RÉGIMEN LEGAL DE BOGOTÁ D.C.

Esta iniciativa pretende reforzar el sentimiento de vecindad, a la par que permite crear redes de autoayuda entre los vecinos y vecinas de los barrios capitalinos.

El proyecto busca romper el aislamiento y la soledad de la vida urbana, creando un nuevo espacio para compartir, acercar a las personas y desarrollar en la práctica valores de cooperación y solidaridad; de él se desprenden toda una serie de valores colaterales de gran importancia: entre ellos encontramos intercambios inter-generacionales, mejora de la calidad de vida, valores de dar y recibir, compartir, autoestima, mayor relación interpersonal, integración social, confianza y respeto, colaboración, reciprocidad, amistad e igualdad, altruismo y solidaridad; valores básicos para la reconstrucción y creación de tejido social y por tanto de un mundo mejor.

Este banco de trueque que se propone rescata una práctica ancestral que es conocida por todos como ayuda mutua y lo que se pretende es, que desde todas las Alcaldías Locales se le dote de una estructura y organización de referencia, que le de forma y que posibilite, de manera práctica los intercambios reales de actividades; que sea un lugar de encuentro para la oferta y la demanda de tareas y actividades, un espacio donde se pueda dar a conocer las ofertas y demandas de todos los socios del programa. Estamos seguros que esta tarea no demanda más de un funcionario que desarrolle éstas actividades de integración con la comunidad.

La humanidad desde el propio periodo neolítico, cuando surgió la agricultura, comenzó a tener excedentes en la producción que la gente pudo y necesitó intercambiar, así apareció el trueque, de igual forma empezó la idea de encontrar algo que representara un patrón monetario (conchas, granos, piedras fueron las primeras monedas que utilizó el hombre) y a partir de ese momento comenzó la encrucijada económica que ha determinado nuestra evolución como especie.²

Un proyecto de estas características, basado en la auto organización de las personas en un contexto de ayuda mutua, debe ser desarrollado por el propio tejido social y de esta forma posibilite este intercambio real de bienes, servicios y conocimientos, que dé a conocer las ofertas que hace cada usuario y ahí radica la importancia de la participación de las distintas alcaldías locales donde se centrará y canalizará la información. Unas Alcaldías que en su quehacer diario dinamizan la vida de los barrios, lo que supone la mejor fórmula de acercar el proyecto a los vecinos y a las diferentes colectividades del entorno, dándolo a conocer y abriendo nuevas posibilidades de intercambio en las redes sociales existentes.

Ellos son los servidores públicos más cercanos a los ciudadanos y por lo tanto, los más accesibles y los que mayor implicación y participación podrán desarrollar.

Como antecedente a esta iniciativa encontramos los denominados Banco de Tiempo que han funcionado en distintos países del mundo con importante éxito; a continuación y a manera de información, ya que es lo más parecido a lo que se propone con la iniciativa y para facilitar su estudio y adopción, se reseñan algunos que nos demuestran lo valiosos que son estos experimentos para generar tejido social solidario en las comunidades.

Estas figuras existen en Europa, EEUU, Canadá, se están extendiendo poco a poco por todos los continentes. Nacieron a principio de los años ochenta del siglo pasado en Italia, como un proyecto para que las mujeres pudieran tener tiempo libre.

Estas experiencias de intercambios de tiempo, de trabajos y de servicios hace algunos años que se desarrollan en diferentes lugares del mundo. En cuanto al intercambio de tiempo, el país pionero ha sido Italia. El año 1992 el sindicato de pensionista de Parma fue de los primeros en poner en práctica el proyecto de intercambiar tiempo para resolver problemas de la vida cotidiana. En el año 1995 la experiencia se hizo extensible a otras ciudades. Actualmente ya son 300 bancos de esta índole que funcionan en ese país europeo.³

También es interesante destacar que en EEUU se desarrollaron los llamados "Time Dólar", es decir, los "dólares del tiempo", en los cuáles una hora de un servicio equivale a un dólar del tiempo.⁴ Este sistema derivó en los Time Bank (Bancos del Tiempo) del Reino Unido.⁵

En Portugal, en asociación transnacional con Barcelona, surgió un fuerte compromiso y sensibilización por parte de la Asociación GRAAL en lo relativo a la promoción de los Bancos del Tiempo. Actualmente están funcionando seis Bancos del Tiempo en diversos municipios de ese país y otros diez estaban en fase de preparación.

Actualmente y como fruto de otras circunstancias relacionadas con la fuerte crisis económica, también han adquirido una notable importancia las experiencias de Argentina.⁶

Queremos destacar los siguientes casos que se convierten necesariamente en valiosos antecedentes para nuestro proyecto: el Banco del Tiempo de Zaragoza e España, está es una iniciativa promovida por la Concejalía de Acción Social y Cooperación al Desarrollo del Ayuntamiento de Zaragoza, y gestionada por la Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza (FABZ) con el objetivo de crear una red de intercambios de tiempo y de servicios entre los ciudadanos.⁷

En Barcelona, es un proyecto promovido por el Ayuntamiento y gestionado por la Asociación Salud y Familia, en cooperación con la red asociativa de los barrios de la ciudad, amplían el alcance de su actuación y actividad como un marco de intercambio de tiempo entre las personas que ayuda a resolver problemas de la vida cotidiana. Esta experiencia, junto a otras de carácter cooperativo que están funcionando en esa ciudad mediterránea, manifiestan que existen valores solidarios fuertemente arraigados en la comunidad y que éstos deben ser favorecidos y obtener apoyo de forma organizada y continua.⁸

En el resto de España encontramos estas iniciativas de intercambios, promovidas por grupos alternativos, en Madrid, Vitoria, Bilbao, Tenerife y Ávila, entre otras ciudades.⁹

En nuestro continente los ejemplos a seguir los encontramos en la ciudad de Mar del Plata que implementó en el año 2007 el banco municipal de tiempo y lo viene ejecutando la Dirección Municipal de Relaciones con las distintas ONG de la ciudad.¹⁰

En nuestro país encontramos como antecedente de esta figura, similar y antecedente de la que estamos proponiendo, el inspirado en los postulados de la ex primera dama, Ana Milena Muñoz de Gaviria, quien con otras personas que compartían sus inquietudes sobre qué hacer y cómo contribuir a encontrar soluciones a la problemática del país, crearon en el año 2000, "El Banco de Tiempo", donde se congregó la oferta y la demanda de tiempo y definió posibles actividades para que todos los que quisieran puedan aportar. Se trató de contar con un facilitador del encuentro entre quienes tienen tiempo para donarlo a la comunidad y las organizaciones que trabajaban diariamente en pro de la población vulnerable, adelantando proyectos, consiguiendo recursos y construyendo país.¹¹

En el departamento de Antioquia encontramos un programa liderado por COMFAMA y que hace parte de la Fundación Colombia Presente.¹²

Los Bancos del Tiempo son grupos de personas motivadas para intercambiar tiempo, dedicándolo a tareas puntuales de atención a personas: niños, gente mayor, gente enferma, etc., entre otras, fomentando así la oportunidad de conocer y confiar en los demás, para resolver las necesidades de la vida diaria. La unidad de intercambio y de valor es la hora, independientemente del servicio que se ofrezca o que se reciba. En este Banco, el tiempo es la riqueza principal y, por tanto, la unidad de valor. Todas las habilidades tendrán el mismo valor, es decir, todo vale el tiempo que se tarda en hacerlo.

Con la iniciativa que sometemos a consideración del Concejo Distrital, buscamos que en nuestra ciudad se intercambien bienes, servicios y saberes; que una persona que posea determinadas aptitudes o realice un arte o actividad y no quiera cobrar por ella pueda ofrecer sus servicios profesionales y a cambio tenga la posibilidad de una contraprestación equivalente por parte de otro asociado.

Tenemos por ejemplo, las Redes de intercambio de conocimientos que tuvieron su origen en Francia; se basan en el intercambio de conocimientos a partir de la premisa que todo se puede aprender, y por tanto enseñar e intercambiar. Las redes de intercambio de conocimientos ponen en contacto a personas que quieren aprender o adquirir formación con personas que quieran enseñar o comunicar conocimientos, informaciones o destrezas.

Parte de la filosofía de estos bancos es romper con la idea de la un direccionalidad de la educación así sea ésta no formal y de su carácter jerarquizado, pues en ellas todos son profesores y alumnos indistintamente: todo el mundo sabe alguna cosa y todo el mundo puede dar a conocer, comunicar aquello que sabe. Es pues una vía alternativa, un sistema de pedagogía popular, y un medio de conocimiento del barrio y de relación entre sus vecinos, de creación del tejido social.

Al igual que los Bancos del Tiempo, el de Trueque desarrolla su accionar en el barrio y funciona partiendo de una estructura básica, normalmente aportada por la autoridad local para aprovechar su estructura administrativa y locativa.

Las normas que lo reglamentan son parecidas a los Bancos del Tiempo, favoreciendo el principio de reciprocidad – el que enseña, comparte una experiencia, intercambia un bien, puede aprender, entrega algo y viceversa – pero la principal diferencia y característica, es que no se produce pago o cobro por el servicio. La moneda de intercambio es en este caso el saber, el conocimiento y el compromiso, la actividad que se domine, el bien que se entregue a cambio de otro.

Aquí el conocimiento también es experiencia, por lo que nuestros mayores pueden aportar su sabiduría de los años a los más jóvenes e inexpertos en la vida, por eso creemos que esta iniciativa es un complemento de la propuesta de Aula Mentor.

Los Bancos del Tiempo y en nuestro caso el Banco de Trueque, forman parte de unas iniciativas que adelantaron distintas ciudades del mundo y que quiere romper el aislamiento y la soledad de la vida urbana, creando un nuevo espacio para compartir, acercar a las personas y desarrollar en la práctica valores de cooperación y solidaridad. Se trata de fomentar en la comunidad los servicios de cooperación entre mujeres y hombres, entre individuos y familias, entre personas de diferentes edades y condición, para intercambiar experiencias, conocimientos y habilidades. Estos intercambios, que podemos calificar de buena vecindad, de hecho ya se dan de forma espontánea en nuestros barrios, pero se trata de hacerlo de una manera más organizada y más accesible. Se quiere crear un marco de referencia, un lugar de encuentro para la oferta y la demanda de tiempo y tareas. Se intercambia con una reciprocidad mutua y paritaria entre las personas, evitando que las tareas a desarrollar sean una cobertura de trabajo barato, encubierto o remunerado. Podría decirse que se trata de un intercambio donde la moneda simbólica es el tiempo y la modalidad de negociación sea el trueque.

Las estrategias de esta iniciativa consisten en que cada persona adscrita al Banco del Trueque se ofrece para realizar actividades o servicios que le gusten a cambio de pedir otros que desee o necesite.

Los objetivos de este banco son:

*Contribuir con el fortalecimiento de los vínculos entre los distintos sectores sociales que constituyen nuestra comunidad.

*Canalizar el esfuerzo y la vocación solidaria de todas las personas que deseen contribuir a mejorar las condiciones de vida de la población de su respectiva localidad.

*Crear vínculos y relaciones de carácter integrador entre diferentes sectores de la comunidad.

*Promover intercambios con la finalidad de fomentar valores de cooperación y comunicación, activando la red de solidaridad.

*Conseguir actitudes positivas entre las personas, aprendiendo a dar y recibir.

*Promover una adecuación de los tiempos, los espacios, las formas de vida y la relación de la ciudad a las nuevas necesidades de la comunidad.

Con la iniciativa, que de seguro requerirá muchas modificaciones y adaptaciones a nuestra idiosincrasia y realidad social se busca promover intercambios con la finalidad de fomentar valores de cooperación y comunicación activando la red de solidaridad de la propia comunidad. Queremos conseguir resaltar actitudes positivas entre las personas, aprendiendo a dar y recibir.

Se requiere que en las Alcaldía Locales se designe una funcionario que se encargue de establecer el programa "Banco del Trueque" en la respectiva localidad. Este funcionario llevará un libro de control donde los interesados deberán inscribirse en el programa, allí expresaran que ofrecen para intercambiar, sea un arte, actividades profesionales, conocimientos, bienes o servicios. En el mismo libro de control, consultaran que servicios pueden requerir en intercambio. Se informará mensualmente al banco del trueque los servicios que efectivamente ha utilizado y recibido. El Banco de Trueque llevara un control de estos intercambios y actualizará el saldo de la cuenta corriente de sus socios/as. Cada tres meses se enviará a cada participante el estado de su cuenta de trueque, junto a un Boletín de los servicios que puede intercambiar.

Cualquier persona puede inscribirse en el Banco del Trueque no hay límite de edad, género, ni condición profesional, académica o de educación para formar parte del Banco de Trueque. Es conveniente tener una entrevista con el encargado de cada localidad para poder aclarar qué se puede dar, qué se puede recibir. Finalmente, la admisión en el Banco del Tiempo implicará la aceptación de las normas de intercambio.

Finalmente debemos referirnos al Proceso de puesta en marcha del Programa "Banco del Trueque de Bogotá –Espacio Solidario- intercambio de saber y hacer" este requiere de una serie de fases: 1) una primera de sensibilización y difusión del proyecto a nivel comunitario e institucional en el ámbito local específico donde se vaya a iniciar; 2) una segunda de programación donde se establecen las relaciones de cooperación entre comunidad, la administración local correspondiente y el grupo gestor que se logre conformar, además de la organización interna del Banco del Trueque; 3)una tercera de puesta en marcha basada en la presentación pública del proyecto con horarios concretos. Y por último, 4) la fase de evaluación y reformulación, que se podrá realizar al año de entrar en funcionamiento el Banco, con el objetivo de valorar el proyecto y realizar los ajustes oportunos.

Artículo 1: Colombia es un Estado Social de Derecho, organizado en forma de República unitaria, descentralizada con autonomía de sus entidades territoriales, democrática, participativa y pluralista, fundada en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y en la prevalencia del interés general.

Artículo 25: El trabajo es un derecho y una obligación social y goza, en toda sus modalidades, de la especial protección del Estado. Toda persona tiene derecho a un trabajo en condiciones dignas y justas.

Artículo 46: El Estado, la sociedad y la familia concurrirán para la protección y la asistencia de las personas de la tercera edad y promoverán su integración a la vida activa y comunitaria. (…).

"Por medio de la cual se reconoce, promueve y regula la acción voluntaria de los ciudadanos colombianos"

ARTÍCULO 2. Ámbito de aplicación. La presente ley es de aplicación a toda Acción Voluntaria formal o informal que se desarrolle en Colombia.

Parágrafo. También se aplica a organizaciones colombianas que envíen voluntarios a otros países o de estos a Colombia.

Artículo 3. Conceptos. Para los efectos de la presente ley se entiende por:

1. Voluntariado Es el conjunto de acciones de interés general desarrolladas por personas naturales o jurídicas, quienes ejercen su acción de servicio a la comunidad en virtud de una relación de carácter civil y voluntario.

2. Voluntario Es toda persona natural que libre y responsablemente, sin recibir remuneración de carácter laboral, ofrece tiempo, trabajo y talento para la construcción del bien común en forma individual o colectiva, en organizaciones públicas o privadas o fuera de ellas.

3. Son Organizaciones de Voluntariado (ODV) Las que con personería jurídica y sin ánimo de lucro tienen por finalidad desarrollar planes, programas, proyectos y actividades de voluntariado con la participación de voluntarios.

ARTÍCULO 4. Actividades de interés general. Se entiende por actividades de interés general, a efectos de lo dispuesto en la presente ley, las asistenciales de servicios sociales, cívicas, de utilización del ocio y el tiempo libre, religiosas, educativas, culturales, científicas, deportivas, sanitarias, de cooperación al desarrollo, de defensa del medio ambiente, de defensa de la economía, o de la investigación y similares que correspondan a los fines de la Acción Voluntaria.

ARTÍCULO 5. Principios de la Acción Voluntaria. La Acción Voluntaria se rige por los siguientes principios:

a). La libertad como principio de acción tanto de los voluntarios como de los destinatarios, quienes actuarán con espíritu de unidad y cooperación;

b). La participación como principio democrático de intervención directa y activa de los ciudadanos en las responsabilidades comunes, promoviendo el desarrollo de un tejido asociativo que articule la comunidad desde el reconocimiento de la autonomía y del pluralismo;

c). La solidaridad como principio del bien común que inspira acciones en favor de personas y grupos, atendiendo el interés general y no exclusivamente el de los miembros de la propia organización;

d). El compromiso social que orienta una acción estable y rigurosa, buscando la eficacia de sus actuaciones como contribución a los fines de interés social;

e). La autonomía respecto a los poderes públicos y económicos que amparará la capacidad crítica e innovadora de la Acción Voluntaria;

f). El respeto a las convicciones y creencias de las personas, luchando contra las distintas formas de exclusión;

g). En general todos aquellos principios inspiradores de una sociedad democrática, pluralista, participativa y solidaria.

ARTÍCULO 6. Fines del voluntariado. Las acciones del voluntariado tendrán los siguientes fines:

a). Contribuir al desarrollo integral de las personas y de las comunidades, con fundamento en el reconocimiento de la dignidad de la persona humana y la realización de los valores esenciales de la convivencia ciudadana a saber: La vida, la libertad, la solidaridad, la justicia y la paz;

b). Fomentar, a través del servicio desinteresado, una conciencia ciudadana generosa y participativa para articular y fortalecer el tejido social.

ARTÍCULO 7. De las relaciones entre los voluntarios, las ODV y las ECAV. Las relaciones entre los voluntarios, las Organizaciones de Voluntariado (ODV) y las entidades con Acción Voluntaria (ECAV) serán respetuosas, leales, generosas, participativas, formativas y de permanente diálogo y comunicación.

Parágrafo. Los voluntarios guardarán la confidencialidad de los planes, programas, proyectos y acciones que lo requieran y podrán solicitar una certificación de los servicios prestados.

ARTÍCULO 8. De la cooperación en el desarrollo de políticas públicas y ciudadanas. Las Organizaciones de Voluntariado (ODV) y las entidades con Acción Voluntaria (ECAV) tendrán derecho a recibir las medidas de apoyo financiero, material y técnico, mediante recursos públicos orientados al adecuado desarrollo de sus actividades, e igualmente a participar en el diseño de políticas públicas y ciudadanas a través de los medios establecidos por la Constitución y la ley para tal fin.

Parágrafo. El Gobierno Nacional establecerá los mecanismos necesarios para facilitar la construcción de un indicador que valore el aporte de la Acción Voluntaria al Producto Interno Bruto (PIB) del país.

ARTÍCULO 9°. Sistema Nacional de Voluntariado (SNV). El Sistema Nacional de Voluntariado (SNV) es el conjunto de instituciones, organizaciones, entidades y personas que realizan acciones de voluntariado.

ARTÍCULO 10. Objeto del sistema. El Sistema Nacional de Voluntariado tendrá por objeto promover y fortalecer la acción voluntaria a través de alianzas estratégicas y el trabajo en red de las ODV, las ECAV y los Voluntariados Informales con la sociedad civil y el Estado.

ARTÍCULO 11. Consejos municipales, departamentales y nacionales. Para dinamizar el SNV las entidades antes mencionadas podrán crear los Consejos Municipales de Voluntariado, como organismos colegiados y autónomos de naturaleza privada, integrados por un número mayoritario de las entidades indicadas en el artículo 3° de esta ley que operen en el respectivo municipio. Los Consejos Municipales podrán constituir Consejos Departamentales y estos a su vez conformar el Consejo Nacional con los mismos propósitos.

Parágrafo. Los Alcaldes a nivel municipal, los gobernadores a nivel departamental y el Ministerio del Interior a nivel Nacional, darán fe la constitución de los Consejos Municipales, Departamentales y Nacional, de sus integrantes y de sus directivos.

ARTICULO 1. Apoyo del Gobierno Nacional al Voluntariado. El Gobierno Nacional promocionará el desarrollo del voluntariado en Colombia. La entidad del Estado responsable de fomentar esta labor será el Departamento Administrativo Nacional de la Economía Solidaria - DANSOCIAL -.

ARTICULO 2. Reglamento de voluntariado de las Organizaciones de Voluntariado -ODV- y las Entidades con Acción Voluntaria -ECAV-. Todas las Organizaciones de Voluntariado -ODV- y las Entidades con Acción Voluntaria -ECAV- deberán contar con un reglamento de voluntariado el cual deberá fijarse en un lugar visible de su sede. Dicho reglamento debe contemplar como mínimo los derechos y deberes de los voluntarios.

C. Normas Distritales:

En el Plan de Desarrollo, Acuerdo # 308 de 2008, "Por el cual se adopta el plan de desarrollo económico, social, ambiental y de obras públicas para Bogotá, D.C., 2008 – 2012 "BOGOTA POSITIVA: PARA VIVIR MEJOR", podemos destacar los siguientes aspectos que se relacionan  directamente con la iniciativa propuesta:

Articulo 1. Objetivo general del plan: que busca afianzar una ciudad en la que todas y todos vivamos mejor. Que sea un territorio de oportunidades que contribuya al desarrollo de la familia, en especial de los niños y niñas en su primera infancia, ciudad generadora de recursos y oportunidades, próspera y solidaria, competitiva y capaz de generar y distribuir equitativamente la riqueza.

Articulo 2. Principios de política pública y de acción: establece el principio de Solidaridad en el ordinal 3: cuando plantea que el gobierno distrital promoverá que la sociedad acoja, privilegie e incluya en los beneficios del desarrollo a todos, pero sobre todo a quienes se encuentren en estado de desventaja. Establece en el ordinal 12 el principio y la acción tendiente a erradicar gradualmente la pobreza, desarrollando alternativas para la generación de ingresos en sus habitantes.

El Decreto-Ley 1421 de 1993: Establece entre las atribuciones del Concejo de Bogotá. Artículo 12:

1. Dictar normas necesarias para garantizar el adecuado cumplimiento de las funciones y la eficiente prestación de los servicios a cargo del Distrito…"

La iniciativa no involucra gastos para el Distrito; se sustenta en el concepto de voluntariado que se puede desarrollar en las distintas localidades del Distrito por los ciudadanos que quieran participar en el programa. De igual manera, es pertinente indicar que la asignación de nuevas funciones, fundamentalmente de coordinación, para hacer realizable esta iniciativa nunca se debe entender como la creación de cargos.

ARTÍCULO 1: Creación: Crease en el Distrito Capital el programa "Banco del Trueque de Bogotá –Espacio Solidario- intercambio de saber y hacer", el cual será coordinado por la Secretaría Distrital de Desarrollo Económico.

ARTÍCULO 2: Responsable del programa: Las localidades del Distrito Capital a través de la respectiva Alcaldía Local se encargará de la ejecución del programa "Banco del Trueque de Bogotá –Espacio Solidario- intercambio de saber y hacer". Los Alcaldes Locales designaran un funcionario para que se encargue de organizar, desarrollar, establecer y ejecutar el programa.

ARTÍCULO 3: Objetivos del programa: El programa "Banco del Trueque de Bogotá –Espacio Solidario- intercambio de saber y hacer" tendrá como objetivos los siguientes:

1. Contribuir con el fortalecimiento de los vínculos entre los distintos sectores sociales que constituyen nuestra comunidad.

2. Canalizar el esfuerzo y la vocación solidaria de todas las personas que deseen contribuir a mejorar las condiciones de vida de la población de su respectiva localidad.

3. Crear vínculos y relaciones de carácter integrador entre diferentes sectores de la comunidad.

4. Promover intercambios con la finalidad de fomentar valores de cooperación y comunicación, activando la red de solidaridad.

5. Conseguir actitudes positivas entre las personas, aprendiendo a dar y recibir.

6. Promover una adecuación de los tiempos, los espacios, las formas de vida y la relación de la ciudad a las nuevas necesidades de la comunidad.

ARTÍCULO 4: Difusión y promoción. Una vez puesto en funcionamiento el Programa "Banco del Trueque de Bogotá –Espacio Solidario- intercambio de saber y hacer" el Distrito se encargará de su difusión y promoción en las localidades.

ARTICULO 5: De la organización del Banco del Trueque: El funcionario designado por el Alcalde Local para dirigir el programa llevará un libro de control donde las personas interesadas en el programa se inscribirán. En este libro se dejara expresa constancia de los servicios que ofrecen para intercambiar. Este libro de control se utilizará por los miembros del programa para consultar que servicios se ofrecen en su comunidad y que pueden constituir intercambio.

ARTICULO 6: De la participación ciudadana: Cualquier persona puede inscribirse en el Banco del Trueque de su localidad de residencia; no hay límite de edad, género, ni condición profesional, académica o de educación para formar parte del Banco de Trueque. La admisión en el Banco del Trueque implicará la aceptación de las normas de intercambio. En cualquier momento la persona podrá desvincularse del programa únicamente expresándolo por escrito al funcionario encargado.

ARTÍCULO 7: Reglas mínimas que se deberán establecer con los socios del Banco de Trueque:

1. Los socios son los responsables de dar el servicio ofrecido con garantías de éxito.

2. El banco del trueque sólo sirve como forma de contacto entre los socios.

3. La responsabilidad en los intercambios que se llevan a cabo es únicamente de las personas implicadas en el mismo.

4. El Banco de Trueque no es responsable de la calidad del servicio ofrecido o intercambiado por los socios.

5. Para cualquier controversia que surja en desarrollo de las actividades propias de los bancos de trueque, se acudirá a los mecanismos y autoridades de solución de conflictos con que cuenta el Distrito Capital.

6. El contenido de la información de los socios inscritos en el banco es confidencial y no está permitida su difusión por ningún medio para fines ajenos al mismo.

7. Todo socio que suscriba el acta de ingreso que se elabore, se compromete a aceptar las normas del Banco del Trueque y incumplimiento originará la suspensión o expulsión del sistema.

ARTÍCULO 8: Vigencia: El presente acuerdo rige a partir de su sanción y publicación.

"Hace más de 20 años, ejerciendo como ejecutiva de un banco internacional en los Estados Unidos, recibí la llamada de una amiga, directora de una agencia de servicios sociales. Su voz sonaba extraña; en vez de su cansancio habitual, percibí en ella la alegría que hacía años no le oía. Me comentó haber escuchado a un profesor de leyes con una idea muy interesante; y me dijo que sabiendo mi forma de ser y pensar estaba segura que a mí también me entusiasmaría. La idea era la de los "Banco de Tiempo".

Silenciosamente escuché lo que explicaba. Por una parte, mi razonamiento financiero me decía que era algo loco, imposible de funcionar; y por la otra, mi corazón me decía que sí era posible. Al final le dije lo que pensaba y lo que sentía, y me comprometí a ayudarlos en diseñar el funcionamiento del programa.

Sabiendo que la ley federal en los Estados Unidos requiere que los bancos aporten ayuda a la comunidad, pedí una licencia especial por un año para ayudar en este proyecto, y me fue concedida. Está de más decir que hasta hoy sólo he vuelto al banco para hacer operaciones en mi cuenta de cheques.

Con el pasar de los días, me apasionaba más la idea y comencé a ver las inmensas e infinitas posibilidades, implicaciones y beneficios que este sistema podía aportar.

Una de las primeras batallas que tuve que librar fue que se comprendiera que, aunque existían muchas monedas alternativas en el ámbito mundial y local, el sistema de Bancos de Tiempo era diferente; nuestro objetivo no era competir o crear una nueva moneda, nuestra visión era trabajar simultáneamente con la moneda tradicional para suplir y cuantificar el valor del tiempo y las riquezas del capital social. Todavía existen cosas en la vida que el dinero no puede comprar, como el amor verdadero, los ideales, la compasión, la amistad, el espíritu comunitario y la paz, entre otros.

Si se dice que "el tiempo es oro" y "el oro es dinero", entonces por qué no darle al tiempo su justo valor? Todos tenemos tiempo y algo que ofrecer, y si usamos lo que tenemos, tenemos lo que necesitamos.

Nuestro objetivo iba más allá de lo que el dinero o el sistema de trueque podían brindar.

Necesitábamos entender que no se trataba de un nuevo programa sino de un sistema de contabilidad de capital humano y que por lo tanto no podíamos limitarnos a un solo grupo o a necesidades específicas, y que para que el proyecto funcionara teníamos que incluir a la comunidad en general –a hijos, a padres y a abuelos, a ricos y a pobres, a mujeres y a hombres, formando una sociedad de cooperación con el sector público y privado a un nivel diferente al actual. Con el tiempo, y viendo cómo emergían estos bancos con ideas y aplicaciones nuevas, en diferentes ciudades y países, me di cuenta que en cierta medida estaba equivocada pues ya no sólo era un sistema de contabilidad de capital social, sino que se había convertido en un movimiento de cambio y justicia.

Muchas comunidades encuentran frecuentemente que sus fortalezas, recursos y talentos son subestimados y dejados a un lado. Ellas son definidas como grupos de personas que no tienen nada que ofrecer y cuyas contribuciones no tienen ningún valor. Es por eso que la sociedad desecha a "esa gente" que tiene que luchar para descubrir modos de sobre vivencia en un mundo que dice que ellos no cuentan.

El sistema de bancos de tiempo asegura que eso es inaceptable, y que todos los individuos – no importa si son débiles, enfermos o delincuentes – pueden ser validados a través de sus contribuciones al capital humano en sus familias, vecindarios y comunidades.

Sus contribuciones pueden transformar sus redes de trabajo social. Y esas redes de trabajo, al activarse, pueden sostenerlos.

La economía monetaria de las corporaciones, de las compañías privadas y del gobierno trabaja sobre la base de contratos, especializaciones y acuerdos. Pero hay otra economía -"que es invisible" y que se pasa por alto- que resulta de las familias, los vecindarios y las comunidades, y opera bajo principios diferentes: la solidaridad, la lealtad, el amor y la ayuda. La economía comunitaria – o básica – se fortalece en los cambios que tienen como sustento la reciprocidad, no los contratos.

Estas dos economías operan bajo principios diferentes, pero dependen una de la otra ya que, mientras la monetaria necesita a las familias y a las comunidades, la básica necesita a la monetaria –por los bienes y servicios que, sin lugar a dudas, la otra produce. La economía monetaria busca y elige la gente, las comunidades y las habilidades específicas que ella quiere. Entonces, los pobres, los desvalidos, los analfabetas, los ancianos y los niños que no tienen las habilidades ni el dinero para ser consumidores, son despreciados y descartados.

Cuando los individuos y las comunidades dejan de tener importancia para la economía de mercado, la sociedad los destruye. Los programas de servicios humanos están llamados a reparar este daño, sin embargo, ellos también trabajan del modo en que lo hace la economía monetaria.

Pero el propósito de los bancos de tiempo es hacer algo diferente, es reconfigurar la relación entre los valores básicos y la economía de mercado; es un llamado a reconstruir la economía básica para lograr los más importantes cambios en el sistema.

A través de todos estos años he podido ver cómo los bancos de tiempo crean nuevas dinámicas que cambian la vida de las personas.

Los cuatro valores básicos de los bancos de tiempo afirman:

LAS PERSONAS SON LOS BIENES O FORTALEZAS.

Enfocar las fortalezas de las personas no es nuevo, pero esta perspectiva, en coproducción, va más allá que al enfoque en los individuos o a la simple identificación e inventario de las fortalezas y los recursos que se encuentran en la comunidad.

Los bancos de tiempo afirman que cada ser humano puede ser un constructor y un contribuyente, y dice: "Nosotros lo haremos mejor si nos enfocamos en las habilidades, el talento y las capacidades que los clientes pueden aportar".

REDEFINICIÓN DEL TRABAJO.

Nosotros tendemos a considerar como algo garantizado ciertos tipos de trabajos, especialmente cuando no son remunerados. El cuidado de los niños, la preservación de las familias, la construcción de vecindarios seguros y enérgicos, la atención a enfermos y vulnerables, la preservación de la cultura y el hacer que la democracia trabaje son contribuciones que deberían ser consideradas, reconocidas y valoradas como trabajo real.

ASOCIACIONES PARA TRIUNFAR, LA IDEA DE LA RECIPROCIDAD.

La caridad y el dar a los otros siempre fortalecen a los que ofrecen pero no a los que reciben.

Además, sucede que cuando sólo se da, el mensaje enviado puede ser: "como no tienes dinero, no tienes nada que nosotros necesitemos, queramos o valoremos". Del mismo modo, se le está diciendo a la gente que la forma para conseguir que los otros se fijen en ellos y se preocupen por ellos es teniendo problemas.

Cuando vamos a ayudar a otros, necesitamos demostrarles que sus propias fortalezas también los pueden convertir a ellos en contribuyentes, especialmente hacia los demás.

CAPITAL SOCIAL.

La salud de las comunidades depende de la creencia de que las acciones del presente tienen gran significado para el futuro. La más efectiva y eficiente forma de construir capital social es generando reciprocidad de un modo más amplio. De este modo, la confianza y los compromisos cívicos se reproducen automáticamente.

Las dinámicas de cambio con estos cuatro valores básicos son evidentes: La relación cambia. Las personas se convierten en parte de una comunidad con el poder de hablar y actuar colectivamente.

El proceso cambia. Las personas que antes estaban siempre en la posición de recibir, traen ahora su conocimiento de la localidad en que viven, su entusiasmo, su energía y su sabiduría colectiva para afrontar los problemas en su comunidad, los cuales anteriormente eran definidos por un pequeño grupo.

Los programas o proyectos que emplean el sistema de Banco de Tiempo ganan respeto. Las palabras y las acciones de los participantes suenan verdaderas y estos inspiran ahora el respeto de los funcionarios y de quienes les dan fondos, A través de sus propias acciones, los participantes del programa ganan un auténtico poder para hablar a otros acerca de la diferencia y eficacia del proyecto.

El resultado cambia. Las personas encuentran y desarrollan sus fortalezas. Ellas enriquecen a los otros con nuevas vías y construyen redes que sostienen estos nuevos cambios en sus vidas. Comienzan a fortalecerse y a expandir fuerzas a su alrededor y se convierten en eje que da consistencia a la misión del programa o proyecto, y en fuerza para los cambios sociales en su comunidad.

Muchos me preguntan cuál es la clave del éxito para crear un Bancos de Tiempo. Yo particularmente pienso que las claves son varias pero que las más importantes son la creatividad, y la flexibilidad –elementos indispensables en la creación, el buen funcionamiento y el triunfo de un Banco de Tiempo.

Otros también me preguntan qué deben hacer para empezar un banco de tiempo en su comunidad o trabajo. Para mí, el primer paso es contestarnos las siguientes cuatro preguntas:

*¿Cuáles son los problemas que les gustaría cambiar en su comunidad o trabajo?

*¿Qué es lo que más les gusta de su comunidad o trabajo?

*¿Cuáles son los recursos en su comunidad o en su trabajo?

*¿Cómo podrían esos recursos ayudar a conseguir esos cambios?

Es importante recordar y reconocer que, en realidad, las comunidades pobres no existen. Existen comunidades de bajos ingresos, pero inmensamente ricas en talentos, experiencias, vivencias y amor al prójimo.

Aunque todo tipo de banco de tiempo me entusiasma y cada vez que surge una idea o aplicación nueva me da alegría, en realidad los banco de tiempo que más me apasionan son los que se fundan en las escuelas y los que incluyen y animan a las personas con discapacidades mentales o físicas a participar como miembros activos y útiles de la sociedad. El mensaje que estos dos tipos de bancos de tiempo envían es extremadamente importante –enseñar a un niño a compartir, a participar y a reconocer sus propias fortalezas es de suma importancia; y animar e incluir a los discapacitados como parte contribuyente de la sociedad, nos reafirma que todos tenemos algo que dar aunque ese algo solo sea una sonrisa.

Muchos me han preguntado cómo y por qué renuncié a un alto puesto como directora ejecutiva en un banco internacional y una posición monetaria cómoda, para dedicarme en cuerpo y alma a la creación de bancos de tiempo. La respuesta es fácil y sencilla para mí (pues la realidad es que las ganancias como ser humano han sido incontables) pero tal vez difícil o complicada para los otros.

En el mundo en el que actualmente vivimos, muchos de los valores con que crecí han ido desapareciendo; por las presiones del diario vivir, los seres humanos se han ido aislando y se han ido convirtiendo en islas dentro de sí mismo. La lealtad y honestidad empresarial van en decadencia; el dinero, la economía de mercado y la avaricia lo quieren controlar todo, sin importarle usar medios que conlleven a la decadencia del medio ambiente, las guerras y la destrucción de nuestras comunidades o vecindarios. Las emociones, los sentimientos y los valores más puros del ser humano se van convirtiendo muchas veces en faltas o motivos de burlas. Y yo me pregunte quién ha creado todo esto? A dónde vamos? Qué herencia estamos dejando en nuestro paso por este mundo?

No es que piense que los Bancos de Tiempo son la única solución al problema, pero durante todos estos años he podido apreciar que ellos generan elementos como la confianza y el respeto; generan canales de comunicación abierta y saludable; generan colaboración, reciprocidad, amistad e igualdad, los cuales son básicos para la reconstrucción y creación de un mundo mejor.

Pudiéramos, al menos por un tiempo, dejar de hablar de los problemas y de las teorías existentes, pues todos sabemos cuáles son. Al fin y al cabo, seguir hablando, escribiendo o analizando los problemas y sus teorías al respecto no es la solución. Es tiempo de cambiar nuestra ruta convirtiéndola en acción, es tiempo de reconocer que las riquezas del mundo no son la propiedad de unos cuantos, que la verdadera riqueza del mundo pertenece a todos en general. Todos tenemos algo que dar; nos necesitamos los unos a los otros.

Ante esto, sólo me cabe preguntar

¿Cuál es nuestra responsabilidad como ciudadanos del Universo? ¿Qué es lo que deseamos que la historia cuente de nuestra generación? ¿Cuál es el legado que queremos dejar? Tenemos que tener el coraje y la valentía de unirnos y trabajar juntos, tenemos que dejar de culparnos los unos a los otros por la decadencia y problemas de nuestra sociedad y, de una vez y para siempre, tener la integridad de asumir responsabilidad por nuestras acciones.

No somos islas separadas o individuales residiendo en este u otro país o lugar, todos estamos entrelazados y todos somos una parte integral del Universo –lo que construimos ahora es el legado que dejaremos a nuestros hijos, a nuestros nietos y a las futuras generaciones. Hagamos que nuestro legado sea de amor, de respeto mutuo y de paz, no de destrucción.

Esa es la razón por la que decidí dar un paso adelante y poner mi grano de arena ayudando a construir el movimiento global de los Bancos de Tiempo."

Ana R. Miyares

Miami Beach, FL.

4 de Abril de 2006