RÉGIMEN LEGAL DE BOGOTÁ D.C.

© Propiedad de la Secretaría Jurídica Distrital de la Alcaldía Mayor de Bogotá D.C.

Secretaría
Jurídica Distrital

Cargando el Contenido del Documento
Por favor espere...

Proyecto de Acuerdo 120 de 2010 Concejo de Bogotá, D.C.

Fecha de Expedición:
--/ 00/2010
Fecha de Entrada en Vigencia:
Medio de Publicación:
Anales del Concejo
La Secretaría Jurídica Distrital aclara que la información aquí contenida tiene exclusivamente carácter informativo, su vigencia está sujeta al análisis y competencias que determine la Ley o los reglamentos. Los contenidos están en permanente actualización.


 
 

PROYECTO DE ACUERDO No. 120 DE 2010

Ver Acuerdo Distrital 440 de 2010 Concejo de Bogotá, D.C.

"Por el cual se crea el Instituto Distrital de las Artes -IDARTES-"


SECRETARÍA DISTRITAL DISTRITAL DE CULTURA, RECREACIÓN Y DEPORTE SCRD

1. EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

Para la creación del Instituto Distrital de las Artes IDARTES

BOGOTÁ, D. C. ABRIL DE 2010

SECRETARÍA DISTRITAL DE CULTURA, RECREACIÓN Y DEPORTE SCRD

2. EXPOSICIÓNDE MOTIVOS

Para la creación del Instituto Distrital de las Artes IDARTES

CONTENIDO

Introducción

4

1. Las transformaciones culturales de Bogotá, D.C.

4

1.1 Un Instituto de las Artes para una ciudad que se transforma

4

1.2 Los conceptos que fundamentan la creación del Instituto de las Artes

8

1.3 La identidad del Instituto de las Artes de Bogotá

15

2. Justificación política y técnica

18

2.1 ¿Por qué crear el IDARTES?

19

2.2 El Instituto contribuye a consolidar el desarrollo institucional del sector

22

3. El entorno jurídico normativo

24

3.1 Estructura administrativa del Distrito Capital de Bogotá

24

3.2 Sector Cultura, Recreación y Deporte SCRD

25


3. EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

Introducción

Con el presente documento se desarrolla la fundamentación para crear el Instituto Distrital de las Artes IDARTES. La misma contiene 3 elementos: El primero hace un recorrido por las transformaciones culturales de Bogotá, desarrolla algunos conceptos que ayudan a esclarecer la importancia del Instituto de las Artes y discute la identidad de esta institución; el segundo presenta la justificación política y técnica; y el tercero, incursiona en el análisis jurídico del Sector Cultura, Recreación y Deporte SCRD.

1. Las transformaciones culturales de Bogotá1

1.1. Un Instituto de las artes para una ciudad que se transforma

Bogotá es una ciudad que se transforma. Solamente si se observan las modificaciones demográficas vividas por la ciudad en las últimas dos décadas, se puede percibir el tamaño de su modificación y a la vez la dimensión de sus retos. La población de Bogotá pasó de 4.225.649 habitantes en 1985, a 7.673.782 en el 2010. (ECV, 2007) Y a pesar de que como lo corrobora el Informe de Desarrollo Humano, "Bogotá, una apuesta por Colombia" (2008), los indicadores sociales de la ciudad han mejorado, aún existe, como escriben sus autores, una "ausencia de mezcla socioeconómica", es decir, una segregación socioeconómica en el espacio urbano. De acuerdo con los datos de la Encuesta de Calidad de Vida de Bogotá (2007), el análisis de las percepciones del poder adquisitivo nos dicen que los ingresos de un 24% del total de hogares de Bogotá no les alcanza para cubrir los gastos mínimos del hogar; un 56, 5% sólo alcanzan con sus ingresos a cubrir los gastos mínimos del hogar y que un 19,5% cubre más que los gastos mínimos.2

La ampliación de la cobertura educativa y su progresiva cualificación, la incorporación de las mujeres al ámbito de la economía, el trabajo y la política, la modernización y secularización de la sociedad local y las iniciativas para tratar de superar las complejidades crecientes de la movilidad por su territorio, son algunas manifestaciones de los cambios que ha vivido Bogotá. Como lo han sido las iniciativas para fortalecer la seguridad de la ciudadanía, la renovación del espacio público y los logros en cultura ciudadana.

En el Plan de Desarrollo de la ciudad se definen como principios de política pública y de la acción junto a la erradicación gradual de la pobreza, el mejoramiento de las condiciones de la calidad de vida y el desarrollo económico, la equidad y la solidaridad. También la interculturalidad "como proceso horizontal de entendimiento entre grupos étnicos y culturales", los derechos culturales, la cultura ciudadana y la diversidad cultural.

Porque Bogotá es una ciudad que no sólo se transforma económica o socialmente, sino también culturalmente. Junto a la diversidad regional y étnica de sus pobladores, está la enorme pluralidad de las expresiones culturales que se crean y circulan en su territorio y que son generadas por actores sociales muy diferentes. Al lado de la expansión acelerada de los medios de comunicación y las nuevas tecnologías que cada vez amplían más sus coberturas y accesos, están las manifestaciones culturales de los jóvenes de distintos sectores sociales que se expresan a través de múltiples signos y modos de vida. En el reciente festival de Rock al Parque (2009), se estima que asistieron 400.000 bogotanos, la gran mayoría, jóvenes.

En sólo cinco años, entre el 2003 y el 2008, los hogares bogotanos aumentaron de manera notable su acceso a la televisión a color, la telefonía celular, que creció espectacularmente de 30,6% a 91,2%, los dvd’s y el uso de computador. En el 2008, el 55,9% de los bogotanos mayores de cinco años usó Internet y el 28,55% tenía computador en su casa. Todas tecnologías a través de las cuales no solamente circula información y datos, sino también videos, música, cine, expresiones visuales y juegos y que además generan nuevos contextos domésticos de consumo y apropiación cultural.

Como se constata en las dos aplicaciones que se han hecho del Módulo de libros, lectura y bibliotecas del DANE, entre el 2000 y el 2005, se triplicó en Bogotá la lectura por Internet y además se observó un movimiento muy positivo de paso de la lectura por deber o instruccional, a la lectura por placer.3 Ello indica que están sucediendo interesantes conmociones en las condiciones culturales de la ciudad y sus habitantes. El 20,26% de los bogotanos de 12 años y más, dice haber asistido a presentaciones de teatro, danza u ópera en los últimos 12 meses, el 25,30% afirma haber asistido a presentaciones de música en vivo y el 23,09% a ferias y exposiciones de artesanías. El 36,11% de los bogotanos de 12 años y más asistió a cine en los últimos 12 meses y el 60,61% vio videos en el último mes.4 Cuando se comparan estos datos de la encuesta de consumo cultural realizada por el DANE (2008), con los resultados de la Encuesta Bienal de Culturas del Observatorio de Cultura de la ciudad (2007), se encuentra que el 6,42% de bogotanos y bogotanas dice haber asistido mensualmente a danza, el 7.83% a conciertos y el 5.87% a exposiciones de arte. Aún se encuentra una ciudad dividida por su interés en la programación cultural, puesto que un 49,63% se interesa por la programación cultural, pero la otra mitad de la ciudad no, como lo demuestran los datos de la misma encuesta.

Ya en la encuesta bienal de culturas del 2005 se encontró que la participación de los habitantes de la ciudad en la práctica de actividades artísticas es muy baja (el porcentaje estimado más alto de participación no supera el 8,14%), un dato que se confirmó en el 2007, cuando el 82% de los entrevistados dijo que no practica ninguna actividad artística, lo que convierte a las oportunidades de formación y de práctica artísticas en un gran reto para el nuevo Instituto de las Artes. Un reto que además de ser cuantitativo y de acceso, debe ser de promoción de procesos, consolidación de prácticas, convergencia de manifestaciones artísticas y fortalecimiento de la participación, especialmente de los niños y jóvenes, en las diferentes formas de expresión artística.

Entre las transformaciones culturales de la ciudad relacionadas con la constatación anterior está el crecimiento de su capital cultural, ya sea por el incremento de las escuelas de formación artística, por el fortalecimiento de los procesos de apropiación de la música, las artes plásticas o la danza, o por la generación de emprendimientos culturales que están asociados a los dinamismos económicos y sociales de la ciudad.5

Bogotá es uno de los centros más importantes de las industrias creativas en el país, ya sea por la infraestructura de creación que ha logrado desarrollar o por los circuitos de circulación que se han generado formal e informalmente en la ciudad. Los motivos que han afianzado durante años esta "centralidad" cultural de Bogotá son varios: su naturaleza de capital dentro de un enfoque aún muy centralizado del Estado, a pesar de los avances de la descentralización, el ser sede del poder político, económico e institucional de la nación, su fortaleza económica, financiera e industrial, la variedad de sus servicios, incluyendo los culturales y la concentración, tanto de la producción cultural, como de sus instancias de distribución y circulación simbólica. Bogotá ha existido como una imagen cultural de la nación, no sólo porque tiene un equipamiento cultural asociado a la cultura y las artes desde los tiempos coloniales, sino también por las articulaciones de poder y cultura que se han dado en ella, como eje político del país. En los últimos años, la ciudad ha universalizado la educación primaria y aumentado significativamente el acceso de sus habitantes a la educación media, superior y a una importante y variada oferta de educación informal; también es el centro de la producción de televisión y radio, así como de una buena parte de las industrias creativas nacionales.

Con bajos porcentajes de inmigración y diásporas provenientes del extranjero, Bogotá, es, por el contrario, una ciudad de convergencia multicultural interna. Durante años y especialmente desde mediados del siglo XX, Bogotá se convirtió en un fuerte polo de atracción migratoria y muchos barrios, sobre todo de su periferia, se configuraron con grandes conjuntos de migrantes que llegaron a la ciudad desplazados por las violencias o atraídos por las oportunidades de empleo, educación o calidad de vida. Ellos traían sus propias creencias, formas de celebración y costumbres, que se entremezclaron –a veces de manera tensionante- con las manifestaciones de la cultura urbana. Por eso, Bogotá es un laboratorio múltiple y conflictivo de encuentro y desencuentro de grupos étnicos, regiones, identidades y clases sociales, que después de décadas ha logrado mixturas e hibridaciones culturales verdaderamente significativas. El bogotano puro es prácticamente minoritario. El bogotano es entonces, un crisol de pertenencias, orígenes, historias sociales, imaginarios y memorias sociales. Ello explica la insistencia de las administraciones de la ciudad en un encuentro de todas estas diferencias culturales en la realización de una ciudadanía integral, es decir, en la afirmación e interiorización de los sentidos de pertenencia a una ciudad que es "propia" de distintos modos y con distintas intensidades, pero con una serie de reglas, de derechos y de responsabilidades que sólo existen en la medida en que se interiorizan y se aplican a la vida cotidiana. Como se señala en el artículo 1 del Plan de Desarrollo "Bogotá positiva: para vivir mejor" (2008) éste busca afianzar "una ciudad incluyente, justa y equitativa, en la que la diversidad y la interculturalidad sean una oportunidad y la reconciliación, la paz y la convivencia sean posibles"6

Es frente a las demandas sociales, culturales y artísticas de esta ciudad en constante transformación, frente a sus actores, sus procesos y su potencial de desarrollo, que se debe pensar y diseñar un Instituto de las Artes. Un Instituto que responda creativamente a la diversidad cultural de la ciudad, que interprete, en la definición de sus políticas y en la gestión pública, las mezclas culturales producidas por los diferentes grupos humanos que habitan la ciudad y que sea capaz de relacionar estrechamente las prácticas sociales con las prácticas artísticas y culturales de sus habitantes. Un Instituto que no se restrinja solamente a la promoción de las artes canónicas, sino que también esté abierto a la experimentación, las fusiones y las innovaciones; que convierta a las artes en un referente de la vida ciudadana y haga de la cultura la forma viva en "que nos representamos e imaginamos la convivencia".7 Un Instituto que parta del reconocimiento de la cultura como derecho, la importancia de la ciudadanía cultural y la contribución de las artes al desarrollo y la democracia.

Como señala el "Estado del arte del área de música en Bogotá D.C"(2009), "el arte es una práctica social" que no tiene como única finalidad crear objetos (pinturas, sonidos, producciones audiovisuales, etc), sino es sobre todo, "un conjunto de prácticas sociales en las que se articulan instituciones, profesiones, prácticas empíricas, disciplinas académicas y públicos, etc., en torno a prácticas de formación, investigación, creación, apropiación y circulación".8

Como se lee en el Compendio de Políticas Culturales (Ministerio de Cultura, 2009), "Es preciso hablar de prácticas artísticas, prácticas que por ser modos de pensamiento y expresión, son constitutivas de la subjetividad personal y colectiva. Experiencia y pensamiento como medio de configuración y fortalecimiento de las identidades desde la infancia y a todo lo largo de la vida de todo ser humano. Prácticas o experiencias que abren el ámbito de lo posible, liberando las fuerzas de la vida y construyendo sentidos y formas alternas de existencia a partir de recursos expresivos, creativos y poéticos" 9

Es desde esta perspectiva de unas prácticas artísticas vinculadas con la vida de la ciudad, sus transformaciones y sus diversos habitantes, de unas artes que interpelan y dan sentido, que dialogan entre sí, que unen la creación con la apropiación, que se piensa el Instituto de las Artes.

1.2. Los conceptos que fundamentan la creación del Instituto de las Artes.

Hay un conjunto de conceptos que pertenecen al debate nacional e internacional sobre la cultura y las artes y que también forman parte del acervo de pensamiento que ha desarrollado el campo cultural y artístico en Bogotá. Está recogido en las políticas culturales de la ciudad, las investigaciones adelantadas por universidades, centros de formación artística y muy particularmente el Observatorio de Culturas, los planes de cultura, los estados del arte de las áreas artísticas de Bogotá y las propuestas de organizaciones de creadores y movimientos socioculturales. Conforman un conjunto de pensamiento muy valioso que se ha ido aplicando a la vida y la gestión cultural de la ciudad y que es un insumo básico para el diseño y la imaginación del Instituto de las Artes.

La diversidad cultural es uno de los centros fundamentales de las reflexiones sobre la cultura. "La diversidad cultural se refiere a la multiplicidad de formas en que se expresan las culturas de los pueblos y las sociedades, se lee en la Convención sobre la Protección y la Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales (2005). Estas expresiones se transmiten dentro y entre los grupos y las sociedades. La diversidad cultural se manifiesta no sólo en las diversas formas en que se expresa, enriquece y transmite el patrimonio cultural de la humanidad mediante la variedad de las expresiones culturales, sino también a través de distintos modos de expresión artística, producción, difusión, distribución y disfrute de las expresiones culturales, cualesquiera que sean los medios y tecnologías utilizados"10

Bogotá es claramente una ciudad diversa. Lo es tanto por la presencia de diferentes poblaciones y grupos étnicos dentro de su territorio, como por ser un punto vivo de confluencia e interacción de las regiones, las experiencias generacionales, las expresiones artísticas y culturales y los modos y estilos de vida. Ser una ciudad diversa significa tener la experiencia de los encuentros y los desencuentros, convertirse en un laboratorio de la alteridad y sus repercusiones en la convivencia, sentir los efectos de los conflictos que residen en el reconocimiento y la valoración de los "otros", pero también tener el potencial de convertir el extrañamiento en un "nosotros".

A través de las prácticas culturales y artísticas, esta diversidad de la ciudad se expresa, se hace visible. Y lo hace en la pluralidad de las músicas, el baile, la danza, las artes visuales y las artes escénicas, pero también en la multiplicidad de las gastronomías, las lenguas y las formas de celebración y las fiestas. Esta diversidad se transforma en patrimonio de la ciudad, porque identifica a sus habitantes y configura su memoria y sus herencias más entrañables. Se trata de un patrimonio que interactúa con otras culturas –locales y globales- en un ejercicio de interculturalidad y diálogo cultural, abierto a las mezclas, pero también consciente de su propia afirmación identitaria.

Un Instituto de las Artes debe cimentarse y desarrollar esta diversidad, promoviendo tanto la relación interna de las diferentes artes que componen su estructura, como facilitando su interacción con las prácticas culturales de la gente, con sus historias personales y sociales. La recuperación creativa de esta diversidad, así como la promoción de oportunidades de interacción entre las diferentes culturas de la ciudad, es una de las misiones del Instituto de las Artes. En el texto de la UNESCO, se recuerda que la diversidad cultural es un patrimonio común que debe valorarse y preservarse en provecho de todos, es uno de los motores del desarrollo sostenible de las comunidades, es importante para la plena realización de los derechos humanos y las libertades fundamentales y es indispensable para la paz y la seguridad a nivel local, nacional e internacional.11

Durante años, Bogotá se ha dedicado seriamente a la conformación de una cultura ciudadana como base de la vida y la convivencia en la ciudad. Este propósito ya es un fin que identifica a la ciudad y que además ha demostrado su incidencia real en su gestión y funcionamiento.

Los cambios ciudadanos de Bogotá han sido sobre todo cambios culturales. Esta idea está fuertemente relacionada con el reconocimiento de la cultura como un derecho y la ciudadanía cultural como una forma de ser de los integrantes de la ciudad. La interiorización de normas, el respeto a la ley, el fortalecimiento de la convivencia y el reconocimiento efectivo de los derechos de los ciudadanos, son todos asuntos públicos que se han ido asentando en la vida de la ciudad a través de sus diferentes administraciones. Derecho y ciudadanía culturales se concretan, por su parte, en el estímulo a la creación, el apoyo a procesos de producción cultural desde múltiples lugares sociales, a través de diferentes soportes tecnológicos y en los diversos campos culturales y artísticos; también se manifiestan en el acceso democrático al disfrute de los bienes y servicios culturales, la conservación y desarrollo de las diversas prácticas y expresiones culturales de los pobladores de la ciudad y la circulación mas simétrica de las diferentes creaciones de la cultura.

Un Instituto de las Artes debe ser un centro de expresión de los derechos ciudadanos y un motor de la libertad cultural de todos los grupos y las personas que habitan en Bogotá. Debe promover la equidad cultural entendida más allá de la ampliación del acceso a los bienes y servicios culturales y artísticos, insistiendo en otras manifestaciones de la equidad como la igualdad de insumos, que busca el respeto a estándares de calidad definidos para todos, la igualdad de resultados, que incorpora en las actividades culturales y artísticas, acciones que remedian las diferencias que diversos usuarios experimentan en factores que resultan determinantes para el logro del efecto o impacto esperado y la igualdad de capacidades –propuesta por Amartya Sen- que "contempla la compensación por factores que podrían limitar la capacidad de un individuo o de un grupo para lograr aquellas experiencias o beneficios que se consideran tan importantes o básicos que deberían estar al alcance de todos"12 Un tema fundamental es el diálogo y la concertación del Instituto con el Sistema Distrital de Cultura que concreta la participación de los ciudadanos en las decisiones más importantes de la cultura en Bogotá.

Las identidades son otro de los núcleos del dinamismo de la cultura y las artes. Las ciudades son lugares sociales de construcción, fortalecimiento, expresión e interacción de las identidades. En Bogotá se encuentran las identidades étnicas de los afrocolombianos y las comunidades indígenas, con las identidades generacionales de los jóvenes y los adultos mayores y las opciones de vida de la población LGTB. Pero también existen identificaciones regionales, laborales, religiosas, de pertenencia social. Todas ellas forman un complejo y activo movimiento que le confiere sentido a la vida urbana. Tiene razón Néstor García Canclini, cuando escribe que la identidad es una "construcción que se relata" y Jesús Martín Barbero, cuando afirma, que la identidad "es un relato que se construye". La ciudad se expresa a través de estos múltiples relatos, de sus tensiones y de sus posibilidades expresivas. "La libertad cultural –se lee en "Bogotá, una apuesta por Colombia", el Informe de desarrollo humano del 2008- consiste en que cada persona tenga la oportunidad de elegir el modo de ser que mejor exprese su identidad, su cultura e ideología. Bajo este principio, la libertad cultural abarca todas las diferencias (entre grupos, individuos y géneros, tanto sociales como generacionales). Incluye todas las diferencias que singularizan a las personas"13

El Instituto de las Artes debe consultar la expresividad y flexibilidad de estas identidades, la multiplicidad que existe en un mismo territorio y encontrar caminos efectivos para su reconocimiento y valoración. Las aproximaciones identitarias a las diferentes artes, proporciona además de diversidad de opciones, una representación y participación mucho más plural de lo que significa Bogotá. El Instituto debe encontrar mecanismos que promuevan la participación de las diferentes prácticas artísticas que se dan en la ciudad, así como de sus diferentes actores. La apropiación de las artes –como lo comprueban los distintos estudios que se han hecho sobre el tema en Bogotá- tiene una estrecha relación con las identidades y los perfiles sociodemográficos de quienes las disfrutan, una consideración que el Instituto de las Artes debe tener muy presente. Los jóvenes son los más importantes consumidores culturales y están generando interacciones muy creativas entre los diferentes productos culturales, desde los grafittis que pintan en el entorno urbano y que integran el arte con la calle, hasta las conexiones que establecen entre danza, vestido y lenguaje en las manifestaciones del hip hop.

La vida pública está profundamente interconectada con la expresividad de las artes, ya sea porque éstas se manifiestan en los espacios públicos o porque contribuyen a fortalecer la experiencia social de lo público, como lo que es común, lo que pertenece a todos. Bogotá ha desarrollado durante años experiencias que vinculan cultura, arte y esfera pública a través de festivales, redes de salas alternas de teatro, experiencias de lectura en el entorno de la movilidad urbana y de espacios comunitarios, bibliotecas que configuran ejes de participación que atraviesan la ciudad uniendo, a través de manifestaciones simbólicas, lo que separa la distancia física y sobre todo la exclusión social, además de una multitud de proyectos comunitarios de comunicación y prácticas artísticas.

En medio de una tendencia que acrecienta la conversión de las ciudades en reductos cerrados, privatizados por el miedo, la inseguridad o la fragmentación social, Bogotá ha hecho un gran esfuerzo que debe ser aún más estimulado por el nuevo Instituto de las Artes, para conformar convivencia y civilidad a partir del encuentro de los diversos sectores sociales de la ciudad en el espacio público de parques, bibliotecas, plazas, casas de la cultura, centros culturales y sus propias calles. Allí suceden ceremonias del encuentro y se ofrecen oportunidades para sentirse parte de la ciudad; los espacios públicos se transforman en lugares en que los conflictos adquieren otros sentidos y sobre todo encuentran otros cauces para su resolución pacífica.

Junto a las artes que hallan en los espacios públicos una singular posibilidad de expresión (como sucede, por ejemplo con la escultura, las artes visuales e inclusive la fotografía) pero que también suelen encontrarse en ámbitos privados como las galerías de arte o hasta la propia casa, están las artes que tienen su razón de ser en el contexto de lo público, como por ejemplo el teatro de la calle, las artes del circo o los espectáculos en vivo que se nutren y tienen sentido a partir de su exposición en aquellos lugares donde transcurre más abiertamente la vida de la ciudad. De esta manera lo público es lo que se comparte con otros, lo que responde a intereses comunes.

La memoria de una ciudad es mucho más que el testimonio de sus monumentos y sus lugares históricos. No es una memoria fija, rígida, establecida, sino una memoria que se construye y que se compone de distintas voces y acontecimientos. Las artes participan en la construcción de la memoria, aportando su poder evocador e imaginativo y su capacidad de referencia. Bogotá son los cines que desaparecieron con la transformación urbana pero también los nuevos multiplex, la red de sus teatros y de las obras que se representan en ellos, como el festival iberoamericano que cada dos años convierte a la ciudad en una celebración de las diferentes artes escénicas desde la danza y el circo, hasta los conjuntos de danza o las obras de teatro y que ha producido no solo una identificación interna de la ciudad sino también una imagen internacional desde el arte, de la ciudad. Hay una ciudad que se recuerda a través de sus pinturas y sus músicas, como también de su arquitectura y sus espacios públicos.

Un Instituto de las Artes debe ser a la vez un promotor de la conservación de la memoria y un estímulo para la creación de una memoria viva de la ciudad. Aunque hay ejemplos importantes de recuperación de la memoria urbana, aún es necesario un esfuerzo mayor de salvaguarda, difusión y recreación de la memoria como pasado, pero sobre todo como horizonte de futuro, que permita a los ciudadanos reconocerse a través de la evolución de las artes, de las maneras como ellas han mostrado los cambios y los desafíos de la ciudad, así como de su capacidad innovadora y de transgresión de las costumbres y de inserción en la vida de sus habitantes.

Hay memorias mucho más frágiles que otras. Curiosamente el video, la fotografía o la televisión, que tienen una fuerza documental muy importante, apenas cuentan con proyectos de conservación y algunos de sus materiales tienden a perderse si no se definen unos propósitos públicos para garantizar su memoria y usos sociales. Muchas de las producciones comerciales de la televisión o de la radio, se han perdido y apenas existen testimonios de las primeras formas de representación audiovisual de la vida del país y de la ciudad. Y eso sucede en la ciudad en que se crearon los primeros estudios de televisión y que durante medio siglo ha sido el centro de creación de la televisión comercial y de buena parte de la televisión pública.

La cultura y las artes no responden completamente por la convivencia de los ciudadanos, que finalmente es el resultado de una combinación de numerosos elementos de la vida en la ciudad, como las posibilidades económicas, la inclusión social, la fortaleza de las instituciones, la eficiencia de la justicia o las garantías educativas para todos. Lo que hacen las artes es afirmar el potencial de la creación en sus distintas manifestaciones, fortalecer la libertad de los ciudadanos, someter los convencionalismos a la crítica y ofrecer otras miradas y otras perspectivas que enriquecen la vida corriente. Bogotá ha comprobado la importancia que tienen la cultura y las artes para la convivencia. Los festivales al parque demuestran no sólo el poder de convocatoria de las diferentes artes sino sobre todo los ámbitos sociales que genera, el tipo de relaciones sociales que producen los distintos géneros de la música y los encuentros que posibilita. El 82% de quienes respondieron el sondeo de Rock al Parque (2007)afirman que este festival favorece la convivencia.

Recientemente ha crecido el interés por analizar la importancia de la cultura y las artes en el desarrollo humano y la competitividad económica. Ciudades del continente se han convertido en importantes centros de las industrias creativas que además aportan significativos porcentajes al producto interior bruto. Han profesionalizado las artes, fortalecido su infraestructura cultural y la calidad de sus equipamientos, generado estímulos para las pequeñas y medianas empresas y ampliado el acceso de sus ciudadanos a los bienes y servicios culturales. Ya no es extraña la idea del aporte de la cultura y las artes al desarrollo socioeconómico de países y ciudades. En el reciente informe de Economía creativa promovido por la UNCTAD y el PNUD (2008) se estima que el sector creció 8.5% en los últimos cinco años en el mundo, se aumentaron las exportaciones de bienes y servicios culturales, aumentaron de manera importante los aportes del diseño y de las publicaciones impresas y se acentuaron las diferencias entre los países con economías desarrolladas y los países con economías menos desarrolladas o en transición. En "La contribución económica de las industrias del derecho de autor y los derechos conexos en Colombia", estudio elaborado por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) y la Dirección Nacional de Derecho de Autor, se estima que las industrias creativas contribuyeron un 3,3% al PIB del país y que en el 2006 generaron 1.097.430 empleos que representaban el 5.8% de la población ocupada del país y el 12.7% de las trece grandes ciudades. "Estas cifras muestran que las IPDA tienen una participación en el empleo nacional mayor que sectores tradicionales como la construcción, cafetero y financiero… Entre 2003 y 2006 las industrias de derecho de autor crearon 156 mil empleos adicionales, esto es, el 8,8% de todos los nuevos empleos del país y el 16.5% de los creados en las trece principales ciudades y áreas metropolitanas. Estos nuevos empleos en las IPDA representan una tasa de crecimiento acumulada para el período 2003-2006 de 16.5%, superior en 6.2 puntos a la acumulada nacional (10.3%) y 4.3 puntos por encima de la obtenida en las trece principales ciudades del país (12.2%)"14

En las estadísticas de la Cámara de Comercio de Bogotá, se constata que sólo el 1,49% de las empresas culturales reseñadas están calificada como grandes, el 2,23% como medianas, el 10,44% como pequeñas y el 85,82% como microempresas.15

Además de este tejido formal de industrias creativas existe en la ciudad otro, posiblemente más amplio y extendido, de experiencias que articulan desarrollo local con proyectos centrados en la promoción de la lectura, del teatro, de las artes visuales, de la danza o de la música. Son emprendimientos medianos o pequeños, estrechamente vinculados con las realidades locales y los problemas sociales de barrios o localidades urbanas, en que las expresiones artísticas se relacionan con el fortalecimiento de los sentidos de pertenencia, la cohesión social, la participación comunitaria o la gobernabilidad democrática.

En el estado del arte de las artes escénicas de Bogotá se afirma que mientras las agrupaciones teatrales se mantienen estables durante una década (1995-2005), se ha incrementado la cantidad de grupos teatrales de localidades y barrios, así como los vocacionales, que pasaron de 21 en 1995 a 60 en 1998 y 78 en el 2005.16 El 78% del repertorio teatral está dirigido a adultos y el 22% a público infantil, una proporción exactamente similar para obras de creación individual y obras de creación colectiva.

El Instituto debe vincular a las artes con el desarrollo humano de la ciudad, favoreciendo el crecimiento de las industrias creativas, impulsando los emprendimientos medianos y pequeños, y resaltando no solamente la producción, circulación y apropiación de los bienes y servicios culturales, sino sobre todo la cualificación de los procesos que están involucrados en estos emprendimientos y sus conexiones con la interculturalidad, la inclusión social y el afianzamiento de la democracia. La productividad y competitividad de la economía creativa de la ciudad no es solamente un asunto económico, sino sobre todo una cuestión social y cultural, que además no deja todo al mercado sino que reconoce las responsabilidades públicas que están comprometidas con el estímulo de la creatividad, la formación, el apoyo a experiencias no necesariamente rentables pero que son prioritarias para el desarrollo cultural de la ciudad y los ciudadanos.

Las artes son un campo específico pero no un campo autónomo.17 En cuanto específicas, las artes son más divergentes que convergentes, buscan expresar, incomodan y desestabilizan las certezas habituales, los lugares comunes; asumen riesgos y son transgresoras. Trabajan con la originalidad, la experimentación y la innovación, posibles por una concentración rigurosa en el trabajo y por contar con tradiciones a las cuales pertenecen, pero a las que preguntan y no en pocas ocasiones superan. La creación es su centro ya sea que interpreten lo que otros han hecho o lo que proponen originalmente. Requieren de juiciosos y exigentes procesos de formación, de combinación de materiales, experiencias y estilos diversos, de dedicación, como también de espontaneidad y siempre de libertad. Fruto de procesos y deseos que residen en creadores individuales, las artes pueden ser ejercicios colectivos, que además encuentran en la vida urbana una cantidad de posibilidades expresivas que suelen recrear de muchas maneras. Uno de los lugares en que las ciudades se manifiestan de forma más critica o mas lúdica es el las artes, desde las más populares hasta las más canónicas, desde las más tradicionales a las más contemporáneas. El 21% de bogotanos asocia arte con expresión y libertad, el 15.7% con creatividad y talento y el 12,1% con obras.18

1.3. La identidad del instituto de las artes de Bogotá

El Instituto de las Artes se crea para responder a las demandas de una ciudad que se transforma social y culturalmente. Su arquitectura institucional tiene en cuenta los procesos urbanos que se viven alrededor de las artes, tanto de aquellas que poseen una tradición canónica como las artes plásticas, la música, las artes escénicas o la danza, como de aquellas que aparecen como resultado de la innovación, las fusiones, los nuevos soportes electrónicos o la propia configuración cultural de la ciudad.

Existe en Bogotá, como lo comprueban los estados del arte que ha elaborado el Observatorio de las Culturas, un conjunto de prácticas artísticas con gran arraigo y vinculación con la ciudad. Conforman un panorama complejo y estimulante de las artes, que se manifiesta tanto en sus procesos de creación y formación, como de investigación, circulación y apropiación social. En la creación están involucrados artistas, grupos y colectivos, que además de crear obras con diferentes estilos, géneros y formas narrativas, generan un conjunto de prácticas sociales en las que "se articulan instituciones, profesiones, prácticas empíricas, disciplinas académicas y públicos, etc"19 En la ciudad hay un dinamismo de creación que el Instituto de las Artes debe estimular y hacer visible, promoviendo la interacción entre los diferentes campos artísticos, incentivando la aparición y desarrollo de nuevos, incrementando la participación de los jóvenes creadores y en general de todos los sectores sociales y fortaleciendo las conexiones entre las prácticas artísticas y los procesos sociales y económicos de la ciudad.

Como se observa en los estudios del Observatorio, en Bogotá existe un amplio y rico tejido de entidades de formación artística con las que el Instituto de las Artes debe trabajar, ya sea en el acceso como en la profundización de la calidad de sus servicios educativos, su diversificación de acuerdo a las necesidades del desarrollo de las artes en la ciudad y su constante actualización. Esta formación está orientada tanto a la educación profesional como a la de los públicos. La circulación es uno de los problemas que suele afectar más directamente el desarrollo de la cultura. En los estudios mencionados se confirma la importancia que tienen los diferentes programas de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte en la circulación de bienes y servicios culturales en la ciudad, en la diversificación y democratización del acceso de los bogotanos y bogotanas al disfrute de ellos, pero también su contribución al afianzamiento de los procesos culturales y artísticos, al fortalecimiento de los actores culturales y a la sostenibilidad de iniciativas y experiencias sobre todo barriales y de las localidades, relacionadas con las diferentes prácticas artísticas.

El Instituto debe promover propuestas que amplíen y cualifiquen la circulación de las artes en los distintos ámbitos territoriales de la ciudad, incrementar las oportunidades de acceso de todos los ciudadanos a las prácticas artísticas, desconcentrar la oferta cultural así como los amoblamientos culturales urbanos, generar redes y circuitos alternos a los comerciales y fortalecer los actores y los procesos que están facilitando una mayor participación pública en el disfrute de la cultura y las artes, entre otros propósitos. La circulación es una oportunidad para el conocimiento y la apropiación de los productos de la creación que se generan en la ciudad, como un escenario social para el reconocimiento, la valoración y el disfrute de las creaciones y las prácticas artísticas de las regiones, la nación y el mundo. Una mayor y mejor circulación de las artes permite la integración de lo local con lo internacional, lo que sin duda enriquece la vida en la ciudad.

Los estudios de la apropiación cultural en Bogotá demuestran los altos porcentajes de recepción de la televisión que ha llegado a tener una cobertura universal y una importante dedicación de horas al día produciéndose de ese modo lo que se ha llamado la "mediatización de la cultura", la relevancia de la música escuchada por la radio o a través de aparatos electrónicos y de espectáculos en vivo y el incremento de la importancia cultural de las nuevas tecnologías, desde Internet hasta la telefonía móvil. Cuando se consultan los porcentajes de asistencia de los bogotanos y bogotanas a otras manifestaciones artísticas se encuentra una jerarquía encabezada por los conciertos de música seguidos por el teatro, las exposiciones de arte y las danzas. Se trata de una apropiación marcada por los perfiles sociodemográficos y en la que tienen vital importancia el nivel socioeconómico, la edad, la educación y en algunos casos el género, y en la que resalta la participación de los jóvenes, las personas con mayor nivel educativo y con mejores ingresos, frente a los pobres, los adultos mayores y los menos educados. El Instituto de las Artes debe tener en cuenta estos procesos de apropiación social de las artes, la conformación de nuevos ecosistemas tecnológicos que están aumentando su participación –individual y doméstica, aunque en algunos casos pública como en el caso de las redes sociales- en la apropiación artística, la hibridación contemporánea de las artes y la necesidad de promover la formación de públicos.

Se propone crear un Instituto de las Artes que centrado en los campos artísticos, promueva la activa interrelación de las prácticas artísticas con las prácticas culturales, los procesos sociales y los diferentes actores y poblaciones que habitan la ciudad. Entre las posibilidades de un Instituto de esta naturaleza están que se le puede dedicar una atención prioritaria a las artes, que puede haber una mejor articulación entre ellas, que es posible prever desarrollos a mediano y largo plazo en cada uno de las áreas artísticas y que puede existir una racionalización presupuestal mayor y más eficiente. Entre los riesgos están, reproducir un modelo tradicional que se ha enriquecido pero que también ha sufrido desgastes, que se le dé una exagerada importancia a las artes canónicas, que se distancie a las artes de otros procesos y prácticas simbólicas/sociales que también son fundamentales en la vida cultural de la ciudad, que se generen feudos y que se dé una importancia secundaria a expresiones experimentales e inclusive críticas de las artes canónicas.

El Instituto de las Artes nace de la necesidad de armonizar los diferentes frentes de acción de las artes que hoy están ubicados en distintas entidades del sector Cultura, Recreación y Deporte. Esta armonización es además de estructural, funcional y técnica, una gran oportunidad para articular la intervención del Distrito Capital en las diferentes prácticas artísticas que se promueven públicamente en la ciudad y orientarlas a partir de la definición de políticas culturales consistentes.

La armonización debe procurar la interacción entre prácticas culturales y prácticas artísticas, incorporar más activamente a las diferentes poblaciones y sectores sociales en la construcción cultural de la ciudad, entrelazar manifestaciones canónicas con expresiones simbólicas innovadoras y experimentales, poner en diálogo los diferentes elementos que componen la diversidad cultural de la ciudad, acrecentar la conversación social y el diálogo no exento de conflictividad entre artistas y otro tipo de creadores culturales, y reubicar, de otro modo, los vínculos entre arte y economía creativa. De esta manera Bogotá podrá contar con una institución flexible, contemporánea y sobre todo permanentemente atenta a los procesos y las transformaciones sociales y culturales que están experimentando la ciudad y viviendo sus ciudadanos.

Los argumentos desarrollados en la primera parte de la exposición de motivos nos ubican en frente de la complejidad de las transformaciones culturales del Distrito Capital y de la necesidad de que un establecimiento público descentralizado se dedique a gestionar las políticas artísticas sin detrimento de un diálogo constante de las diferentes áreas artísticas con la cultura y el patrimonio. Dicho diálogo se impulsa desde la Secretaría como cabeza de sector por medio de un adecuado sistema de planeación sectorial que sirva como marco de referencia de las estrategias sectoriales e institucionales; por medio de un espacio para ese diálogo que es el Comité Sectorial del cual debe emanar todo mecanismo de coordinación interinstitucional para ejecutar la políticas; y por medio de una adecuada articulación de la definición política y estratégica con los sistemas operativos (procesos y procedimientos). La ejecución de las políticas artísticas reclama una justificación política y técnica para la creación del Instituto de las Artes.

Justificación política y técnica

En esta parte pretendemos exponer las razones políticas y técnicas por las cuales se justifica la creación del instituto de las Artes.

La creación del IDARTES responde a necesidades de modernización y mejoramiento de la Administración Pública Distrital. Ella está inspirada en la necesidad de un servicio público oportuno y eficiente en el contexto de una creciente participación social en la toma de decisiones de política en el campo de las artes y en el control de la acción gubernamental para incrementar la gobernabilidad democrática del Distrito Capital y la sostenibilidad del desarrollo y de la ciudad.

Entre los objetivos de la creación del Instituto están consolidar la estructura administrativa y organizativa del Sector Cultura, Recreación y Deporte; unificar el fomento de las actividades artísticas que hoy están en cabeza de la Fundación Gilberto Alzate Avendaño FGAA y de la Orquesta Filarmónica de Bogotá OFB; fomentar el campo de las artes, el cual gana cotidianamente intensidad en el Distrito y proyecta la ciudad en el ámbito regional, nacional e internacional; y profundizar el desarrollo democrático de la ciudad mediante el Sistema Distrital de Arte, Cultura y Patrimonio. Por la naturaleza del Sector CRD y su profunda interacción con millones de habitantes de la ciudad, las políticas sectoriales y el sistema de participación existente contribuyen a mejorar la gobernabilidad de la misma, pues estos factores son generadores de legitimidad, inclusión, equidad y desarrollo sostenible.

Las áreas misionales del IDARTES son artes escénicas (arte dramático, música y danza), literatura, artes visuales (artes plásticas y audiovisuales) y los equipamientos culturales. Esta organización reunifica en el IDARTES la ejecución de la política de las artes; la Orquesta Filarmónica de Bogotá OFB se dedica a proyectar el repertorio sinfónico universal y nacional y la Fundación Gilberto Alzate Avendaño FGAA, como espacio privilegiado de circulación se encarga de desarrollar una propuesta artística y cultural de convocatoria metropolitana que contribuya a consolidar el Centro Histórico como una de las principales centralidades culturales del Distrito Capital de Bogotá.

El contexto anterior nos permite la formulación de una pregunta, cuya respuesta expone diversas razones para crear el Instituto Distrital de las Artes IDARTES:

2.1 ¿Por qué crear el IDARTES?

Porque es una necesidad social y existe la voluntad gubernamental para crearlo. El Instituto Distrital de las Artes IDARTES es una necesidad derivada de la práctica social de los artistas, de su interacción, de la creación y recreación de las actividades artísticas en el mundo cotidiano del territorio y la localidad del Distrito Capital. La necesidad social de crear ese ente gubernamental se materializa en el dinamismo de la creación artística y de sus múltiples expresiones. Las organizaciones gubernamentales se crean para ejecutar políticas públicas cuando la dinámica social y su interacción con el gobierno así lo determinan; tal es el caso de los artistas y el gobierno distrital. Además, la creación del Instituto obedece a una perspectiva gubernamental que se orienta a garantizar los derechos culturales de los habitantes y a convertir al ciudadano en sujeto y objeto de las actividades artísticas, no a desarrollar acciones para asistir a la población citadina llevándoles cultura.

Porque la ejecución de la política requiere un aparato administrativo. La perspectiva en mención tiene implicaciones en el diseño de las políticas artísticas. Concebir las artes como una práctica social en un campo cuya dinámica es el conflicto, es reconocer que en dicho campo cobran vida instituciones, profesiones, disciplinas académicas y públicos en torno de las prácticas de formación, investigación, creación, circulación y apropiación de las artes. Dicho reconocimiento por parte del gobernante y la adopción de políticas públicas para dar respuesta a la complejidad de la práctica artística cotidiana, trae aparejada la necesidad de crear un aparato administrativo encargado de ejecutarlas.

De tal complejidad es la gestión de la política, que es necesario organizar un ente administrativo capaz de prestar los servicios al campo artístico y de esa manera cumplir la finalidad gubernamental de construir una ciudad sostenible y profundizar el desarrollo y el bienestar individual y colectivo de los actores del campo y de la colectividad en la cual se practica de una manera particular la actividad artística. Si una política no se materializa en organización y en procesos y procedimientos técnicos, se torna inocua.

Porque los objetos de la política están dados. En la formulación de lineamientos de política20 para el Sector se establecieron las dimensiones de las áreas artísticas para su fomento y proyección social: formación, investigación, creación, circulación y apropiación. El contenido de la política se materializa en planes, programas y proyectos en cada una de las dimensiones citadas, las cuales son el objeto de la gestión por parte del aparato administrativo público, en este caso, por parte del IDARTES.

La política o las políticas se definen para intervenir la realidad mediante su ejecución; en este caso, por el Instituto, el cual definirá estrategias para la formación artística; para el desarrollo de investigaciones que profundicen el conocimiento de las actividades artísticas en el Distrito Capital; para el fomento de la actividad creadora de los artistas; para la circulación de la creación y de las manifestaciones artísticas en el ámbito territorial y local, en el regional y en el internacional; y para impulsar la apropiación del sentido y significado de las artes y de su simbología; también para incorporar en el desarrollo sostenible el cultivo de nuestros valores y tradiciones artísticas como mecanismos de gratificación existencial.

Dichos objetos se despliegan mediante la puesta en práctica de los procesos rectores de la gestión del campo de las artes: participación, organización, planificación, fomento, información y regulación. Los lineamientos de política han acertado en la definición de los procesos para la gestación y gestión de las políticas. No pueden separarse las dimensiones de los procesos, pues dialogan constantemente y no pueden explicarse ni existir las unas sin los otros. Los procesos tienen sentido en sí mismos en el sistema de participación; éste tiene una gran complejidad por la presencia de actores reales del campo de las artes dotados de intereses y expectativas que tornan conflictiva y dinámica la acción del sistema. Los procesos se dinamizan todos en el sistema de participación.

Además, el diálogo entre los procesos y las dimensiones tiene sentido en la ejecución de la política en la medida en que ellos materializan las dimensiones para hacerlas realidad y éstas impactan los procesos; la interacción es dinámica. Ejemplo: la dimensión formación requiere participación para definir su alcance; es necesario organizar un aparato administrativo para su ejecución; ninguna estrategia de formación puede ejecutarse eficientemente si no se planifica; la formación requiere estrategias de fomento para cualificar el campo; sin información no es posible tener un conocimiento objetivo de la realidad para tomar decisiones sobre formación en el campo de las artes; finalmente, todos estos procesos y dimensiones deben ser objeto de regulación y control para otorgarle posibilidad de ejecución y para que se circunscriba a las finalidades estatales y las expectativas de la colectividad. La misma relación puede hacerse entre las demás dimensiones y los procesos.

Porque se necesita racionalizar el sector. La modernización y mejoramiento de la administración pública distrital demanda la creación del IDARTES. Los beneficios de la creación son varios:

*El Instituto integra todos los lenguajes artísticos bajo una misma tutela institucional y articula el diálogo fluido con el devenir de las artes; esto permite concertar con el Sector la atención de sus demandas y expectativas; a la vez, el gobierno puede visibilizar de una manera más unificada la agenda artística. Esta reintegración es positiva para el sector, pues las responsabilidades se unifican en cuanto al fomento y difusión de los lenguajes que hoy son ejecutados por medio de la Orquesta Filarmónica de Bogotá OFB, encargada de las artes escénicas integradas por arte dramático, música, y danza; y la Fundación Gilberto Alzate Avendaño FGAA encargada de artes plásticas , literatura y audiovisuales.

*El proceso de definición de la política sectorial por parte de la Secretaría halla en el Instituto un espacio de articulación para gestionar más eficientemente la ejecución de las políticas y lograr mayor eficacia de las mismas.

*La creación del Instituto potencia la actividad misional de los entes adscritos de hoy. La FGAA continúa siendo un ente descentralizado con un carácter especializado como espacio de circulación de bienes y servicios culturales. Su carácter de centro cultural de alcance metropolitano le otorga mucha importancia pues coadvuvará en la gestión integral de todas las entidades del sector. Adicionalmente su rol contribuye a consolidar el Centro Histórico como una de las principales centralidades culturales del Distrito Capital de Bogotá.

*El IDARTES se encargará de incorporar la infraestructura especializada con que cuenta y en el futuro contará el Distrito Capital. Será más eficiente el manejo de escenarios debido a que su administración se encarga a un solo ente que puede gestionarlos con estrategias de funcionamiento y programación más articuladas, frente a la diversidad de criterios existentes en la actualidad.

*La creación del IDARTES incrementa la gobernabilidad del sector, puesto que el diálogo entre sus entidades y las organizaciones de artistas por medio del Sistema Distrital de Arte, Cultura y Patrimonio puede ser más coordinado y mejor articulado ente dichas organizaciones y el IDARTES.

*Finalmente, al unificar la ejecución de las políticas artísticas en el Instituto se racionaliza el uso de los recursos y se cualifica el espacio para el diseño de la política y la dirección estratégica sectorial. El concepto de racionalización no necesariamente implica disminución del gasto: en la esfera gubernamental, por tal, suele entenderse: 1. la eficiencia económica como sinónimo de disminución del gasto y de equilibrio fiscal; 2. también alude a la eficacia de las políticas en la medida en que su impacto mejora la calidad de vida, produce bienestar a una comunidad o, en síntesis, es capaz de crear valor público o social, y, 3. la racionalización debemos entenderla en el sentido de la eficiencia técnica, es decir, la capacidad de gestión mediante el uso de tecnologías adecuadas para optimizar el uso de los recursos y la calidad de los productos o servicios para ofrecer un servicio público de calidad.

Los argumentos anteriores sustentan la necesidad de crear una organización institucional para ejecutar la política sectorial de las artes.

. El Instituto contribuye a consolidar el desarrollo institucional del sector

El sector CRD tiene una dinámica muy particular en su funcionamiento. El sistema de participación en el campo de las artes, la cultura y el patrimonio constituye una compleja red de interacciones que se ha ido consolidando para definir de manera democrática las políticas y para su ejecución. Intervienen en dicho sistema actores gubernamentales, servidores públicos, dirigentes políticos, organizaciones sociales, empresarios y, en general, diversos públicos y poblaciones. El crecimiento de la actividad sectorial es notoria y las políticas artísticas son cada vez más relevantes y pertinentes para impulsar la gobernabilidad del Distrito y afianzar la democracia en la administración pública.

La creación del Instituto constituye un instrumento técnico por medio del cual se contribuye a la materialización de un proyecto político que concibe la cultura y las artes como un derecho y reconoce que son elementos fundadores de nuestra nacionalidad en cumplimiento de los mandatos contenidos en los artículos 70 a 72 de la Carta Política. Las artes y la cultura son prácticas sociales que emergen y evolucionan en el seno de la vida cotidiana de los pueblos. En el proceso de desarrollo económico se consolidan como bases fundamentales de una civilización y de la organización social. Las artes y la cultura de los pueblos son elementos constituyentes de su organización como sociedad y contribuyen a moldear su identidad. De la cultura y las artes emergen organizaciones, ya sea porque la primera genera formas organizativas institucionales para producir y vivir, ya porque las segundas simbolizan la cosmogonía de una sociedad y se expresan en organizaciones creadoras que fortalecen y mantienen la identidad cultural. El arte y la cultura se reproducen mutuamente. Por estas y otras razones, se incorporan en las políticas de desarrollo.

El desarrollo institucional del Sector CRD es un proceso por medio del cual los individuos (sean estos artistas, servidores públicos o ciudadanos en general), las organizaciones (sean las instituciones gubernamentales del sector, las agremiaciones de artistas, las organizaciones artísticas, las empresas privadas u otras organizaciones públicas) y la sociedad en general, aumentan sus capacidades (institucionales, organizacionales y gestionarias) y su desempeño en relación con el diseño e implementacion de las políticas artísticas, con los recursos disponibles para llevarlas a cabo y con las variables del contexto.

La creación del Instituto contribuye al desarrollo institucional del Sector CRD y de la administración pública distrital en general, por varias razones:

*El ente a crear articula la gestión de las diferentes áreas artísticas: expresiones musicales (excepto la música académica y opera, la cual estará a cargo de la Orquesta Filarmónica de Bogotá OFB), la danza, el arte dramático, la literatura, las artes plásticas y las audiovisuales. Al hacerlo, se incrementa la capacidad de desempeño sectorial, se cumplen las metas de manera articulada en una sola institución y se pueden gestionar las relaciones interinstitucionales y con el contexto a partir de una organización gubernamental que integra la ejecución de las políticas de las artes.

*La interlocución directa entre el IDARTES y el Sistema Distrital de Arte, Cultura y Patrimonio hace más eficiente la ejecución de las políticas sectoriales de las artes y más eficaz su impacto social.

*En el Instituto cobran mayor vitalidad los procesos definidos para gestionar el campo de las artes: participación, organización, planeación, fomento, información y regulación. A través de éstos se llevarán a cabo las dimensiones establecidas para las artes, las cuales a su vez son los objetos para definir políticas artísticas sectoriales: en investigación, en formación, en circulación, en creación y en apropiación.

*La dinámica de interacción entre el IDARTES y el Sistema Distrital de Arte Cultura y Patrimonio propicia mecanismos de control más eficaces y una relación directa entre los diferentes consejos constituyentes del sistema y el ente ejecutor.

*El desarrollo institucional del sector es muy importante en la construcción de conceptos y valores acerca del arte como algo que se puede compartir en espacios públicos y corresponde a todos. En este camino, para los diferentes actores es posible construir colectivamente normas y reglas de comportamiento, sistemas de organización e ideas y valores.

*La interacción entre el IDARTES y el Sistema Distrital de Arte, Cultura y patrimonio consolida reglas democráticas en el proceso de definición y ejecución de las políticas artísticas mediante la concertación y la cooperación; además, desarrolla la esfera pública tan importante en el afianzamiento de una administración pública incluyente.

*La articulación de las políticas en el Instituto de las Artes fortalece la eficiencia económica, la eficacia de las políticas artísticas y la efectividad organizativa del Sector Cultura Recreación y Deporte.

*Por la vía de este fortalecimiento institucional se impulsa la transparencia en la gestión, la cual surge de la participación decisoria, el control ciudadano, la construcción de agendas públicas y la rendición de cuentas.

El desarrollo institucional es multidimensional y es instrumental. Multidimensional porque implica individuos, organizaciones y sistemas sociales, los cuales interactúan en el sector Cultura Recreación y Deporte SCRD y en la administración Pública Distrital. Es instrumental porque la materialización de fines gubernamentales demanda procesos institucionales para definir estrategias sectoriales e institucionales, procedimientos para operar las políticas, instrumentos técnicos para intervenir la realidad, utilización de métodos y práctica de tareas.

En el desarrollo institucional la normatividad juega un papel muy importante en la eficacia de la política, en la eficiencia económica y en la efectividad de las organizaciones. Por un lado tenemos la normatividad social, la cual se relaciona con usos, valores, imaginarios y costumbres que resultan determinantes en el comportamiento de las personas y en la cultura de la organización. Por otro lado, tenemos la normatividad jurídica que establece las competencias de las organizaciones y distribuye los ámbitos de decisión política en la administración pública. A este ordenamiento jurídico haremos alusión enseguida para esclarecer el sentido que en el sector tiene cada una de las entidades que lo conforman.

3. El entorno jurídico-normativo

El análisis jurídico busca describir la dinámica de la reforma de 2006 y la manera como se distribuyeron las competencias entre las entidades que conforman el Sector CRD.

3.1. Estructura administrativa del Distrito Capital de Bogotá

A través del Acuerdo 257 del 30 de noviembre de 2006 el Concejo de Bogotá dictó las normas básicas sobre la estructura, organización y funcionamiento general de la administración distrital, y fijó los principios con sujeción a los cuales debe ejercerse la función administrativa en el Distrito Capital de Bogotá21, orientados a "garantizar la efectividad y materialización de los derechos humanos sean ellos individuales o colectivos, propiciar la participación social en las decisiones públicas y lograr la integración dinámica entre la Administración Distrital y los habitantes del Distrito Capital", según reza el artículo 3 ibídem.

De otra parte, con este mismo propósito y para garantizar, además, el adecuado cumplimiento de las funciones y la eficiente prestación de los servicios a cargo de la Administración Distrital, el citado Acuerdo estableció las siguientes modalidades a través de las cuales se desplegará la acción administrativa en el Distrito Capital: descentralización funcional o por servicios; desconcentración; delegación de funciones; asignación y distribución de funciones; ejercicio de funciones administrativas por particulares; y juridicidad de las competencias.

En los términos del mencionado Acuerdo 257 de 2006, la estructura administrativa del Distrito Capital de Bogotá quedó conformada por el sector central, el sector descentralizado, funcionalmente o por servicios, y el sector de las localidades; el control político de estas entidades está a cargo del Concejo.

En este orden de ideas, el sector central quedó integrado por:

*El Despacho del Alcalde Mayor

*Los Consejos Superiores de la Administración Distrital

*Las Secretarías de Despacho

*Los Departamentos Administrativos; y

*Las Unidades Administrativas Especiales sin personería jurídica

El sector descentralizado funcionalmente o por servicios quedó integrado por:

*Los Establecimientos Públicos

*Las Unidades Administrativas Especiales con Personería Jurídica

*Las Empresas Industriales y Comerciales del Estado

*Las Empresas Sociales del Estado

*Las Empresas de Servicios Públicos Domiciliarios Oficiales

*Las Sociedades de Economía Mixta

*Las Sociedades entre entidades públicas

*Las Entidades Descentralizadas Indirectas; y

*Los Entes Universitarios Autónomos

El sector de las localidades22 del cual hacen parte las Juntas Administradoras con sus respectivos Alcaldes.

En este contexto, es preciso anunciar que una vez el Honorable Concejo de la ciudad cree la nueva entidad, se hace necesaria la expedición de un decreto con el fin de reglamentar lo dispuesto en el Acuerdo y con el fin de redistribuir las funciones al interior del Sector Cultura, Recreación y Deporte, funciones que fueron asumidas por algunas de sus entidades mediante el traslado que se les hiciera de los respectivos proyectos de inversión. Esta redistribución de funciones tendrá como marco jurídico las competencias básicas y la misión de cada una de las entidades que componen el sector y obedecen a la necesidad de delimitar con precisión sus ámbitos de acción sectorial.

En el mismo sentido se gestionará ante las juntas o consejos directivos de las entidades adscritas al sector los ajustes en sus funciones mediante la expedición de los respectivos acuerdos.

3.2. Sector Cultura, Recreación y Deporte –SCRD-

Uno de los Sectores Administrativos de Coordinación creados por el Acuerdo 257 de 2006 es el de Cultura, Recreación y Deporte, cuya misión, según el artículo 90 ibídem, es "garantizar las condiciones para el ejercicio efectivo, progresivo y sostenible de los derechos a la cultura, a la recreación y al deporte de los habitantes del Distrito Capital, así como fortalecer los campos cultural, artístico, patrimonial y deportivo".

Mediante los artículos 91 y 94, el mencionado Acuerdo transforma el Instituto Distrital de Cultura y Turismo en la Secretaría Distrital de Cultura, Recreación y Deporte como un organismo del sector central con autonomía administrativa y financiera que tiene por objeto "orientar y liderar la formulación concertada de políticas, planes y programas en los campos cultural, patrimonial, recreativo y deportivo del Distrito Capital en coordinación con la Secretaría Distrital de Planeación y con la participación de las entidades a ella adscritas y vinculadas y la sociedad civil".

El cumplimiento de dicho objeto se logra a través de las siguientes funciones básicas:23

  1. Formular estrategias para garantizar la conservación y enriquecimiento de la creación y expresiones culturales propias de la ciudad diversa en su conformación étnica, socio cultural e histórica.

  2. Diseñar estrategias de divulgación y conservación del patrimonio cultural tangible e intangible.

  3. Velar por el ejercicio del deporte en sus manifestaciones recreativas, competitivas y autóctonas en pro de la formación de las personas y la preservación del desarrollo de una mejor salud en el ser humano.

  4. Formular mecanismos para lograr la participación de los ciudadanos y ciudadanas en programas recreativos y deportivos en desarrollo del derecho constitucional que le asiste a todas las personas para la práctica del deporte y el aprovechamiento del tiempo libre.

  5. Formular estrategias para garantizar la formación y apoyo integral a los deportistas.

  6. Impulsar la formación y gestión de actividades y programas artísticos, culturales, deportivos y de alto rendimiento, acorde con los planes sectoriales y con el plan de desarrollo económico y social y de obras públicas del Distrito Capital.

  7. Formular políticas, vigilar y supervisar la correcta administración y funcionamiento de los sistemas distritales de cultura de parques y de escenarios distritales, recreativos y deportivos.

  8. Orientar el desarrollo, fomento y difusión del repertorio sinfónico nacional y universal por parte de la Orquesta Filarmónica de Bogotá.

  9. Coordinar la ejecución de las políticas, planes y programas en los campos cultural, patrimonial, recreativo y del deporte que desarrollen las entidades adscritas y vinculadas y las localidades.

  10. Gestionar la ejecución de las políticas, planes y proyectos culturales y artísticos, con el fin de garantizar el efectivo ejercicio de los derechos culturales y fortalecer los campos cultural, artístico, patrimonial y deportivo.

  11. Ejercer seguimiento, vigilancia y control sobre la debida ejecución de los planes de gestión de las entidades del sector.

  12. Formular, orientar y coordinar políticas que propicien y consoliden la conformación y permanencia de los clubes, escuelas, ligas o asociaciones solidarias de deportistas.

  13. Promocionar actividades recreativas e impulsar masivamente la practica deportiva no competitiva prioritariamente para los niños, jóvenes y adultos mayores.

  14. Priorizar en la inversión la construcción de parques con escenarios deportivos y recreativos.

  15. Promover e impulsar estrategias que garanticen el desarrollo del arte y estímulos para los artistas.

  16. Promover el reconocimiento público a los deportistas de alta figuración y rendimiento que representen a nuestra ciudad en las gestas deportivas.

  17. Formular, ejecutar y coordinar con la Secretaria Ambiental, los programas, proyectos y acciones para la conservación, preservación y recuperación del componente de la estructura ecológica principal parques urbanos.

  18. Impulsar estrategias para garantizar el desarrollo de expresiones artísticas que interpreten la diversidad cultural de los habitantes del Distrito Capital.

  19. Impulsar la formación y gestión de actividades y programas artísticos, culturales, deportivos y de alto rendimiento para la población con algún grado de discapacidad.

El Sector Cultura, Recreación y Deporte quedó integrado por la Secretaría Distrital de Cultura, Recreación y Deporte, como cabeza del mismo, con las siguientes entidades:

Adscritas:

*Establecimiento público: Instituto Distrital del Patrimonio Cultural –IDPC.

*Establecimiento público: Orquesta Filarmónica de Bogotá. OFB

*Establecimiento público: Fundación Gilberto Alzate Avendaño. FGAA.

*Establecimiento público: Instituto Distrital de Recreación y Deporte –IDRD.

Vinculada:

*Sociedad Pública: Canal Capital

Instituto Distrital del Patrimonio Cultural –IDPC-

Esta entidad surge de la transformación de la Corporación La Candelaria. Mediante el artículo 95 del Acuerdo 257 de 2006 del Concejo de Bogotá se creó el Instituto Distrital del Patrimonio Cultural como establecimiento público, con personería jurídica, patrimonio independiente y autonomía administrativa y financiera.

Para el efecto, el Instituto cumple las siguientes funciones básicas:

  1. Gestionar la ejecución de políticas, planes, programas y proyectos para la protección, intervención, investigación, promoción y divulgación del patrimonio cultural tangible e intangible y de los bienes y servicios de interés cultural del Distrito Capital.

  2. Dirigir y supervisar el cumplimiento de las normas urbanísticas y arquitectónicas de conformidad con el Plan de Ordenamiento Territorial de Bogotá en lo concerniente a los bienes de interés cultural del orden distrital, declarados o no como tales.

  3. Elaborar el inventario de monumentos conmemorativos y objetos artísticos localizados en el espacio público y promover la declaratoria como bienes de interés cultural de aquellos que lo ameriten.

El objeto definido por el Acuerdo 257 de 2006 para el IDPC es el siguiente:

"La ejecución de políticas, planes y proyectos para el ejercicio efectivo de los derechos patrimoniales y culturales de los habitantes del Distrito Capital, así como la protección, intervención, investigación, promoción y divulgación del patrimonio cultural tangible e intangible y de los bienes de interés cultural del Distrito Capital".

Con la creación del Instituto de las Artes, el IDPC continuará gestionando la ejecución de la política sectorial en los campos del patrimonio cultural tangible e intangible con sujeción al objeto establecido en el Acuerdo 257 de 2006.

Por su parte, le corresponderá al IDARTES la gestión de todas las expresiones artísticas de las poblaciones en las dimensiones de la investigación, la formación, la creación, la circulación y la apropiación.

Si bien es cierto que el IDARTES no desarrollará funciones relativas a las expresiones culturales de las poblaciones, es indispensable un diálogo permanente entre el campo de las artes, el campo del patrimonio y el campo de la cultura, ya que los tres interactúan en la vida cotidiana del territorio y las localidades del Distrito Capital. Además, desde la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte se ejercerá la orientación política encargada de mantener ese diálogo constante y se diseñarán los mecanismos de coordinación para garantizar la eficacia de las políticas.

Establecimiento público Orquesta Filarmónica de Bogotá –OFB-

Esta entidad fue creada por el Concejo de Bogotá en 1967 a través del Acuerdo 71 como un organismo autónomo descentralizado, con patrimonio propio y hasta la reforma administrativa de 2006 se dedicaba a la difusión del repertorio sinfónico universal y nacional y a proyectar la Orquesta en el contexto regional y nacional.

En el Acuerdo 257 de 2006 nada se estableció en relación con el objeto y las funciones básicas de la OFB; las funciones que actualmente ejerce este Instituto son las que su Consejo Directivo le fijó mediante el Acuerdo 003 de 2007 para cumplir con las responsabilidades derivadas de la transferencia que se le hiciera de los proyectos de inversión para la ejecución de las políticas en las siguientes áreas artísticas: teatro, música y danza.

Dichas funciones se enuncian a continuación:

*Participar en la definición concertada de las políticas sectoriales de los campos de su competencia, orientadas a garantizar y restablecer los derechos culturales y a la cultura y contribuir al desarrollo de una cultura de los derechos.

*Ejecutar de manera concertada las políticas, planes y programas propios de su objeto social.

*Definir, coordinar y hacer seguimiento de las estrategias, planes y proyectos que permitan el cumplimiento de su misión.

*Proyectar la imagen cultural de la ciudad.

*Desarrollar, fomentar y difundir el repertorio sinfónico nacional y universal.

*Ejecutar estrategias para garantizar el desarrollo de las expresiones artísticas de su competencia que interpreten la diversidad cultural de los habitantes del Distrito Capital.

*Promover la participación ciudadana en formulación y seguimiento de sus proyectos y programas; y garantizar el funcionamiento de los espacios de concertación, las instancias y los procesos del Sistema Distrital de Cultura en sus respectivas áreas.

*Promover el acceso y la apropiación de los habitantes de sus programas y servicios culturales.

*Administrar su talento humano y sus recursos financieros, físicos, tecnológicos y los escenarios culturales a su cargo.

*Gestionar ante las entidades públicas y privadas, la colaboración y la consecución de los recursos para el desarrollo de sus actividades.

*Realizar las actividades necesarias para el fomento, la organización, la participación, información, planeación y regulación propias de las distintas dimensiones de las artes escénicas.

*Rendir los informes sobre el desarrollo de sus funciones.

*Las demás funciones que le sean asignadas y correspondan a su naturaleza.

Con la creación del IDARTES, la OFB mantendrá la naturaleza jurídica de establecimiento público y le corresponderá gestionar las políticas relacionadas con la música académica y ópera y la proyección de la Orquesta en los ámbitos regional, nacional e internacional. Esta Institución ha adquirido renombre nacional e internacional y se ha convertido en un símbolo de la cultura distrital, lo cual amerita su conservación y fortalecimiento.

Dentro de este orden de cosas, la ejecución de las políticas relacionadas con las demás expresiones musicales estará a cargo del IDARTES, al igual que las atinentes a la danza y al teatro.

En adelante, la OFB cumplirá las siguientes funciones:

  1. Participar en el proceso de formulación concertada de las políticas distritales que orienta y lidera la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte en el área de música sinfónica, académica y canto lírico.

  2. Ejecutar las políticas, planes, programas y proyectos para el desarrollo de la música sinfónica, académica y el canto lírico en las dimensiones de formación, creación, investigación, circulación y apropiación en el Distrito Capital.

  3. Ejecutar las políticas, planes, programas y proyectos orientados a fortalecer los procesos de participación, planeación, fomento, organización, información y regulación de la música sinfónica, académica y canto lírico en el Distrito Capital, en consonancia con las políticas del sector.

  4. Ejecutar las políticas, planes, programas y proyectos para fortalecer la presencia de la Orquesta Filarmónica de Bogotá como agrupación sinfónica en los ámbitos territorial y local del Distrito Capital, así como en los ámbitos nacional e internacional, en consonancia con las políticas del sector.

  5. Promover el acceso y apropiación de los servicios culturales y programas que ofrezca la Orquesta Filarmónica de Bogotá entre los habitantes del Distrito Capital.

  6. Diseñar y ejecutar las políticas, planes, programas y proyectos que garanticen el desarrollo y el fomento de las expresiones de la música sinfónica, académica y el canto lírico que interpreten la diversidad cultural de los habitantes del Distrito Capital, en consonancia con las políticas del sector.

  7. Desarrollar, fomentar, difundir y proyectar el repertorio sinfónico nacional y universal en los ámbitos territorial y local del Distrito Capital, así como en los ámbitos nacional e internacional.

  8. Garantizar el funcionamiento y programación de los equipamientos culturales a su cargo.

  9. Garantizar los dispositivos para la adecuada producción técnica y logística de los planes, programas y proyectos de la Orquesta Filarmónica de Bogotá.

  10. Diseñar estrategias para asegurar la gestión y promoción de recursos públicos y privados que permitan el adecuado desarrollo de los planes, programas y proyectos de la Orquesta Filarmónica de Bogotá.

  11. Definir y ejecutar estrategias para cualificar y proyectar el desarrollo profesional de la planta artística de la Orquesta Filarmónica de Bogotá.

  12. Proyectar la imagen cultural del Distrito Capital a través de la difusión de la música sinfónica interpretada por la Orquesta Filarmónica de Bogotá bajo el criterio de excelencia artística.

  13. Administrar los bienes que integran el patrimonio de la Orquesta Filarmónica de Bogotá.

  14. Las demás que le sean asignadas en cumplimiento de su misión.

Establecimiento público Fundación Gilberto Alzate Avendaño –FGAA-

Fue creado por el Concejo de Bogotá mediante el Acuerdo 12 de 1970 como una entidad "con personería jurídica y patrimonio propio, sin ánimo de lucro y con carácter netamente cultural", según lo dispuso en el artículo 1º.

El artículo 4º ordenó, para el funcionamiento de la sede de la Fundación, la adquisición de un inmueble en el barrio La Candelaria la cual debía se restaurada en "estilo colonial y dedicarla a fines culturales".

También dispuso el acto de creación que "para el cumplimiento de los objetivos culturales de la Fundación Gilberto Alzate Avendaño en ella deberá instalarse una biblioteca pública; una sala de exposiciones; una sala de conciertos de música de cámara; una sala de conferencia y un museo con piezas que pertenecieran al doctor Alzate. Igualmente funcionarán allí las sedes de la Orquesta Filarmónica de Bogotá y del Fondo de Desarrollo Popular y Deportivos y de Cultura del Distrito".

Antes de la reforma administrativa de 2006, la Fundación se dedicaba a la adopción, integración, coordinación y financiación de programas dirigidos al fomento y desarrollo de la cultura, según lo dispuso su Junta Directiva a través del Acuerdo 1 de 1973, modificado 002 de 1999 y 004 de 2001. De este último Acuerdo emanan las siguientes funciones:

*1. Contribuir al desarrollo artístico de las artes plásticas, las artes musicales, las artes escénicas y demás expresiones artísticas mediante la definición de políticas y estrategias de fomento, investigación, divulgación, formación y preservación.

*2. Formular políticas, promover, apoyar y/o coordinar la ejecución de planes y programas culturales en el área del Distrito Capital de Santa Fe de Bogotá, asequibles a todos los sectores de la población.

*3. Administrar los escenarios culturales a su cargo, de modo que dentro de criterios de esparcimiento para los ciudadanos permitan ingresos de taquilla para atender a su mantenimiento y mejoramiento.

*4. Estimular la promoción y ascenso de artistas y autores nacionales mediante la creación de premios y la realización de concursos.

*5. Coordinar con las demás entidades que promueven y desarrollan la cultura, todas las acciones que se estimen necesarias para el cumplimiento de sus fines.

*6. Administrar las piezas que integran la colección histórica y cultural de la Fundación Gilberto Alzate Avendaño, pertenecientes al Doctor Gilberto Alzate Avendaño.

*7. Administrar los bienes que integran el patrimonio de la Fundación Gilberto Alzate Avendaño.

*8. Las demás que le asignen legalmente el Concejo Distrital y el Alcalde Mayor de Santa Fe de Bogotá.

Tal como ocurrió con la Orquesta Filarmónica de Bogotá, en el Acuerdo 257 de 2006 tampoco se hizo alusión al objeto y a las funciones básicas de la Fundación Gilberto Alzate Avendaño. No obstante, a partir de la reforma administrativa dispuesta por el Acuerdo 257, la FGAA asumió la ejecución de las políticas que tienen que ver con la literatura, las artes plásticas y las audiovisuales con motivo de la transferencia que se le hizo de los respectivos proyectos de inversión.

Al entrar en funcionamiento el IDARTES, es necesario conservar la FGAA como una entidad descentralizada del Distrito, con la naturaleza de establecimiento público. La Fundación debe especializarse como un espacio de circulación de las manifestaciones artísticas del Distrito Capital; por su naturaleza debe ser un espacio de despliegue de las estrategias que desarrolle el IDARTES en las diferentes áreas artísticas; en este sentido la FGAA (...) está llamada a inculcar la tentación de la cultura y a propiciar el encuentro (...) de este encuentro puede nacer una familiaridad, un choque, una pasión, otro modo de enfrentar su propia condición (...)24 (subrayado nuestro).

La Fundación es una institución patrimonial de la cultura del Distrito, pues ha constituido un espacio democratizador de las manifestaciones culturales; su carácter polivalente alberga diversidad de manifestaciones y allí se fortalece y recrea la actividad cultural y artística de la comunidad. La Fundación es también un espacio de reflexión de la cultura política. Este rol encaja muy oportunamente con la creación y puesta en marcha del IDARTES; mientras éste se encarga de fomentar las artes en desarrollo de la política pública distrital en ese campo en las dimensiones formación, investigación, creación, circulación y apropiación, la Fundación como centro cultural desarrolla una propuesta artística y cultural de convocatoria metropolitana que contribuya a consolidar el centro histórico como una de las principales centralidades culturales del Distrito Capital.

El rol político de la Fundación como abono a la gobernabilidad Distrital es muy importante. Los individuos, los grupos y poblaciones que transitan por allí se consolidan como objetos y sujetos de derechos culturales y de construcción de ciudadanía. El lenguaje del arte es una manera diferente de ver el mundo y de explicarlo; la Fundación, como Centro Cultural en el corazón histórico de Bogotá se convierte en un eje de encuentro, solidaridad, convivencia, cualificación de organizaciones sociales artísticas y, por tanto, constructor de tejido social y desarrollo de lo público. No puede construirse tejido social ni desarrollo de lo público sin el diálogo entre los individuos y las colectividades con el Estado-gobierno.

Con la anterior perspectiva, mientras el IDARTES asumirá la gestión de las políticas públicas en las diferentes áreas artísticas, la FGAA fungirá como espacio de circulación de las artes.

Las funciones de la FGAA serían las siguientes:

  1. Participar en el proceso de formulación concertada de las políticas distritales que orienta y lidera la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte en los campos del arte, la cultura y el patrimonio.

  2. Ejecutar las políticas, planes, programas y proyectos enfocados a desarrollar una programación cultura y artística permanente.

  3. Ejecutar las políticas, planes, programas y proyectos acordes con su misión y relacionados con el fomento y circulación a las artes plásticas y visuales, tales como concursos y salones de convocatoria pública nacional y ajustarlos regularmente a las prácticas y requerimientos del campo.

  4. Garantizar el acceso de la ciudadanía a su colección artística conformada por obras adquiridas, donados o recibidas a través de los premios de adquisición de sus salones concurso.

  5. Diseñar y ejecutar programas orientados a incentivar la apropiación del conocimiento de la historia y la política internacional, nacional y distrital y gestionar el desarrollo de debates, foros y eventos para promover la conciencia democrática en el distrito capital.

  6. Ejecutar las políticas, planes, programas y proyectos que articulen la misión de la Fundación Gilberto Alzate Avendaño FGAA con los (órdenes) ámbitos regional, nacional e internacional.

  7. Diseñar y ejecutar estrategias para fortalecer la presencia de la Fundación Gilberto Alzate Avendaño en los ámbitos territorial y local del Distrito Capital, en consonancia con las políticas del sector.

  8. Diseñar y ejecutar estrategias que garanticen el desarrollo de las expresiones que interpreten la diversidad cultural de los habitantes del distrito capital.

  9. Garantizar el funcionamiento y programación de los equipamientos culturales a su cargo.

  10. Diseñar las estrategias para asegurar la gestión y promoción de recursos públicos y privados que permitan el adecuado desarrollo de sus planes, programas y proyectos.

  11. Coordinar con las entidades del Sector Cultura, Recreación y Deporte todas las acciones que se estimen necesarias para el cumplimiento de sus fines.

  12. Promover el acceso y apropiación por parte de los habitantes del Distrito Capital de los programas y servicios culturales que ofrezca la Fundación Gilberto Alzate Avendaño.

  13. Administrar los bienes que integran el patrimonio de la Fundación Gilberto Alzate Avendaño.

  14. Garantizar los dispositivos para la adecuada producción técnica y logística de los planes, programas y proyectos de la Fundación Gilberto Alzate Avendaño.

  15. Las demás que le sean asignadas en cumplimiento de su misión.

Analizado lo anterior, es claro que con la creación del IDARTES no se presentarán duplicidades entre las entidades que conforman el Sector Cultura, Recreación y Deporte en la ejecución de las políticas en las diferentes áreas artísticas. Por el contrario, se puede percibir una clara definición de las competencias propiciadoras de un diseño organizacional eficiente para una gestión eficaz de las políticas.

Sobre la base de las anteriores consideraciones se propone la creación del InstitutoDistrital de las artes, IDARTES, como un establecimiento público adscrito a la Secretaría Distrital de Cultura, Recreación y Deporte que tendrá el siguiente objeto y funciones básicas.

Objeto

La ejecución de políticas, planes, programas y proyectos para el ejercicio efectivo de los derechos culturales de los habitantes del Distrito Capital, en lo relacionado con la formación, creación, investigación, circulación y apropiación de las áreas artisticas de literatura, artes plásticas, artes audiovisuales, arte dramático, danza y música, a excepción de la música sinfónica, académica y el canto lírico.

Funciones

a). Participar en el proceso de formulación concertada de las políticas distritales que orienta y lidera la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte en el campo de las artes.

b). Ejecutar las políticas, planes, programas y proyectos para la formación, creación, investigación, circulación y apropiación de la literatura,las artes plásticas, las artes audiovisuales, el arte dramático, la danza y la música, exceptuando la música sinfónica, académica y el canto lírico en el Distrito Capital.

c). Diseñar y ejecutar estrategias que garanticen el desarrollo de las expresiones artísticas que interpreten la diversidad cultural de los habitantes del distrito capital.

d). Ejecutar las políticas, planes, programas y proyectos orientados a fortalecer los procesos de participación, planeación, fomento, organización, información y regulación del campo de las áreas artisticas de literatura, artes plásticas, artes audiovisuales, arte dramático, danza y música, a excepción de la música sinfónica, académica y el canto lírico.

e). Ejecutar las políticas, planes, programas y proyectos que articulen el campo de las áreas artisticas de literatura, artes plásticas, artes audiovisuales, arte dramático, danza y música, a excepción de la música sinfónica, académica y el canto lírico, con los órdenes regional, nacional e internacional así como desde la perspectiva territorial, local y poblacional del Distrito Capital, en consonancia con las políticas del sector.

f). Administrar los escenarios culturales de su propiedad, así como los demás que llegaren a ser de su propiedad y garantizar el funcionamiento y programación de los equipamientos a su cargo.

g). Asegurar la producción técnica y logística para el correcto funcionamiento de los planes, programas y proyectos del Instituto Distrital de las Artes.

h). Diseñar las estrategias para asegurar la promoción y gestión de recursos públicos y privados que permitan el adecuado desarrollo de los planes, programas y proyectos del instituto Distrital de las Artes cuando se considere necesario.

i). Las demás que le sean asignadas y que correspondan a su misión.

SAMUEL MORENO ROJAS

CATALINA RAMIREZ VALLEJO

Alcalde Mayor de Bogotá, D.C.

Secretaria de Cultura, Recreación y Deporte

ACUERDO _________DE 2010

()

"Por el cual se crea el Instituto Distrital de las Artes

-IDARTES-"

EL CONCEJO DE BOGOTA, D.C.

En ejercicio de sus facultades constitucionales y legales, en especial de las conferidas por los artículos 12, numeral 9; y 55 del Decreto Ley 1421 de 1993,

ACUERDA:

ARTÍCULO 1º. Creación del Instituto Distrital de las Artes. Créase el Instituto Distrital de las Artes –IDARTES-.

ARTÍCULO 2º. Naturaleza, objeto, funciones básicas y sede del Instituto Distrital de las Artes. El Instituto Distrital de las Artes es un establecimiento público del orden distrital, con personería jurídica, autonomía administrativa y financiera, y patrimonio propio, adscrito a la Secretaría Distrital de Cultura, Recreación y Deporte, de cuyo sector hará parte integrante.

El objeto del Instituto de las Artes es la ejecución de políticas, planes, programas y proyectos para el ejercicio efectivo de los derechos culturales de los habitantes del Distrito Capital, en lo relacionado con la formación, creación, investigación, circulación y apropiación de las áreas autísticas de literatura, artes plásticas, artes audiovisuales, arte dramático, danza y música, a excepción de la música sinfónica, académica y el canto lírico.

Para el cumplimiento de su objeto, cumplirá las siguientes funciones básicas:

a). Participar en el proceso de formulación concertada de las políticas distritales que orienta y lidera la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte en el campo de las artes.

b). Ejecutar las políticas, planes, programas y proyectos para la formación, creación, investigación, circulación y apropiación de la literatura, las artes plásticas, las artes audiovisuales, el arte dramático, la danza y la música, exceptuando la música sinfónica, académica y el canto lírico en el Distrito Capital.

c). Diseñar y ejecutar estrategias que garanticen el desarrollo de las expresiones artísticas que interpreten la diversidad cultural de los habitantes del distrito capital.

d). Ejecutar las políticas, planes, programas y proyectos orientados a fortalecer los procesos de participación, planeación, fomento, organización, información y regulación del campo de las áreas artísticas de literatura, artes plásticas, artes audiovisuales, arte dramático, danza y música, a excepción de la música sinfónica, académica y el canto lírico.

e). Ejecutar las políticas, planes, programas y proyectos que articulen el campo de las áreas artísticas de literatura, artes plásticas, artes audiovisuales, arte dramático, danza y música, a excepción de la música sinfónica, académica y el canto lírico, con los órdenes regional, nacional e internacional así como desde la perspectiva territorial, local y poblacional del Distrito Capital, en consonancia con las políticas del sector.

f). Administrar los escenarios culturales de su propiedad, así como los demás que llegaren a ser de su propiedad y garantizar el funcionamiento y programación de los equipamientos a su cargo.

g). Asegurar la producción técnica y logística para el correcto funcionamiento de los planes, programas y proyectos del Instituto Distrital de las Artes.

h). Diseñar las estrategias para asegurar la promoción y gestión de recursos públicos y privados que permitan el adecuado desarrollo de los planes, programas y proyectos del instituto Distrital de las Artes cuando se considere necesario.

i). Las demás que le sean asignadas y que correspondan a su misión.

La sede del Instituto Distrital de las Artes es el Distrito Capital de Bogotá.

ARTÍCULO 3º. Dirección del Instituto Distrital de las Artes. La dirección del Instituto Distrital de las Artes estará a cargo del Consejo Directivo y del Director o la Directora General.

El Consejo Directivo estará conformado por el Alcalde o Alcaldesa Mayor o su delegado (a), quien la presidirá, y cuatro (4) miembros designados por el Alcalde o Alcaldesa Mayor.

El Director o la Directora General del Instituto hará parte del Consejo Directivo, con voz pero sin voto.

Los miembros del Consejo Directivo tomarán posesión ante el Alcalde o Alcaldesa Mayor y su actuación se regirá por lo dispuesto en los artículos 57 y 58 del Decreto 1421 de 1993 y el Reglamento Interno que el mismo establezca.

El Consejo Directivo sesionará cuando lo convoque su Presidente (a) o el Director o la Directora General del Instituto.

PARÁGRAFO. Los actos que expida el Consejo Directivo se denominarán Acuerdos.

ARTÍCULO 4º. Funciones del Consejo Directivo del Instituto Distrital de las Artes. Son funciones del Consejo Directivo del Instituto Distrital de las Artes:

a. Formular la política general de la entidad en concordancia con el Plan de Desarrollo Económico, Social y de Obras Públicas del Distrito Capital y el Plan de Ordenamiento Territorial.

b. Aprobar los planes, programas, proyectos y presupuesto del Instituto, así como las modificaciones que se hagan a los mismos, de acuerdo con las disposiciones distritales vigentes sobre el tema y que sean de su competencia de acuerdo con su reglamento.

c. Adoptar y modificar los estatutos del Instituto.

d. Evaluar la gestión del Instituto, con base en los informes que le presente el Director o la Directora General.

e. Determinar la estructura administrativa del Instituto y señalar las funciones básicas de cada una de sus dependencias.

f. Adoptar la planta de empleos y el manual específico de funciones, requisitos y competencias laborales; fijar la escala de remuneración de las diferentes categorías de empleos y emolumentos de los servidores y servidoras de la entidad, de acuerdo con la política que para el efecto establezca el CONFIS Distrital; con base en esta facultad, no podrá crear obligaciones que excedan el monto global fijado para gastos de personal en el presupuesto inicialmente aprobado para la entidad.

g. Darse su propio reglamento; y

h. Las demás que le sean asignadas por normas legales o estatutarias vigentes.

ARTÍCULO 5º. Director o Directora General del Instituto Distrital de las Artes. El Director o la Directora General del Instituto, para todos los efectos legales, será el representante legal de la entidad. El empleo tiene el carácter de libre nombramiento y remoción y su designación corresponde al Alcalde o Alcaldesa Mayor de Bogotá.

El Director o la Directora General del Instituto Distrital de las Artes ejercerá las siguientes funciones:

a. Dirigir, coordinar y controlar las actividades de la entidad, en concordancia con las políticas que trace el Consejo Directivo y con el objeto del Instituto.

b. Expedir los actos administrativos, realizar las operaciones y celebrar los contratos que se requieran para el buen funcionamiento del Instituto, de acuerdo con las normas vigentes.

c. Aprobar los planes, programas y proyectos de gestión interna diseñados por las dependencias y presentarlos para aprobación del Consejo Directivo.

d. Crear grupos de trabajo cuando así se requiera por la complejidad y diversidad de las funciones, para hacer más eficiente la organización y la gestión y asignar las funciones de coordinación a quienes ostenten derechos de carrera.

e. Expedir las reglamentaciones y definir las funciones, procesos y procedimientos que requiera la organización institucional.

f. Evaluar y controlar las actividades realizadas y velar por la buena marcha de la organización.

g. Distribuir el personal en las diferentes dependencias de la entidad, de acuerdo con sus necesidades

h. Someter a consideración del Consejo Directivo las modificaciones de los estatutos que sean pertinentes para el buen funcionamiento de la entidad.

i. Presentar al Consejo Directivo informes sobre la ejecución de las políticas y la gestión presupuestal, financiera y de desarrollo administrativo.

j. Presentar un informe anual de labores al Concejo de Bogotá, al Alcalde o Alcaldesa Mayor, al Consejo Directivo y a los organismos de control, y suministrar los informes periódicos u ocasionales que éstos soliciten.

k. Las demás que le señalen las disposiciones legales, así como los Acuerdos Distritales, los Estatutos, el Alcalde o la Alcaldesa Mayor y las que refiriéndose a la marcha del Instituto no estén atribuidas expresamente a otra autoridad.

PARÁGRAFO. Los actos administrativos del Director o la Directora General se denominarán Resoluciones.

ARTÍCULO 6º. Presupuesto y Patrimonio del Instituto Distrital de las Artes. El presupuesto del Instituto se sujetará en lo relativo a su elaboración, tramitación, aprobación y ejecución a las normas del Estatuto Orgánico de Presupuesto del Distrito Capital y, en su defecto, a las normas orgánicas del presupuesto nacional.

Serán ingresos del Instituto:

a. Los provenientes de convenios institucionales de los órdenes nacional e internacional y todos aquellos que le transfiera la Administración Distrital.

b. Los ingresos y participaciones provenientes de los bienes que se le traspasen, adquiera o se le asignen en el futuro.

c. Los aportes oficiales.

d. Las donaciones de cualquier orden.

e. Las participaciones en tasas o impuestos que sean autorizados por normas específicas.

f. Los provenientes de la venta o rentas de sus bienes, de la prestación de servicios y las actividades propias de su objeto.

El patrimonio del Instituto estará constituido por:

a. Todos los bienes que hayan sido aportados a esta entidad por el Distrito Capital o adquiridos con recursos provenientes del Distrito.

b. Los bienes muebles e inmuebles que adquiera a cualquier título.

ARTÍCULO 7º. Organización del Instituto Distrital de las Artes. El Gobierno Distrital adelantará las acciones necesarias para materializar la creación, organización y funcionamiento del Instituto con sujeción a las disposiciones del Decreto 1421 de 1993 y del Acuerdo 257 de 2006.

ARTÍCULO 8. Régimen de personal. Para todos los efectos legales, las personas vinculadas a la planta de personal del Instituto tienen el carácter de empleados (as) públicos.

Los empleos del Instituto son de carrera administrativa con excepción de los de libre nombramiento y remoción que determinen las normas legales vigentes.

ARTÍCULO 9. Implementación. El Gobierno Distrital adelantará las acciones necesarias para implementar la creación del IDARTES de conformidad con lo dispuesto en el presente Acuerdo, a más tardar durante el segundo semestre de 2011.

ARTÍCULO 10. Vigencia. El presente Acuerdo rige a partir de la fecha de su publicación, modifica y deroga las disposiciones que le sean contrarias.

PUBLÍQUESE Y CÚMPLASE

NOTAS DE PIE DE PÁGINA

1 Esta parte del trabajo ha sido realizada por Germán Rey y se ha trascrito textualmente.

2 Encuesta de calidad de vida de Bogotá, 2007, Percepción sobre el poder adquisitivo del ingreso en el hogar).

3 Hábitos de lectura, asistencia a bibliotecas y consumo de libros en Colombia, Bogotá: DANE, Ministerio de Cultura, Instituto Distrital de Cultura y Turismo, Ministerio de Educación, Cámara Colombiana del libro, CERLALC, Fundalectura, 2006.

4 Todos estos datos han sido tomados de la Encuesta de Consumo Cultural del DANE (2008).

5 Una profundización de estos temas se encuentra en los Estados del arte de las áreas de danza, artes plásticas, audiovisuales y música de Bogotá promovidos por el Observatorio de las Culturas de la Secretaría de Cultura, Recreación y deportes de la ciudad.

6 Plan de Desarrollo "Bogotá positiva: para vivir mejor", 2008-2012, página 21.

7 Informe de desarrollo humano, Chile, PNUD, 2002.

8 "Estado del arte del área de música en Bogotá, D.C", Observatorio de las Culturas, Secretaría de Cultura Recreación y Deportes, Bogotá, 2009, página 19.

9 Compendio de Políticas Culturales, Ministerio de Cultura de Colombia, Bogotá, 2009, página 72.

10 UNESCO, Convención, artículo 1.

11 Estas características de la diversidad cultural se encuentran en el preámbulo de la Convención

12 Karen Mokate,"Eficacia, eficiencia, equidad y sostenibilidad: ¿qué queremos decir" BID, Washington, 2001) En: Modos de ser, maneras de soñar, Germán Rey, Bogotá: Ministerio de Cultura, 2002.

13 "Bogotá, una apuesta por Colombia. Informe de Desarrollo humano para Bogotá", PNUD, Bogotá, 2008, página 226.

14 "La contribución económica de las industrias de derecho de autor y los derechos conexos en Colombia", OMPI y Dirección Nacional de Derecho de Autor, Bogotá, 2008, páginas 71 y 74.

15 Beatriz Goubert, Gloria Patricia Zapata, Eliécer Arenas Monsalve y Santiago Niño Morales, Estado del arte del área de música en Bogotá, D.C, Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte, Observatorio de Culturas, Bogotá, 2009.

16 Enrique Pulecio Mariño, Miguel Alonso Peña y Jorge Manuel Pardo, Estado del Arte de del área de arte dramático en Bogotá D.C, Secretaría de Cultura, Recreación y deporte, Observatorio de Culturas, Bogotá, 2007, página 124.

17 Jesús Martín Barbero, citado en: Compendio de Políticas Culturales, Ministerio de Cultura de Colombia, Bogotá, 2009.

18 Observatorio de Culturas, Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte de Bogotá, Encuesta bienal de Culturas de Bogotá, 2007.

19 Beatriz Goubert, Gloria Patricia Zapata, Eliécer Arenas Monsalve y Santiago Niño Morales, Estado del arte del área de música en Bogotá, D.C, Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte, Observatorio de Culturas, Bogotá, 2009, página 19.

20 Instituto Distrital de Cultura y Turismo, Políticas Culturales Distritales 2004-2016, Bogotá, D.C.

21 Democratización y control social; moralidad, transparencia y publicidad; igualdad e imparcialidad; efectividad; economía y celeridad; buena fe; coordinación; concurrencia; subsidiariedad; y complementariedad.

22 Creadas por el Concejo de Bogotá a través del Acuerdo número 02 de 1992:

1. Usaquén, 2. Chapinero, 3. Santafé, 4. San Cristóbal, 5. Usme, 6. Tunjuelito, 7. Bosa, 8. Kennedy, 9. Fontibón, 10. Engativá, 11. Suba, 12. Barrios Unidos, 13. Teusaquillo, 14. Mártires, 15. Antonio Nariño, 16. Puente Aranda, 17. Candelaria, 18. Rafael Uribe, 19. Ciudad Bolívar y 20. Sumapaz.

23 Artículo 94 del Acuerdo 257 de 2006

24 Palabras de Pierre Moinot, funcionario del Ministerio de Cultura de Francia que presidía en 1961 André Malraux en el gobierno de Charles De Gaulle, al hablar de las Casas de la Cultura. Francia inaugura las casas de la cultura. Véase a SCRD, Dirección de Arte, Cultura y Patrimonio, Subdirección de Prácticas Culturales, Programa Distrital de Casas de la Cultura de Bogotá, 2008-2012, mimeo. 2009.