 

Violencia contra las personas mayores

 

En el 2013 el INMLCF registró en Bogotá D.C., un total de 174 dictámenes por violencia física contra personas mayores, 52 % hombres y 48 % mujeres. Los principales lugares de ocurrencia de los hechos son la vivienda (75.9%) y la vía pública (18.4%). Realizando una caracterización por sexo y posibles agresores (ras) se hace evidente que los hijos(as) son responsables del 42%.

 

Violencia entre otros familiares

 

Es aquella ejercida entre miembros de la familia, que se encuentran en el rango de edad de 18 a 59 años, por otros familiares como los hermanos (as), cuñados (as), tíos (as), primos (as) y suegros (as), entre otras. Para el año 2013 el INMLCF reportó 1988 casos en Bogotá D.C. de este tipo de violencia de los cuales el 66% de las víctimas son mujeres y el 34% son hombres. El mayor registro de casos se presenta en el rango de edad de 20 a 29 años (33.1%). Los principales lugares de ocurrencia son la vivienda (61.4%) y la vía pública (31.9%).

 

Delitos sexuales

 

De los 4.254 dictámenes sexológicos realizados en el 2013 por el INMLCF en Bogotá D.C., 3.548 (83%) corresponde a casos de mujeres y niñas, mientras 706 (17%) corresponden a niños y hombres.

 

Lesiones Personales

 

La mayor parte de ellas (68%), se presenta en el contexto de riñas, lo que significa que las diferencias y los conflictos interpersonales se siguen dirimiendo, en buena parte, a través de la violencia física con el empleo de elementos contundentes, armas blancas y de fuego.

 

Un número significativo de las víctimas de lesiones comunes se encuentra entre los niños y jóvenes (0 a 27 años de edad), pues en este rango se registran aproximadamente el 50% de ellas, siendo la participación de las mujeres dentro de este grupo cercana al 40%. Estas cifras revisten importancia, si se tiene en cuenta que las lesiones tienen tal severidad que, por lo general, la incapacidad médico legal está por el orden de los 30 o más días. Por otra parte, puede inferirse una relación de las lesiones interpersonales, con la ingesta de alcohol y el uso de sustancias psicoactivas (SPA), a partir de los días y horas de mayor incidencia del delito, pues entre la noche del sábado y la madrugada del domingo, se registra el 20% del total de casos y en un fin de semana (viernes a domingo) el 58%.

 

Homidicio

La principal causa de homicidio, permanentemente, es la venganza llegando al 52.2% en el 2013; seguida por las ocurridas como consecuencia de peleas o riñas con el 21%.

 

La presencia de Sustancias Psicoactivas (SPA), especialmente el alcohol ha sido una constante en el  (25%) de las víctimas de homicidio.

 

Las armas de fuego han estado presentes en el mayor número de casos, (entre un 58% y 60%), un alto porcentaje en condición de ilegalidad.

 

Colombia cuenta con una normatividad especial para el tratamiento y judicialización de los adolescentes en conflicto con la ley penal (Código de Infancia y Adolescencia, ley 1098 de 2006). Según datos del ICBF, en el 2013, en Bogotá D.C. ingresaron 8.124 adolescentes entre 14 y 17 años al sistema. Analizando los datos desde el año 2007, se evidencia una tendencia al incremento.

Frente a las edades de ingresos al -SRPA- la mayor concentración esta en el rango de los 16 y 17 años; sin embargo, viene aumentando la participación de adolescentes entre 14 y 15 años. Con relación a los ingresos por sexo, para el periodo 2013 el 84% corresponde a hombres y el 16% a mujeres, históricamente la participación de hombres como victimarios ha tenido mayor peso en los ingresos

 

Conductas y Oficios Informales que inciden en la Convivencia y Seguridad Ciudadana  :

 

El CEACSC ha identificado 22 conductas u oficios informales que inciden en la convivencia y seguridad ciudadana ya que algunos actores se relacionan con dinámicas contravencionales: Habitantes de Calle (reciclaje, expendio y consumo de SPA). Prostitución (directa e indirecta). Recicladores. Pandillas. Loteros y Chanceros. Zorreros. Carretilleros (Corabastos y Plazas de Mercado). Taxis piratas (gansos, gemelos, de otras plazas). Prestamistas ‘Gota a Gota’. Contrabando y Chineros. Bicitaxistas. Seguridad informal e ilegal. Vendedores de piedras preciosas.

 

Acompañantes, masajistas, curanderos, pitonisas, modelaje. Comisionistas negocios legales, informales e ilegales. Expertos oficios domésticos y personales (lustrabotas). Artistas callejeros (semáforos), artesanías callejeras. Expendedores de SPA (ollas estacionarias y móviles). Expendedores de discos y libros piratas, venta de celulares y artículos robados. Vendedores ambulantes (estacionarios y móviles). En la Capital, 120.061 personas integran las diferentes actividades informales”4.

 

Con este panorama tan sombrío,  es de imperiosa necesidad la creación de la Red de Cultura Ciudadana, la que debe constituir en una política pública Distrital permanente, independiente del Gobierno de turno, que tenga como fin, entre otras, contrarrestar las manifestaciones intolerantes, violentas que afecten la convivencia ciudadana. En este sentido se deberán asignar las  apropiaciones presupuestales, para que las Entidades Públicas Distritales del Nivel Central y Descentralizadas, puedan implementarla y actuar de manera oportuna.

 

Con esta iniciativa, se pretende que con la constante transmisión de mensajes educativos que tiendan a formar y generar en los habitantes Bogotanos el sentido de la no violencia, a la tolerancia, al respeto, a la capacidad de celebrar y cumplir acuerdos, al cumplimiento de la ley, a la confianza o expectativa de cooperación de los demás y el interés por lo público, se lograrán cambios de comportamientos colectivos, partiendo de cada uno, y con ello el incremento de un bienestar colectivo.

 

Los hábitos de comportamiento de los ciudadanos dependen de conductas aprendidas que se adoptan a través del ejemplo y la formación. Sin embargo si esos hábitos no son enseñados y direccionados desde la infancia en el hogar y refrendados en el Colegio, Universidad, en el trabajo, en la Calle, etc., esos espacios de conducta se malforman al tener influencia contraria por parte de su mismo entorno, de manera que cada habitante reacciona de manera aleatoria ante la convivencia y la tolerancia.

 

Los hábitos de convivencia deben ser un tema a tratar de carácter urgente, pues su influencia en el desarrollo de la ciudad es definitiva, ciudadanos que desconocen las normas, que no son concientes de las infracciones que a diario cometen, que no logran concertar el correcto uso de los espacios públicos y que ni siquiera tienen claro cómo funciona la ciudad, son en el mañana potenciales agresores del sistema y de sus reglas.

 

La cultura ciudadana debe llevarnos al conocimiento y la capacidad de entender y respetar las normas y leyes ya existentes, pues el individuo que las conoce y las entiende o comprende, desarrolla conductas particulares que llevan a ser adoptadas por el colectivo. Transformar las conductas individuales, siempre tendrá un impacto grupal que desencadena al entender la cotidianidad y su funcionamiento una empatía con las leyes y las normas que hace que las adoptemos como personales, por los beneficios que en términos de convivencia generan. La satisfacción del deber cumplido, la sensación de estar actuando bien, en conjunto con la aprobación social de la conducta, llevan a que esta dinámica sea una herramienta fundamental para el avance y modernización de la ciudad.

 

Los hábitos adquiridos a través de una permanente formación, educación y  ejemplo, son mensajes grabados que nunca se borran, y de los cuales la mente hace uso de manera automática cuando necesita reaccionar ante un estimulo externo.

 

Claro ejemplo es del niño que ha sido educado de manera que se levante y se dirija al baño a lavarse los dientes, ya tiene asumida esa conducta inconsciente que siempre que despierte llevará al niño a desarrollar esta acción.

 

Así mismo, cuando desde la infancia recibe la información, formación y ejemplo de solucionar cualquier diferencia o conflicto a través del diálogo, muy seguramente, esa reacción la va a asumir en la adolescencia, juventud y adultez y mucho más cuando ha sido refrendada de manera permanente a través de una red de información en la que se le recuerde esa opción de solución de diferencias. Conducta que va a tener impacto en el colectivo.

 

Si tenemos en cuenta que la formación tiene que ver con la información reiterada y cotidiana de un habito, es importante entender que es necesario contar con elementos que permitan la divulgación y transmisión de estos mensajes a diario y en masivo, lo que le recuerda al ciudadano cada vez que tenga contacto con ellos la importancia de emplear conductas de respeto y reconocimiento de las normas.

 

El tema no es de creación de nuevas leyes, si las ya existentes no son de conocimiento, dominio y comprensión del ciudadano del común, es el de lograr que ley existente sea cercana a los individuos y que su conocimiento sea asociado con las conductas adecuadas para cada tema social nos llevara a la adopción de formas de vida colectivas mas amables y tolerantes, en la que de manera espontánea el ciudadano desee adoptar en su conducta la norma porque comprende que es el medio para obtener bienestar individual y colectivo, tan solo por lograr que los comportamientos de nuestros ciudadanos vayan encaminados hacia lo que conocemos como cultura ciudadana.

 

Sin embargo lograr esos cambios de conducta, es un trabajo que debe ir enmarcado en el compromiso social de avanzar en nuestra cultura comportamental, desde todos los ámbitos sociales  puesto que en la medida que todos los actores de una sociedad se vayan involucrando, es mas fácil generar un código de normas sociales que no se rija por el temor al castigo, sino por la aprobación moral de estar haciendo lo correcto.

 

Partir de la importancia de entender la ciudad, sus normas y leyes, nos convierte en ciudadanos mas seguros de si mismos y con unos niveles de confianza mayores de pertenecer a una comunidad en la que se le respetan sus derechos y su vez  permitirles ser mas aceptados socialmente por sus actitudes positivas de uso y conocimiento del espacio publico y la convivencia social.

Lograr esas actitudes individuales nos lleva a un entorno social mas organizado que se reflejara en el colectivo social, el ejemplo será el mayor multiplicador que nos dará un elemento a imitar para que diferentes conductas sean adaptadas de lo particular a lo grupal. Desarrollando estos parámetros de conducta, el ser humano entrara en la onda de la autorregulacion, una capacidad innata de colaborar voluntariamente ante la respuesta positiva de una conducta reiterativa que tiene como resultado la aprobación social y el reconocimiento público de estar en lo correcto.

 

Esa satisfacción tiende a ser un efecto multiplicador, que conlleva a inducir a mi amigo o acompañante a actuar de la misma manera, solo por la capacidad que tenemos de imitar tanto lo correcto como lo incorrecto, sin embargo al adoptar códigos de comportamiento masivo positivo, la regulación social entra a ser parte fundamental para llevarnos a todos a adoptar las mismas medidas

 

Ejemplos como el uso del cinturón de seguridad, como el conducir embriagado y el manejo de la cebra, son referentes que sustentan que los seres humanos reaccionan de manera favorable ante la censura social, y que puede ser un mecanismo tan efectivo para la convivencia, como el ejercido por la ley de carácter represivo.

 

Lograr que grupalmente los niños, adolescentes y adultos recuerden diariamente el correcto uso de la ciudad, los hábitos de amabilidad y respeto que debemos adoptar en los sitios de convergencia publica, la sensación social de estar actuando bien , pero sobre todo el beneficio que nos genera salir de la oscuridad del desconocimiento, hará que nuestra ciudad cuente con ciudadanos mas alegres, mas seguros y sobre todo solidarios , que aprenderán que del trabajo voluntario en equipo depende que construyamos una forma de vida conocida como vivir bien.

 

Todo esto conlleva una concepción de co-responsabilidad de lo público, en el que no sólo el Estado es responsable del bienestar de sus ciudadanos, o de luchar contra la corrupción y garantizar el cumplimiento de la ley, sino que se reconoce en los ciudadanos un enorme potencial de cooperación.

 

De esta forma se alcanzarán dos objetivos fundamentales: en primer lugar, aumentar la capacidad de los ciudadanos de cumplir y cooperar de manera voluntaria; y en segundo lugar, aumentar la regulación social por medio de la armonización de desarrollos formales (jurídicos) con sus correlatos informales (regulación cultural y moral), para lograr así comportamientos, actitudes y justificaciones de la gente que sean congruentes con las políticas públicas.

 

Estos objetivos se lograrán a través de la CREACION DE LA RED DISTRITAL DE CULTURA CIUDADANA EN BOGOTA,  consistente, reitero,  en la transmisión permanente y continua de mensajes que garanticen la educación y recordación de hábitos de comportamientos adecuados que nos hagan entender y comprender sobre la importancia de adoptar actitudes, costumbres de vida en la que los valores de cordialidad, tolerancia, de diálogo en la solución de conflictos, aceptación y comprensión de las normas y leyes, sean herramientas eficaces para mejorar el clima habitacional de los bogotanos.

 

Transmisión de mensajes que debe ser masiva, que llegue a todos y a cada uno de los ciudadanos, a través de todos los medios tecnológicos existentes Televisión, radio, redes sociales, medios escritos, portales de cada Entidad Pública del Distrito, de los Colegios Distritales.

 

El insumo del contenido de la Red de Cultura viene siendo la    complementariedad , por una parte, de la gestión del Centro de Estudios y Análisis de Convivencia y Seguridad Ciudadana – CEACSC -, como responsable de formular, agenciar y evaluar las políticas públicas en materia de derechos humanos, convivencia, seguridad, acceso a la justicia, construcción de ciudadanía, gobernabilidad democrática y fortalecimiento del desarrollo local, en beneficio de las personas en el Distrito Capital, y por la otra, de la gestión realizada por el Observatorio de Culturas , cuya función principal es recolectar información de la ciudadanía sobre temas relacionados con cultura, recreación, deporte, actividad física, patrimonio, arte, cultura ciudadana, cultura política y cultura democrática, es decir los temas relacionados con las culturas públicas de la ciudadanía bogotana.

 

A su vez el impacto que ocasione la Red de Cultura Ciudadana sobre el comportamiento de los habitantes bogotanos, será  materia de medición tanto del CEACSC y del Observatorio de Culturas

 

3. ANTECEDENTES

 

Uno de los referentes más representativos que habló sobre CULTURA CIUDADANA, fue el Alcalde de Bogotá, Antanas Mockus, quien en su primer mandato (1995-1997), desarrolló programas Educativos que influyeron de manera positiva en el comportamiento de los bogotanos.

 

En su libro Cultura ciudadana, programa contra la violencia en Santa Fe de Bogotá,Colombia, 1995-1997, plasmó una hipótesis importante en la que establece que cuando existe un distanciamiento por parte de los ciudadanos entre la ley, la moral y la cultura, empieza a crearse un malestar general de la comunidad al darse un comportamiento individual contrario o bien a la moral, o bien a la cultura o contra la ley. Comportamiento que se va volviendo generalizado rompiendo el tejido social.

 

Esta hipótesis consiste en lo siguiente :

 

LA HIPÓTESIS DEL DIVORCIO EXISTENTE ENTRE LA LEY, LA MORAL Y LA CULTURA

 

El programa de cultura ciudadana tuvo dos soportes conceptuales. El reconocimiento de las discrepancias entre la regulación jurídica (legal), la regulación cultural (colectiva y variable según el contexto) y la regulación moral (individual) llevó a formular la hipótesis del “divorcio entre ley, moral y cultura” para explicar de manera precisa las dificultades clave de la convivencia. Tales discrepancias se pueden subsanar, a su vez, mediante una interacción “intensificada”, y esta hipótesis (desarrollada en Carrillo, 1991) orientó la vía de acción de la Alcaldía de Bogotá.

 

En una sociedad democrática ideal, la ley, la moral y la cultura tienden a ser congruentes. Los comportamientos que son válidos a la luz de la moral individual suelen gozar de aprobación cultural, aunque lo inverso no siempre es verdad. A su vez, lo permitido culturalmente suele estar permitido legalmente, aunque algunos comportamientos jurídicamente admisibles son rechazados por razones culturales. En una sociedad ideal, la cultura es más exigente que la ley, y la moral lo es más que la cultura…

 

El “divorcio” entre las tres ha llevado en Colombia a un auge de la violencia,

de la delincuencia y de la corrupción; al desprestigio de las instituciones; al debilitamiento de muchas de las tradiciones culturales, y a una crisis de la moral individual...”5

 

Antanas Mockus determinó que para armonizar la ley, la moral y la cultura, se debía trazar la siguiente acción que en ejecución logró el  cometido, pero como no se dio continuidad a dicha pedagogía, el comportamiento ya aprehendido se fue olvidando:

 

La “interacción intensificada” como camino para armonizar la ley, la moral y la cultura ¿Por qué la comunicación, o lo que hemos de llamar la “interacción intensificada”, ayuda a subsanar el divorcio entre la ley, la moral y la cultura? Partimos de dos premisas: que los conflictos surgen o se agravan por limitaciones de la comunicación y que la relación directa, “cara a cara”, puede disuadir la violencia….

 

CULTURA CIUDADANA COMO PRIORIDAD Y CAMINO

 

La hipótesis del “divorcio” entre la cultura, la ley y la moral permitió tomar medidas para reconciliarlas transformando no las leyes ni tampoco la moral, sino algunos hábitos y costumbres.

 

La regulación cultural y su congruencia con las regulaciones de orden moral y legal fomentan comportamientos sanos, exentos de violencia y corrupción. Se hizo un esfuerzo en Bogotá por entender y mejorar la regulación cultural de la interacción entre desconocidos, seguido de iniciativas enfocadas en la regulación cultural de las interacciones dentro de la familia (como en la lucha contra la violencia intrafamiliar). La coordinación entre instituciones y la comprensión social del proceso, condiciones necesarias para obtener los resultados alcanzados, dependieron mucho de la apropiación institucional y social de la idea misma de una “cultura ciudadana”.

 

Reformas legales recientes (el estatuto de Bogotá, la ley de la planeación y ley del presupuesto) facilitaron su apropiación institucional y permitieron así concederle a esa noción, desde un comienzo, un lugar privilegiado en el Gobierno y ante la sociedad por la vía de una comunicación intensificada.

 

La noción de una cultura ciudadana buscaba, ante todo, la regulación propia del comportamiento entre personas. Se hizo hincapié en la regulación cultural de las interacciones entre desconocidos en espacios, transportes y establecimientos públicos, y entre los ciudadanos y las autoridades, dado que lo público depende en gran medida de la calidad de estas interacciones.6

 

Nota : Lo subrayado y negrilla es fuera del texto.

 

Para Antanas Mockus la CULTURA CIUDADANA  fue columna vertebral en su Plan de Desarrollo, en el que planteó en cuatro objetivos, a saber :

 

Como parte del Plan de Desarrollo, se definieron los cuatro objetivos correspondientes a Cultura Ciudadana4, principal prioridad y columna vertebral de dicho plan:

 

“a) Lograr un mayor cumplimiento de las normas de convivencia;

b) dotar a algunos ciudadanos de una mayor capacidad para llevar a otros a cumplir las normas pacíficamente;

c) mejorar la capacidad para concertar acuerdos y dar solución pacífica a los conflictos entre ciudadanos;

d) mejorar la capacidad de comunicación de los ciudadanos (expresión, interpretación) por medio del arte, actividades culturales, la recreación y el deporte”..7.

 

Esos cuatro objetivos se materializaron a través de las acciones o actividades pedagógicas, entre otras las siguientes:

 

“Acción: tarjetas ciudadanas

Cambios deseados: Que unos ciudadanos regularan el comportamiento de otros de manera pacífica.

Acción: mimos y cebras

Cambios deseados: una mejor convivencia entre peatones y conductores de vehículos y mayor conciencia de la conveniencia de tener y observar reglas de convivencia.

 

Acción: “Ley zanahoria”

Cambios deseados: reducción de las muertes violentas ocasionadas o facilitadas por el abuso del alcohol.

 

Acción: prohibición de la pólvora

Cambios deseados: reducción del número de niños quemados o muertos como resultado del uso de la pólvora.

 

Acción: Plan de desarme

Cambios deseados: reducción del riesgo, desalentando las acciones de justicia por mano propia y promoviendo la confianza entre desconocidos

 

Acción: desarme voluntario

Cambios deseados: reducir el riesgo de dar muerte a otros en momentos de ira o por descuido. Identificar y controlar, con el compromiso de los propios ciudadanos, lo que los epidemiólogos llaman “factores de riesgo”.

 

Acción: jornadas de “vacunación contra la violencia”

Cambios deseados: permitir el desahogo y la manifestación de ira, tristeza y frustración por malos tratos sufridos en la infancia o en otras épocas de la vida. Aumentar la sensibilidad de la sociedad en general. Ampliar la oferta de atención institucional.

 

Acción: jornadas “Re” (conciliación) y solución pacífica de conflictos.

Cambios deseados: uso del diálogo y de algunos recursos metodológicos para promover la resolución pacífica de los conflictos interpersonales

 

Acción: “Carta de civilidad” y “Semilleros de convivencia”

Cambios deseados: una mayor conciencia social acerca de las reglas de convivencia y la importancia de cumplirlas, y una reforma del código de policía de Bogotá.

 

Acción: paros y amenazas de paro

Cambios deseados: destruir o debilitar la lógica de chantajear al gobierno y aumentar la confianza en procesos más institucionalizados de concertación o planeación.

 

Acción: ahorro de agua

Cambio deseado: mayor conciencia de las reglas de convivencia y de la importancia de cumplirlas.

 

RESULTADOS

 

Con  la ejecución de los anteriores objetivos, los resultados más relevantes obtenidos en el primer periodo del mandato del Alcalde Mockus, fueron los siguientes :

 

“Los resultados más destacados de este enfoque fueron los siguientes: reducción de la tasa de mortalidad anual por homicidio (de 72 a 51 muertes por cada 100.000 habitantes); reducción en más de dos tercios del número de niños lesionados con pólvora durante la época de Navidad; reducción de 20% de la tasa anual de homicidios culposos en accidentes de tránsito (de 25 a 20 por cada 100.000 habitantes); respecto de las cebras por peatones y conductores; uso del cinturón de seguridad por más de dos tercios de los conductores. Medidas como la “ley zanahoria” siguen hoy en día vigentes en Bogotá y han sido adoptadas en otras ciudades colombianas”.8

 

Pero fue con la campaña de ahorro voluntario de agua, donde mejor demostró la eficacia de sus métodos pedagógicos aplicados a escala de masas

 

Lo anterior es claro ejemplo que la formación, educación pedagógica sobre CULTURA CIUDADANA, pero de una manera permanente, cotidiana, recordatoria a toda la ciudadanía es el mejor mecanismo para construir ciudad, para reconstruir el tejido social y qué mejor que este propósito se logre a través DE UNA RED DSITRITAL DE CULTURA CIUDADANA mediante la cual se enseñe y forme al habitante bogotano en principios, valores que debe ejercer en su cotidianidad con el otro y de manera voluntaria sienta la necesidad de acatar las normas y leyes que le impone una conducta para lograr una armoniosa y tolerante convivencia y que adopte costumbres que sean coherentes con la ley y la moral.

 

Cabe aclarar que ante el Concejo de Bogotá, se han presentado iniciativas de proyectos de acuerdo relacionados con el tema,  como el plasmado en el Acuerdo 454 de 2010 “ Por el cual se fortalece, dentro de los planes de Estudio de los proyectos Educativos Institucionales (PEI) de los establecimientos educativos públicos y privados del Distrito Capital, la temática de cultura ciudadana, como proyecto pedagógico transversal”

 

4. MARCO LEGAL:

 

4.1. CONSTITUCION POLÍTICA DE COLOMBIA

 

"ARTICULO 2o. Son fines esenciales del Estado: servir a la comunidad, promover la prosperidad general y garantizar la efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados en la Constitución; facilitar la participación de todos en las decisiones que los afectan y en la vida económica, política, administrativa y cultural de la Nación; defender la independencia nacional, mantener la integridad territorial y asegurar la convivencia pacífica y la vigencia de un orden justo.

 

Las autoridades de la República están instituidas para proteger a todas las personas residentes en Colombia, en su vida, honra, bienes, creencias, y demás derechos y libertades, y para asegurar el cumplimiento de los deberes sociales del Estado y de los particulares.

 

ARTICULO 7o. El Estado reconoce y protege la diversidad étnica y cultural de la Nación colombiana.

 

ARTICULO 8o. Es obligación del Estado y de las personas proteger las riquezas culturales y naturales de la Nación.

 

ARTICULO 67. La educación es un derecho de la persona y un servicio público que tiene una función social; con ella se busca el acceso al conocimiento, a la ciencia, a la técnica, y a los demás bienes y valores de la cultura.

 

La educación formará al colombiano en el respeto a los derechos humanos, a la paz y a la democracia; y en la práctica del trabajo y la recreación, para el mejoramiento cultural, científico, tecnológico y para la protección del ambiente.

 

(…)

 

ARTICULO 313. Corresponde a los concejos:

 

(…) 9. Dictar las normas necesarias para el control, la preservación y defensa del patrimonio ecológico y cultural del municipio. (…)

 

4.2. LEYES

 

LEY 115 DE 1994

 

“ARTÍCULO 1o. Objeto de la ley. La educación es un proceso de formación permanente, personal, cultural y social que se fundamenta en una concepción integral de la persona humana, de su dignidad, de sus derechos y de sus deberes.

 

(…)

 

“ARTÍCULO 5o. Fines de la educación. De conformidad con el artículo 67 de la Constitución Política, la educación se desarrollará atendiendo a los siguientes fines:

 

1. El pleno desarrollo de la personalidad sin más limitaciones que las que le imponen los derechos de los demás y el orden jurídico, dentro de un proceso de formación integral, física, psíquica, intelectual, moral, espiritual, social, afectiva, ética, cívica y demás valores humanos.

 

2. La formación en el respeto a la vida y a los demás derechos humanos, a la paz, a los principios democráticos, de convivencia, pluralismo, justicia, solidaridad y equidad, así como en el ejercicio de la tolerancia y de la libertad.

 

3. La formación para facilitar la participación de todos en las decisiones que los afectan en la vida económica, política, administrativa y cultural de la Nación.

 

4. La formación en el respeto a la autoridad legítima y a la ley, a la cultura nacional, a la historia colombiana y a los símbolos patrios.

 

5. La adquisición y generación de los conocimientos científicos y técnicos más avanzados, humanísticos, históricos, sociales, geográficos y estéticos, mediante la apropiación de hábitos intelectuales adecuados para el desarrollo del saber.

 

6. El estudio y la comprensión crítica de la cultura nacional y de la diversidad étnica y cultural del país, como fundamento de la unidad nacional y de su identidad.

 

7. El acceso al conocimiento, la ciencia, la técnica y demás bienes y valores de la cultura, el fomento de la investigación y el estímulo a la creación artística en sus diferentes manifestaciones.

 

8. La creación y fomento de una conciencia de la soberanía nacional y para la práctica de la solidaridad y la integración con el mundo, en especial con Latinoamérica y el Caribe.

 

9. El desarrollo de la capacidad crítica, reflexiva y analítica que fortalezca el avance científico y tecnológico nacional, orientado con prioridad al mejoramiento cultural y de la calidad de la vida de la población, a la participación en la búsqueda de alternativas de solución a los problemas y al progreso social y económico del país.

 

10. La adquisición de una conciencia para la conservación, protección y mejoramiento del medio ambiente, de la calidad de la vida, del uso racional de los recursos naturales, de la prevención de desastres, dentro de una cultura ecológica y del riesgo y la defensa del patrimonio cultural de la Nación.

 

11. La formación en la práctica del trabajo, mediante los conocimientos técnicos y habilidades, así como en la valoración del mismo como fundamento del desarrollo individual y social.

 

12. La formación para la promoción y preservación de la salud y la higiene, la prevención integral de problemas socialmente relevantes, la educación física, la recreación, el deporte y la utilización adecuada del tiempo libre, y

 

13. La promoción en la persona y en la sociedad de la capacidad para crear, investigar, adoptar la tecnología que se requiere en los procesos de desarrollo del país y le permita al educando ingresar al sector productivo”.

 

4.3. ACUERDOS DISTRITALES

 

ACUERDO 454 DE 2010

 

“Por el cual se fortalece, dentro de los planes de Estudio de los Proyectos Educativos Institucionales (PEI) de los establecimientos educativos públicos yprivados del Distrito Capital, la temática de cultura ciudadana, como proyecto pedagógico transversal”

 

ARTÍCULO 1º.- Incentívese a los establecimientos educativos públicos y privados del Distrito Capital, para que incluyan en el Proyecto Educativo Institucional (P.E.I.) la temática de Cultura Ciudadana, como proyecto pedagógico transversal, dentro de sus planes de estudio, en los niveles preescolar, básico y medio.

 

ARTÍCULO 2°.- En cumplimiento del artículo anterior del presente Acuerdo, el Alcalde Mayor y la Secretaría Distrital de Educación establecerán los lineamientos para incentivar la inclusión en el plan de estudios de los Establecimientos Educativos públicos y privados del Distrito, la temática de Cultura Ciudadana.

 

ACUERDO 657 DE 2011

 

"Por el cual se adopta la Política Pública Distrital de Convivencia y Seguridad Ciudadana y se armonizan los procedimientos y mecanismos para la formulación, aprobación, ejecución, seguimiento, evaluación y control de los planes integrales de convivencia y seguridad ciudadana –PICS- del Distrito Capital y se dictan otras disposiciones."

 

4.4. DECRETOS DISTRITALES:

 

DECRETO 540 DE 2013 (Noviembre 25)

 

Por el cual se adopta e implementa el Plan Integral de Convivencia y Seguridad Ciudadana Bogotá D.C.”

 

5. COMPETENCIA

 

El Concejo Distrital de Bogotá, D.C. es competente para expedir este proyecto de conformidad con los numerales 1º y 9º del artículo 12 del Decreto Ley 1421 de 1993, que expone:

 

"ARTICULO 12. ATRIBUCIONES. Corresponde al Concejo Distrital, de conformidad con la Constitución y a la ley:

 

1. Dictar las normas necesarias para garantizar el adecuado cumplimiento de las funciones y la eficiente prestación de los servicios a cargo del Distrito.

……

 

13. Regular la preservación y defensa del patrimonio cultural”

 

6. IMPACTO FISCAL:

 

Teniendo en cuenta que la Red Distrital de Cultura Ciudadana de Bogotá, puede ponerse en marcha a través de todos los medios que el mundo moderno de las tecnologías ofrece y con las que cuenta las Entidades Distritales centralizadas y descentralizadas (televisores, equipos de cómputos, pantallas, etc); instrumentos por los que pueden transmitirse todos los mensajes con contenido educativo para crear consciencia en los ciudadanos de un comportamiento armónico con la ley, la moral y la cultura; podemos afirmar entonces, que esta iniciativa no genera impacto fiscal a corto plazo. Además de poder orientar el contenido publicitario que está utilizando la Administración Distrital actualmente en los medios masivos de comunicación, enfocándolos a mensajes educativos sobre cultura ciudadana.

 

 

Cordialmente,

 

 

 

ROGER JOSE CARRILLO CAMPO

Concejal de Bogotá, D.C.

 

 

PROYECTO DE ACUERDO No.     

 

"POR EL CUAL SE CREA LA RED DISTRITAL DE CULTURA CIUDADANA EN BOGOTA”

 

EL CONCEJO DE BOGOTÁ, D. C.

En ejercicio de sus facultades constitucionales y legales, en especial las conferidas por los numerales 1 y 13 del artículo 12 , artículo 13, artículo 38 y   artículo 55 del Decreto Ley 1421 de 1993,

 

ACUERDA:

 

ARTÍCULO  1°.-  Créase la Red Distrital de Cultura Ciudadana en Bogotá, como Política Pública Distrital permanente.

 

Red mediante la cual se promueva de manera permanente y cotidiana las políticas, planes, programas, proyectos orientados a modificar los comportamientos de los ciudadanos relacionados con el respeto a la norma, el cuidado y valoración del patrimonio, el fortalecimiento del ejercicio de los derechos y respeto al derecho del otro, construcción de ciudadanía y su autorregulación como fundamento de la convivencia. Información que garantice la educación y recordación de valores, hábitos, costumbres, acciones y reglas mínimas compartidas por los individuos, que permitan la convivencia, respeto, tolerancia y generen sentido de pertenencia.

 

PARAGRAFO :

 

La Red de Cultura Ciudadana de Bogotá, debe tener un carácter transectorial (sociedad civil y administración pública), transversal (concurrencia de distintas disciplinas, sectores o instituciones) e interinstitucional (articulación y complementariedad entre las instituciones Públicas) y Permanente (que trascienda las Administraciones Distritales) , para lograr reconstruir el tejido social.

 

ARTÍCULO 2°.- La Secretaria Distrital de Gobierno, coordinará la política Pública de la Red Distrital de Cultura Ciudadana en Bogotá, con todas las Entidades Centralizadas y Descentralizadas del Distrito, de tal forma que los mensajes educativos tengan coherencia, articulación, objetivos claros y eficaces con la finalidad educativa y formadora del ciudadano.

 

ARTICULO 3º.- CONTENIDO.- La Red de Cultura Ciudadana focalizará su contenido como medida preventiva y correctiva ante cualquier amenaza o afectación que la sociedad se enfrente como consecuencia de los comportamientos que los habitantes bogotanos estén realizando contra la moral, la ley o la cultura.

 

ARTÍCULO 4º.-  VIGENCIA . El presente Acuerdo rige a partir de su publicación.

 

 

PUBLÍQUESE Y CÚMPLASE.

 

NOTAS DE PIE DE PÁGINA

 

1Lee todo en: Definición de cultura ciudadana - Qué es, Significado y Concepto http://definicion.de/cultura-ciudadana/#ixzz2zkr5nHR9

 

2http://www.elnuevodia.com.co/nuevodia/opinion/columnistas/208273-cultura-ciudadana

 

3http://www.eltiempo.com/colombia/bogota/cultura-ciudadana-en-bogota_10062369-4

 

4Proyecto de acuerdo 094 de 2014, por el cual se modifica parcialmente el acuerdo distrital 257 de 2006, se crea el sector administrativo de coordinación convivencia, seguridad y derechos humanos, la secretaría distrital de convivencia, seguridad y derechos humanos, el fondo cuenta distrital de convivencia y seguridad ciudadana, se modifica el sector administrativo de coordinación gobierno, seguridad y convivencia; se suprime el fondo de vigilancia y seguridad,y se dictan otras disposiciones

 

5Cultura Ciudadana programa contra la Violencia en Santafé de Bogotá, D.C., Colombia – 1995-1997, Washington, D.C., Julio 2011 no. SOC-120

 

6Cultura Ciudadana programa contra la Violencia en Santafé de Bogotá, D.C., Colombia – 1995-1997, Washington, D.C., Julio 2011 no. SOC-120

 

7Cultura Ciudadana programa contra la Violencia en Santafé de Bogotá, D.C., Colombia – 1995-1997, Washington, D.C., Julio 2011 no. SOC-120

 

8Cultura Ciudadana programa contra la Violencia en Santafé de Bogotá, D.C., Colombia – 1995-1997, Washington, D.C., Julio 2011 no. SOC-120