RÉGIMEN LEGAL DE BOGOTÁ D.C.

Que con fundamento en la norma en comento la Presidencia de la República profirió la directiva No. 09 de 1999, mediante la cual se impartieron las instrucciones, con las cuales se dio unidad de criterio al cumplimiento de la mencionada Política.

Que dentro de la linea de acción para la prevención de la corrupción en todas sus manifestaciones, una de las estrategias que se viene trabajando, es el "Fortalecimiento de Valores Éticos en el servidor público".

Que el 6 de mayo de 1.991, al suscribir con el señor Alcalde Mayor de Bogotá, y los demás miembros del gabinete el "PACTO POR LA TRANSPARENCIA", señale entre los compromisos adquiridos, "el adelantar con los servidores/as públicos/as procesos de fortalecimiento de valores éticos.

Que el señor Alcalde Mayor de Bogotá, D.C., al expedir la Directiva No. 008 de diciembre 14 de 2001, sobre el programa "Cultura de la Probidad . Bogotá Transparente", estableció como uno de sus objetivos "realizar y cumplir compromisos éticos institucionales".

Que en virtud de lo anteriormente expuesto, en el Departamento, se inició el proceso de elaboración del Código de Ëtica DABS, arrojando como resultado la construcción colectiva del texto definitivo que por el presente acto administrativo se adopta.

ARTICULO PRIMERO: Adoptar el Código de Ética DABS, de conformidad con lo expuesto en la parte motiva de esta Resolución.

ARTICULO SEGUNDO: La presente Resolución rige a partir de la fecha de su publicación.

Para efectos de iniciar la labor encaminada a la elaboración del Código de Ética del Departamento, fundamentalmente se tomó como base conceptual la Directiva Presidencial 09 de 1999 sobre los Lineamientos para la Implementación de la Política de Lucha contra la corrupción, especialmente, en su capítulo referido a la "Estrategia para el fortalecimiento de Valores Éticos en la Administración Pública"; así mismo, la "Guía para la Formación de Valores" compuesta por unas "Herramientas de transformación de la Administración Pública", que fue dirigida por la Presidencia de la República a las entidades públicas en virtud de la convocatoria para el programa de lucha contra la corrupción, conformado por varias etapas tendientes a construir el Decálogo de Conducta Ética en el ámbito nacional.

A nivel Distrital, se tomaron algunos parámetros de los señalados en "EL PACTO POR LA TRANSPARENCIA" suscrito por el señor Alcalde Mayor de la ciudad y su gabinete, con la presencia del señor Vicepresidente de la República Dr. Gustavo Bell, y representantes de la sociedad civil. Igualmente, en este código se ratifican y actualizan los valores que deben guiar las actuaciones, las políticas y los compromisos, consignados en el Plan de Desarrollo "BOGOTA para VIVIR todos del mismo lado", en el cual se expresan los siguientes valores:

1. Respeto por las personas, la ley y lo público
2. Vocación de servicio
3. Pasión por el logro dentro de la consistencia
4. Honradez y transparencia
5. Firmeza en la búsqueda de armonía entre ley, moral y cultura
6. Equidad
7. Solidaridad

De igual manera, los lineamientos indicados por el señor Alcalde Mayor, en la Directiva No. 008 de diciembre 14 de 2001,como desarrollo, del programa "Cultura de la Probidad . Bogotá Transparente", que hace parte del objetivo Gestión Pública Admirable, consagrado en el Plan de Desarrollo, 2001 . 2003, se recomienda a las entidades Distritales realizar y cumplir "compromisos éticos para el logro de objetivos institucionales", y contribuyan a la autorregulación a través de procesos pedagógicos e informativos. Para ello determina viable la realización de acuerdos de ética y transparencia que posibiliten el afianzamiento de la ética de lo público e incorporen los valores y los principios en la realización de la misión institucional.

De cara a la dificultad que representa el abordaje de la categoría conceptual de la ética, es preciso ofrecer algunas visiones que orientan estos temas en la sociedad actual.

Victoria Camps, en su obra "El Malestar de la Vida Pública" (1996), estableciendo una relación entre ética, religión y política, afirma: "La ética también normativa, se distingue de la política en que sus normas no se apoyan o se traducen en una legislación positiva, sino que apelan a la conciencia individual imponiéndole aquellos principios o valores que se consideran imprescindibles para una convivencia humana y racional. El reconocimiento de la dignidad absoluta de todo ser humano y el actuar en consecuencia con tal reconocimiento, es el imperativo que resume toda la doctrina ética". (pág. 60).

Así mismo, Erich Fromm, en su libro "Ética y Psicoanálisis (1986) dice: "Si la ética constituye el cuerpo de normas para el logro de resultados excelentes en la ejecución del arte de vivir, sus principios más generales deberán derivar de la naturaleza de la vida en general y de la existencia humana en particular". "...Lo "bueno" en la ética humanista es la afirmación de la vida, el despliegue de los poderes del hombre. La virtud es la responsabilidad hacia la propia existencia. Lo "malo" lo constituye la mutilación de las potencias del hombre. El vicio es la irresponsabilidad hacia sí mismo".

Dentro de las tendencias actuales de la administración pública, se esbozan algunos enfoques que propenden por la aplicabilidad práctica de los mencionados conceptos, en el quehacer cotidiano laboral de nuestro Estado Social de Derecho. En consecuencia, el Procurador General de la República, Dr. Edgardo Maya Villazón, manifiesta: "Lo contrario de la ética, es la corrupción; las reglas de la ética se viven en las normas jurídicas y posteriormente, terminan siendo impuestas y desarrolladas". Para el caso, Adela Cortina señala: "El cambio más desconcertante en el mundo ético es, a mi modo de ver, el que se ha producido en las sociedades pluralistas al tener que decidir cual es la instancia encargada de determinar qué es moralmente correcto." ( p. 103.)^1.

Es preciso entonces entender que la modificación de las conductas se logra tanto desde la ampliación de referentes racionales e informaciones y conceptualizaciones complementarias, como desde los sentires, toda vez que la conducta tiene motivaciones tanto cognitivas como afectivas y emotivas.

La anterior afirmación se ratifica en el pensamiento de la misma autora, quien expresa: ". sí hay una crisis ética en la sociedad colombiana, pero no tanto porque se estén poniendo en cuestión unos valores centrales, sino porque se está cuestionando el modo tradicional de acceder a los valores y de determinar cómo deben encarnarse"²

Quiere esto decir que, el conocer y compartir la comprensión racional de los conceptos, principios y valores, solo corresponde a una parte de la conducta que toca a la esfera cognitiva, pero que es indispensable generar estrategias que logren las transformaciones relacionales y emocionales que lleven a la transformación de las conductas.

En el ejercicio de la vida laboral, cada una de las personas que desempeña funciones y actividades en una entidad u organización contribuye con sus actuaciones no sólo con el logro de los objetivos misionales sino que, simultáneamente participa en la construcción de un clima psicológico, se desarrolla personalmente y aporta en la consolidación de una cultura institucional.

La cultura institucional, al igual que cualquier otra cultura, es cambiante y se reproduce a partir del tipo de interacciones que propicia. Toda colectividad comparte dispositivos, tanto explícitos como tácitos, que regulan el comportamiento de los miembros de la organización y se transforman a partir de propuestas introducidas por agentes externos o internos, representados en ideas, comunicaciones, personas, normas, tendencias de la sociedad en general y por las propias actuaciones de las personas, quienes a la vez incorporan dispositivos y hacen cultura desde las realidades particulares.

La construcción de esa cultura institucional con unos valores institucionales compartidos, implica la incorporación individual y personal de unos principios rectores. Principio, definido aquí como "un dispositivo de control personal" al cual se sujeta la conducta de manera no negociable.

La incorporación o apropiación de los principios tiene como único camino las interacciones cotidianas, desde las cuales se vuelven realidad operante y cuya manifestación tangible es el actuar, de tal manera que se considere incorporado un principio y reconocido un valor a través de las conductas que así lo ratifican.

Es a partir de esta práctica vivencial de los principios en las interacciones sociales, que se opta por comportamientos y actitudes que representan un valor.

A la par con la manifestación explícita de los principios rectores, se hace necesario lograr una comprensión compartida sobre lo que denominamos ETICA; por consiguiente, el DABS la define como la decisión libre y autónoma de cada servidor/a, frente a las situaciones, actuaciones o problemáticas que en su labor se presenten, y que ponen en juego sus principios personales, las normas institucionales y la misión de la entidad.

Lo que se desea en este proceso de construcción y aceptación de un código ético, es que cada uno/a de los/as servidores/as públicos / as, contratistas y particulares que desarrollen funciones públicas, reflexione sobre sus principios y sus valores personales y los confronte con los valores institucionales, en la búsqueda de actuaciones coherentes en la vida institucional, teniendo como fin último la misión del DABS.

Consiste en ofrecer un trato digno a todas aquellas personas que hacen uso de nuestros servicios, a nuestros compañeros / as de labor y a todos los miembros que hacen parte de la Institución y que deben ser considerados como "iguales"; otorgándoles una condición idéntica a la propia y por ende una valoración idéntica dentro de una única realidad del ser humano. El obrar de conformidad con este principio, proporciona diálogo, comprensión, y en consecuencia, atención o satisfacción de necesidades y derechos. Es pues el elemento de igualdad aquel del que nunca se debe apartar el/la servidor/a público/a y el contratista, ya que hace respetuosa la convivencia humana. Se derivan de la aceptación y vivencia de este principio comportamientos y actitudes tales como:

-Reconocimiento y aceptación de las diferencias

-Práctica de la inclusión no sólo como misión institucional sino también como actuación personal

-Manifestación de sentimientos de solidaridad y fraternidad; ponerse en el lugar del otro/a

-Calidez y calidad en el servicio que ofrezco

-Identificación del ser humano como finalidad y no como medio

-Autorregulación en el ejercicio del poder

-Construcción de referentes de autoridad

-Trato amable y cordial al otro/a

-Diálogo y práctica de la escucha

Surge de la concurrencia entre motivación, interés y voluntad. Es una actitud fundamental para el ejercicio de la función pública. El/La servidor/a público/a, el contratista y los/las particulares que ejercen la función pública deben tener el interés de mejorar constantemente el desempeño de las funciones a su cargo, según lo determinan las normas que rigen el servicio o lo dispongan las directrices institucionales, entregando a la Institución a la cual pertenecen, las mejores virtudes y el mayor esfuerzo que enriquezcan la labor. Implica pues, una ejecución óptima y la perseverancia en las acciones que conducen hacia la meta propuesta. Se manifiesta en entusiasmo y se traduce en conductas tales como:

-Creatividad y constancia frente a un objetivo

-Manifestaciones de orgullo por lo que se hace

-Preocupación por mejorar las competencias para un mejor hacer

-Iniciativa para enfrentar las dificultades

-Participación propositiva

El/La servidor/a público/a, el contratista y los/las particulares que ejerzan la función pública deben desarrollar sus funciones o labores con autonomía, capacidad y oportunidad, asumiendo las prerrogativas inherentes a su cargo y los medios de que dispone, únicamente para el cumplimiento de sus funciones y deberes. Así mismo debe cumplir cabalmente sus deberes, sin discriminación alguna, pues cada actividad y labor hacen parte de la totalidad del logro misional y no hay unas funciones que exijan mayor responsabilidad, ya que todos/as por igual debemos cumplir las normas institucionales. Este principio se debe manifestar en la aceptación de las limitaciones propias y exige la práctica de auto-conocimiento y auto-monitoreo permanentes, implica la aceptación de las consecuencias derivadas de la conducta, sin pretender trasferirlas al otro/a. Se traduce en acciones tales como:

-Asumir con autonomía las tares necesarias para lograr un objetivo

-Buscar actividades de formación y capacitación

-Conocimiento de las funciones, competencias y obligaciones

-Autocrítica.

-Autorregulación de los comportamientos.

-Perseverancia.

-Aprender de los errores y corregir las fallas.

-Tener presente la norma que rige cada actuación.

-Cumplir a tiempo con las tareas asignadas.

Es la manifestación permanente de la aceptación y observancia de las políticas y "principios" de la Institución, lo cual denota actuar de tal manera que cada una de las acciones, omisiones y decisiones que se asuman en su representación, reflejen la filosofía, propósitos y principios de DABS. Es por este principio de lealtad que el individuo tiene el deber de hacer coincidir su conducta con los intereses misionales. Se traduce en actuaciones tales como:

-Esfuerzo por conocer las políticas y objetivos misionales.

-Mostrar los logros y aciertos de la Institución en el cumplimiento de su misión.

-Tener un manejo responsable de la información.

Es un atributo que le permite al/la funcionario/a, contratista o particular en ejercicio de la función pública, proceder dentro de un marco de claridad y sinceridad, sin dar cabida a engaños o artificios que desvíen el cauce de su buen desempeño. Implica no utilizar la información y el conocimiento para fines distintos a los determinados por el principio de la dignidad humana y del compromiso colectivo. Debe ser considerada entonces, como el norte que oriente la dirección en la cual se toman las decisiones y se asumen las responsabilidades. Ejemplo de conductas que traducen este principio son:

-Acatamiento de las normas y procedimientos institucionales

-Aporte solidario desde los conocimientos y experiencias

-No tergiversar la información

-Aceptación de las limitaciones propias y reconocimiento de los méritos

-No permitir engaños ni negociaciones en beneficio personal económico o de cualquier otra índole

-No utilizar los recursos, bienes y equipos para actividades personales ajenas al servicio (fotocopiado, internet, teléfono..).

-No utilizar los espacios y tiempos institucionales para labores personales

- DESEMPEÑO ÓPTIMO

Es reflejar en el ejercicio de la función, todos aquellos conocimientos, experiencia, parámetros, y criterios intelectuales y humanos que se posean, de tal manera que las acciones que se realicen y las decisiones que se profieran en el ejercicio de la función, reflejen la competencia y la adscripción a la norma, y se enmarquen dentro de los límites que definen nuestro Estado Social de Derecho. Se manifiesta en conductas tales como:

-La planeación, organización, seguimiento y evaluación del trabajo.

-El cuidado y buen manejo de los documentos, archivos, herramientas e instrumentos que se tienen a cargo.

-La ejecución idónea de las funciones.

-La aceptación de ideas y sugerencias de los otros-as para mejorar la labor.

-La priorización de las necesidades de la Entidad.

La oportunidad en el cumplimiento de las tareas asignadas

Es la aceptación de la individualidad como parte de todo un engranaje y el reconocimiento de la consecuencia que tienen los actos propios, actuaciones u omisiones para todas las personas que interactúan conmigo en los diferentes espacios de la vida institucional.

Este principio tiene como origen la construcción de los vínculos, por lo cual involucra de manera especial la dimensión afectiva. Tiene connotación interior y exterior, lo cual indica que una vez el individuo siente en su fuero interno que es una parte del todo, procede a exteriorizarlo así en cada acción que lleve a cabo, reflejando su identificación con la Institución. Significa anteponer los beneficios grupales sobre los personales esto es, no sólo una actuación ética sino también la recuperación del sentido de lo cívico. Se traduce en:

-Valoración de la experiencia de los otros.

-Búsqueda de información y conocimiento sobre la Entidad.

-Orgullo por los logros colectivos.

-Independizar las actuaciones de los reconocimientos o exaltaciones a los méritos personales.

-Aceptación y participación del trabajo en equipo.

-Construcción de relaciones armoniosas y preservación de los ambientes y espacios institucionales.

-Cuidado y defensa de los bienes públicos.

B. VALORES INSTITUCIONALES

Todo el actuar institucional debe estar orientado a hacer del Departamento Administrativo de Bienestar Social, un espacio de desempeño y convivencia caracterizado por los siguientes valores.

Constituye el valor principal que guía la misión institucional, y que se refiere a la observancia plena de todos los mecanismos legales e Institucionales, en el obrar corporativo y ejecución de la Misión encomendada, que se traduce en actos del servicio, los cuales en principio, deben revestir un carácter público y proporcionar accesibilidad a su conocimiento por parte de cualquier persona (natural o jurídica) que tenga interés legítimo. En virtud de este valor, las decisiones que se toman a nivel institucional deben garantizar el ejercicio de los derechos a la defensa, debido proceso, y los principios constitucionales de contradicción, legalidad, imparcialidad y publicidad.

Este valor está contenido en el principio de pertenencia, hoy constituido en norma y directiva Distrital, relacionado con la "austeridad y racionalización en el gasto público", consistente en la convicción que debe tener cada servidor/a, contratista, particular que ejerza funciones públicas y cada Institución, acerca del valor que poseen los recursos públicos, con base en lo cual se deben adoptar medidas para su protección, que racionalicen su uso e inversión, sin afectar la efectiva prestación del servicio.

Significa otorgar a cada quien, aquello que en justicia le corresponda y a lo cual se hace acreedor en virtud de una condición o circunstancia. Con base en este valor, la Institución debe reflejar en cada acto que profiera o realice, que su labor está basada en la observancia y respeto del derecho de cada ciudadano/a y servidor/a, cuyo límite está señalado, por el punto en donde inicia el derecho del otro. La equidad hace referencia entonces, a "dar a cada uno lo suyo". Significa que todas las actuaciones institucionales tiendan a la inclusión social de todos/as los/as ciudadanos/as, especialmente, aquellos atendidos en los proyectos que desarrollan las políticas sociales. Al interior de la Entidad, este valor permite construir una cultura de reconocimiento a los esfuerzos y logros de los/as servidores/as.

Es el desempeño eficaz y eficiente de la misión, que pone de presente el cumplimiento de los deberes asignados y que da cuenta del trabajo que en equipo se ha realizado hasta llegar al fin que la Institución se propone. Es el buen resultado que se busca en el diario transcurrir de la labor misional y que tiene su fuente legal en la Carta Política de nuestro Estado, que en su art. 209, hace relación específicamente a los principios que deben orientar la función pública asignada a las "autoridades administrativas".

Es la aplicación del principio de dignidad humana para reaccionar fraternalmente en las relaciones cotidianas y actuar con idoneidad ante las adversidades que viven los ciudadanos y ciudadanas que requieren un servicio. Construir solidaridad exige la resignificación de lo cotidiano y la valoración de las pequeñas acciones que reflejan la aceptación del otro-a en su igualdad. Es el valor institucional que se refiere a la adhesión de la entidad, a la causa de aquellos ciudadanos/as que requieran un servicio; con base en ello, se inicia el proceso de conocimiento y análisis para hacer efectivo, dentro del marco de la corresponsabilidad, la promoción y/o restablecimiento de sus derechos fundamentales.

- CALIDAD EN EL SERVICIO

Este valor se fundamenta en el principio del buen desempeño de la labor, que implica que El DABS debe procurar en el cumplimiento de su misión, adelantar cada una de sus tareas de la mejor manera, a fin de que satisfaga realmente las expectativas y requerimientos de las oblaciones atendidas, con condiciones de calidez, oportunidad e idoneidad, en la búsqueda permanente del acercamiento a la excelencia.

Se refiere a la justicia que debe imperar en cada procedimiento, trámite y decisión administrativa y operativa, que garantiza inequívocamente la protección integral de los derechos radicados en cabeza de las demás Instituciones, ciudadanos, servidores/as públicos/as, contratistas y particulares en ejercicio de la función pública. Cada persona (natural o jurídica) debe encontrarse en igualdad de condiciones ante esta Institución, de tal manera que todos los actos institucionales reflejarán una labor corporativa enmarcada dentro de los principios de honestidad, responsabilidad y desempeño óptimo.

EL DABS, promulgará el presente Código de Ética, para que todos y todas los/as funcionarios/as, contratistas, y particulares que desempeñan funciones públicas, lo conozcan, perciban su utilidad como instrumento en el desarrollo diario misional y asuman como compromiso, su cabal cumplimiento.

Con pleno conocimiento de que el proceso de formación de principios y valores de la entidad y sus servidores/as no termina con la adopción del presente código de ética, el Departamento realizará periódicamente acciones tendientes a la incorporación de estos principios y valores, en el actuar cotidiano institucional, a través de herramientas o mecanismos pedagógicos que permitan la discusión y apropiación del presente código y favorezcan el crecimiento, ejercicio y vivencia del comportamiento ético y la práctica de los valores y principios; buscará la interacción de los/as servidores/as públicos/as para que se reflexione en grupo sobre las conductas éticas. Por su parte, los servidores/as, contratistas y particulares en ejercicio de funciones públicas, asumen el deber de reconocer procesos auto formativo que les permitan contribuir a la construcción de una Cultura Ética en el DABS.

El Departamento promoverá el establecimiento de espacios para el seguimiento de los procesos de formación y de implantación del Código; igualmente establecerá evaluaciones y mediciones de las prácticas éticas corporativas e individuales con el fin de identificar los avances y dificultades que se hayan presentado en el proceso de apropiación.

Todo servidor/a, contratista y particular en ejercicio de la función pública, asumirá como su compromiso lo consignado en ésta Carta de Valores y adoptará las medidas tendientes a evitar cualquier acción u omisión que pueda constituirse en una falta a éste Código.

Por su parte, el DABS motivará a través de reconocimiento público y exaltación, a la(s) persona(s) cuyo comportamiento en el ámbito institucional, refleje el mayor acercamiento a la observancia plena de lo consagrado en el presente código.

1. CORTINA, Adela. El Mundo de los Valores.

2. Ib. Idem. P.

*La publicación se hizo al interior del Departamento.